Soldados estadounidenses junto a los cascos azules de la Organización de Naciones Unidas (ONU) arremetieron contra centenares de haitianos que esperaban su turno para recibir alimentos mediante un cupón que repartían equipos de esta organización internacional.
Al menos dos haitianos fueron detenidos y varios periodistas expulsados este lunes durante el enfrentamiento en el que los soldados lucharon con la multitud, que hacía esfuerzos para resultar beneficiados con los cupones.
Después del poderoso terremoto del 12 de enero, muchos haitianos se han manifestado desesperados por comida y artículos de primera necesidad; lo que los ha hecho aglomerarse ante los camiones que reparten la comida a los grupos que se encuentran reunidos en diferentes sectores de Puerto Príncipe en espera de ayuda humanitaria.
El pasado jueves, el hambre y la lentitud en la entrega de la abundante ayuda humanitaria que desde el día después del terremoto ha llegado de todas partes del mundo, empujó a miles de desesperados a asaltar cuatro camiones llenos de alimentos que el Gobierno pensaba distribuir en el centro de Puerto Príncipe, en los jardines del destruido ministerio de Cultura.
Las detenciones de haitianos y periodistas se produjeron el mismo día en que se retomaron los vuelos sanitarios con destino a Estados Unidos, que habían sido suspendidos desde el pasado 30 de enero hasta que se aclarara quién se haría cargo del pago de esos pacientes en centros de salud estadounidenses.
Las evacuaciones de los heridos graves se cancelaron cuando el gobernador de Florida (sur), el republicano Charlie Crist, solicitara apoyo federal para pagar por la atención médica de los haitianos, que llegaron a ese estado para recibir ayuda.
Tanto las fuerzas militares estadounidenses como los integrantes de la Misión de Estabilización de la Organización de Naciones Unidas en Haití (Minustah) han protagonizado acciones de represión contra el pueblo haitiano desesperado por conseguir un poco de la abundante ayuda que llega a diario a la nación caribeña pero que ha contado con un retraso significativo en su entrega.
Desde que Estados Unidos instaló sus tropas en la nación caribeña, a pocos días del terremoto de enero, el país norteamericano ha sido blanco de críticas internacionales de países americanos y europeos que denuncian el aprovechamiento de la tragedia de Haití para que la administración del presidente, Barack Obama, pueda invadir militarmente el país.
Uno de los países que han manifestado su rechazo a la intervención estadounidense, junto con Nicaragua, Bolivia y Ecuador, es Venezuela, cuyo mandatario, Hugo Chávez ha expresado que "el imperio está tomando a Haití, sobre los cadáveres y las lágrimas de un pueblo, delante de todo el mundo, descaradamente".
Pese al rechazo internacional, el pasado 21 de enero, el Pentágono anunció el envío de un nuevo contingente militar de unos 4 mil soldados a Haití, que se sumarán a los más de 10 mil marines que ya se encuentran en la nación caribeña.
Las autoridades de Puerto Príncipe se encargan de cubrir las primeras necesidades de sus ciudadanos además de aclarar los casos de adopciones ilegales de niños descubiertos durante la pasada semana, donde 10 estadounidenses se encuentran inculpados por tratar de sacar del país a 33 menores de edad sin documentos.
Según el primer ministro de Haití, Jean Max Bellerive, el gobierno ha totalizado hasta este martes más de 200 mil muertos tras la tragedia de mediados de enero, cifra que no toma en cuenta los cadáveres que quedaron bajo los escombros ni aquellas personas que fueron enterradas por sus familiares.
Este mismo martes el Consejo Electoral provisional informó mediante un comunicado la postergación hasta nuevo aviso de las elecciones legislativas, que estaban pautadas para finales de este mes y principios de marzo.
teleSUR - Afp - Efe - Euronews / ve - MM
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