viernes, diciembre 11, 2009

EDITORIAL. Razones de peso.

Año 8, número 3195
Viernes 11, diciembre del año 2009

El que Agustín Carstens haya ido a parar al Banco de México en sustitución de Guillermo Ortiz, es un pésimo ejemplo. No solo para quienes de una u otra forma intervienen en la política, que con semejante cambio pueden llegar a pensar que la supina ineptitud se premia.

Sino en general para las juventudes, que según esto preocupan tanto a don Felipe; a tal grado que la insensata guerra que les declaró a los narcotraficantes, fue precisamente para salvarlos de las drogas.

Si entender que si los salvara de la comida chatarra les haría más bien. Toda vez que la diabetes y el sobre peso ocasionan muchas, pero muchas más muertes que las drogas.

Y por no mencionar al tabaco, por cuya causa muere un mexicano cada 10 minutos. O el alcohol, que también es el responsable de muchas más defunciones de las que ocasionan las drogas.

Cabiendo aclarar que los más de 16 mil muertos que ha habido en los últimos tres años, no han muerto a causa de las drogas, sino de su trasiego y a balazos, que no es lo mismo. Los que fallecen a causa de las drogas son ciertamente muy pocos.

Pero independientemente del pésimo ejemplo que se dio a las juventudes, todo hace entender que lo que nos espera es un hundimiento aún mayor de nuestro peso (más devaluación)

Y el hundimiento no por el excesivo tonelaje de don Agustín, quien evidentemente está enfermo y no es muy inteligente que digamos. Pues el permitir llegar a esa desmedida obesidad, hace ver que la inteligencia no es lo suyo.

Podrá ser conocedor de los números, lo que además se puede poner en seria tela de duda por los resultados obtenidos y las predicciones fallidas, pero no se puede ver como inteligente a una persona que voluntaria o inconscientemente atenta contra su salud.

A EEUU, en época de recesión, le conviene comprar barato para que los dólares de sus ciudadanos rindan más y así poder salir más rápido de la crisis; por lo que nadie deberá de extrañarse que este individuo, hoy casi Gobernador del Banco de México, sea un instrumento más para acabar de hundir a nuestro México (o lo que queda de Él).

El caso es que los cambios realizados en el Gabinete no son muy bien vistos por los especialistas (a la mayoría de la mayoría les vale) y definitivamente vamos de mal en peor en el Banco de México. En Hacienda ya no les puede ir más mal, así que lo que se haga, será bueno.

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