¿Las mayorías quieren más impuestos y aumento de precios?

Conjeturas
Alvaro Cepeda Neri
Desfilan, en ceremonias sin repercusiones, los empleados de Calderón ante las comisiones de la Cámara de Diputados federales y, como nuevo coro, todos a una entonan la cantaleta de que “las mayorías” apoyan la imposición de un nuevo impuesto del 2 por ciento... ¡a medicinas y alimentos! para que, mágicamente sean –dicen– “devueltos” a cada uno de los pobres (sólo a 34 millones de los más de 60 que hay) diez pesos.
La treta salta a la vista: ¿desde cuándo la derecha católica, proempresarial y entregada al neoliberalismo económico, que deja todo en manos del mercado y profesa lo de que los pobres, por pobres, precisamente, se irán al “cielo”, anda muy solícita con las demandas de los mexicanos?
Sin ningún censo, encuesta o sondeo, los calderonistas Carstens, Arroyo, Ruiz Mateos y hasta el propio secretario de Gobernación, Gómez Mont (éste ya se pavonea presumiendo de precandidato del PAN para la sucesión presidencial), riegan su afirmación de que las mayorías, pues, quieren más impuestos además de los vigentes y están de acuerdo con la subida de los precios (ya por las nubes) de gasolina, diesel, electricidad y gas.
Y esto, mientras los productos de primera necesidad se han disparado por una inflación incontenible, haciendo que baje el consumo popular y clasemediero, porque los salarios de los de abajo (los del poder presidencial, jueces, legisladores, gobernadores y algunos presidentes municipales son de un mínimo de 150 mil pesos mensuales, contra lo que gana la mayoría de los mexicanos) son salarios de hambre.
Mientras en los países con recesión, como el nuestro (el caso de Alemania, por ejemplo; o el centro de gravedad del capitalismo, Estados Unidos, etc., anuncian hasta baja de impuestos y, por ningún motivo, creación de nuevos), los gobiernos se comprometen a dejar las cargas fiscales como están e incluso a reducirlas, en nuestro pobre y desgraciado pueblo mexicano es al revés.
Quienes, como los calderonistas, se han gastado las utilidades de Pemex... ¡dizque patrimonio de la Nación!, buscan obtener dinero de las mayorías empobrecidas para, como moderna versión de la multiplicación de los peces y los PANes, reintegrarlos a los pobres para, una vez más... ¡sacarlos de la pobreza!.
Que digan que los pobres y las mayorías (cerca de 100 millones) piden aumento, en impuestos y en los precios de bienes y servicios públicos, es una mega estupidez. Ni siquiera en los pueblos ricos se les ocurriría a los gobernantes pregonar que los ciudadanos quieren aumento de sus contribuciones, para que el fisco obtenga dinero que, como en el caso nuestro, es para fomentar la corrupción, ya que si Calderón permanece estos últimos tres años, ya empezó entre sus filas lo que hicieron desde el foxismo: la rapiña.
Y como no hay dinero de más en las arcas (hay más de 80 mil millones en la reserva y Hacienda recauda millones), los calderonistas consultan sus oráculos religiosos y aseguran que las mayorías (¡por todos los dioses!) quieren nuevos y más caros impuestos... y aumento de precios.

cepedaneri@prodigy.net.mx