jueves, agosto 19, 2010
AMLO y el 2012: ¿Qué camino seguir?
Escrito por: Alondra Ramos
El pasado 25 de julio decenas de miles de personas se congregaron en el Zócalo capitalino para participar en la asamblea nacional del movimiento legítimo convocada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En dicha asamblea se presentó un balance del Movimiento en defensa de la economía popular, el petróleo y la soberanía nacional así como el Proyecto Alternativo de Nación que se defenderá de cara a las elecciones presidenciales de 2012 y en las que el movimiento contenderá con AMLO como el candidato de la izquierda.
Organizados desde el 2005, con la lucha en contra del desafuero, y más fuertemente desde 2006 con la lucha en contra del fraude electoral, miles de trabajadores han dado la batalla por defender un proyecto encaminado a mejorar las condiciones de vida de miles de mexicanos sometidos al yugo del capitalismo.
La convocatoria a esta asamblea estuvo enmarcada en las luchas que durante todos estos años los trabajadores han impulsado. El movimiento organizado en torno a AMLO ha dado sobradas muestras de lucha en distintos frentes: en defensa del petróleo y de la economía popular, en contra de los ataques a la seguridad social, a favor de la lucha de los electricistas y de los mineros y básicamente en todas las luchas que el pueblo trabajador ha llevado adelante en contra de la política calderonista de despojo a los trabajadores.
La asamblea del domingo pasado dejó en claro que a pesar de todas las adversidades la clase trabajadora se ha mantenido organizada y con una fuerte disposición para luchar. Miles de personas se congregaron desde muy tempranas horas para abarrotar el zócalo capitalino y para participar en ella, mostrando una vez más su ánimo por transformar su realidad.
37 oradores, 32 de ellos representando a los casi 2500 comités municipales que se han formado en cada una de las entidades federativas del país, fueron el preámbulo para que López Obrador tomara el micrófono. Uno a uno los representantes del gobierno legítimo establecidos en la totalidad de la República Mexicana explicaron el trabajo que junto a cientos de personas han llevado adelante para concientizar a la gente. Según explicaron, de diversos medios se ha valido el movimiento para impulsar esta labor, por ejemplo la distribución de cientos de miles de periódicos, volantes y carteles; el objetivo: ir como movimiento organizado, pueblo por pueblo, calle por calle, familia por familia, a los comicios del domingo primero de julio de 2012.
Tras presentar su informe los 37 oradores cedieron el turno a AMLO, quien saludó a los miles congregados en el Zócalo. Obrador explicó que el movimiento ha sido lo suficientemente capaz de organizarse como para mantenerse en lucha y a la vanguardia durante ya cuatro años. La lucha por la transformación del país ha pasado por diversas etapas y batallas que han servido para que miles de personas tengan claro que la política rapaz de la burguesía tiene como principal objetivo el dejar en la calle a miles de mexicanos y volver poderosos a unos cuantos.
Obrador explicó que en México un grupo de 30 personas es la que concentra la mayor riqueza del país y también señaló que la bancarrota de la política de seguridad pública de Calderón ha derivado en que, por ejemplo, 50 mil familias, sobre todo de los Estados del norte, se han visto en la necesidad de irse a vivir a Estados Unidos ante la inseguridad y la violencia que, lamentablemente, prevalece en casi todo el territorio nacional. Ante ello es necesario que la organización de los trabajadores luche por lograr un cambio que tiene que venir desde abajo e involucrando a toda la gente. Sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación, dijo.
López Obrador presentó una serie de medidas que se irán puliendo y extendiendo según se vaya revisando el proyecto y mismas que impulsará el movimiento, algunas de ellas son las siguientes:
*Rescatar a las instituciones para ponerlas al servicio del pueblo y de la nación.
*Se democratizarán los medios de comunicación.
*Se recuperarán las riquezas y los bienes públicos que han sido concesionados ilegalmente a través de acuerdos, reglamentos o leyes secundarias que, en ningún caso, pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio directo de la nación sobre los recursos naturales del país. Este procedimiento, al llegar al Gobierno, lo vamos a aplicar en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo.
*Se acabará con la corrupción imperante.
*Se reducirán a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos y se terminarán el derroche y los privilegios de la alta burocracia.
*Se impulsará la actividad productiva y la creación de empleos.
*Se rescatará al campo del abandono; se producirán en México los alimentos para dejar de importar lo que consumimos.
*Se construirán tres grandes refinerías para cumplir el objetivo de no vender un sólo barril de petróleo crudo al extranjero y procesar aquí la materia prima y elaborar gasolinas y los productos petroquímicos.
*Se apoyará a las pequeñas y medianas empresas, industriales y comerciales.
*Se protegerán los recursos naturales; no se permitirán los monopolios; se promoverá una reforma fiscal progresiva, orientada no a aumentar impuestos ni a crear impuestos nuevos, sino a terminar con los privilegios fiscales de que gozan los potentados del país.
*Un objetivo fundamental del nuevo gobierno democrático será establecer el Estado de bienestar; es decir, habrá pensión universal para todos los adultos mayores del país y para personas con discapacidad. Se otorgará atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población, se va a garantizar lo que establece la Constitución, pero que hasta ahora es letra muerta, vamos a garantizar el derecho del pueblo a la salud.
*Ningún joven será rechazado en escuelas preparatorias ni en universidades públicas; habrá becas para estudiantes de escasos recursos económicos.
*Se llevará a cabo un importante programa de mejoramiento, ampliación y construcción de vivienda.
Además de lo anterior Armando Bartra, integrante del Gobierno Legítimo, planteó el cobro de impuestos para las ganancias en la Bolsa de Valores.
POR UN PROGRAMA SOCIALISTA
El movimiento encabezado por AMLO desde 2006 ha luchado por defender un programa de lucha que busca rescatar los derechos democráticos de los trabajadores arrebatados por el panismo>, entre ellos el respeto de la voluntad popular a través del voto, además de mejorar las condiciones de vida de las masas empobrecidas. La necesidad de tener un programa de lucha parte del hecho de que el movimiento necesita dar pasos adelante luchando por conquistas democráticas y por demandas de bienestar social que le permitan ir adquiriendo experiencia en el terreno de la lucha de clases.
La lucha y obtención de estas demandas no vendrán de la nada ni tampoco serán dadas al movimiento por la buena voluntad de la burguesía, sino luchando por ellas. Es así como el movimiento, producto de su propia experiencia, está sacando la conclusión de que bajo este sistema no existe ninguna alternativa digna para los trabajadores y sus familias.
Las demandas que propone AMLO son correctas, pero es necesario ir más lejos. El movimiento debe dar la batalla por defender la seguridad social, la educación, la vivienda, los recursos energéticos y los derechos en general de los pobres del país, sin embargo, desde nuestro punto de vista se debe ir más allá e impulsar una lucha acorde con las necesidades. La solución de fondo a los problemas de la pobreza, en últimas instancia, no puede ser obra más que de la eliminación del monopolio de los banqueros y los empresarios sobre los principales medios de vida.
La reciente crisis económica puso de manifiesto que la burguesía no está dispuesta a ceder un milímetro, han preferido echar a la calle a miles de trabajadores para que sean ellos quienes carguen con la crisis que la burguesía parasitaria ha generado. Ese hecho debe dejarnos claro que en el marco del capitalismo este tipo de demandas que el movimiento exige y ha exigido históricamente son irrealizables. La burguesía no estará dispuesta a otorgar educación gratuita y de calidad, tampoco seguridad social o viviendas de calidad y mucho menos sueldos dignos y mejores condiciones de vida para los trabajadores.
Si la burguesía estuviera dispuesta a salvaguardar los derechos de los trabajadores simplemente no veríamos despidos masivos, salarios de hambre, ataques a la juventud, etcétera. Para ellos, los trabajadores no somos más que una masa a su servicio de la cual obtienen jugosas ganancias. La experiencia que los trabajadores tuvimos en 2006 es un ejemplo de ello. Vimos cómo millones de personas defendieron las elecciones contra el ultraje de la burguesía, también ese mismo año vimos a miles de trabajadores oaxaqueños luchar por sus derechos y también fuimos testigos de la lucha de los mineros en Lázaro Cárdenas; en todas estas batallas la burguesía actuó de manera violenta en contra del movimiento a pesar de que las demandas de los trabajadores eran legítimas.
La desigualdad en nuestro país ha llegado a niveles escandalosos, siendo el desempleo y los raquíticos salarios la principal explicación de ello. Respecto al desempleo tan sólo el periodo de la crisis económica que abarcó de octubre del 2008 a mayo del 2009 fueron destruidos 700 mil empleos, según datos de propio IMSS.
Además en lo correspondiente a los ingresos de las familias trabajadoras, un salario mínimo, el cual es percibido por millones de trabajadores, sólo alcanza para cubrir el costo de una tercera parte de la canasta básica, la cual en su conjunto tiene un precio de 5 mil 438 pesos; en contraste México cuenta con personas como Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, quien cuenta con una fortuna que asciende a los 53 mil 500 millones de dólares, equivalentes al 6% del PIB mexicano.
Todo lo anterior nos deja claro cuál es la política de la burguesía hacia los trabajadores. El movimiento debe tener claro que ni en un millón de años la burguesía estará dispuesta a ceder ante los trabajadores. Se han hecho de esa fortuna gracias a la explotación de millones de trabajadores y es a esos millones en realidad a quien se debe esa riqueza; los trabajadores no pedimos nada que no nos pertenezca por derecho.
El compañero AMLO ha explicado que el movimiento no está en contra de la iniciativa privada ni de los empresarios “honestos”, sin embargo, dado lo explicado anteriormente, dicha postura es una contradicción. Creemos que sólo mediante el impulso de una economía planificada, la cual sólo puede ser resultado de la eliminación de la propiedad privada capitalista, en la cual los trabajadores tengan un papel de primer orden, podremos garantizar una vida digna a millones de personas.
Debemos tener claro que bajo el capitalismo las leyes están hechas para beneficiar sólo a unos cuantos, los trabajadores no tenemos ningún tipo de oportunidad bajo sus leyes, es por ello que debemos luchar por hacernos del control de los medios de producción.
Desde las páginas de Militante nos hacemos partícipes de todas aquellas medidas propuestas por AMLO que se correspondan con las demandas más sentidas del movimiento, sin embargo creemos que para lograr mejores condiciones de vida para las familias trabajadoras es necesario romper con los empresarios, vinculando la lucha por empleo, mejores salarios, educación, salud, apoyos para el campesinado pobre, etcétera, con la lucha por el socialismo. De cara al 2012 la burguesía lanzará una campaña de difamación brutal hacia el movimiento y contra AMLO, por ello sólo mediante la unidad de la clase trabajadora lograremos echar para atrás esta campaña. Desde ahora y en adelante el movimiento tendrá que ir junto, ¡ni una lucha aislada más!
El rescate del PRD y la unidad del movimiento
Las recientes alianzas electorales dejaron en claro que la derecha está haciendo todo por terminar con el PRD. El impulso de las alianzas no es de ninguna manera una táctica para evitar la llegada del PRI al poder nuevamente sino una táctica para terminar con el PRD, un partido que históricamente ha adoptado las luchas de los trabajadores.
El PRD nació de una lucha histórica en la que millones de trabajadores participaron y por el cual muchos dieron su vida. En la historia del PRD obra un hecho importante y que no podemos soslayar ni dejar de lado y es el de que más de 700 trabajadores y campesinos pobres dejaron su vida en la conformación de ese partido.
Los militantes de base del PRD tenemos la responsabilidad histórica de conformar una organización que nos permita organizarnos e impulsar nuestras demandas, dotarla de una dirección firme y llenarla de la mayor democracia posible.
Si bien es cierto que los que participamos en el movimiento de AMLO hemos luchado desde 2006 por conformar un movimiento y organización legítima, también es cierto que no podemos abandonar la lucha por rescatar al PRD, cuestión que será determinante para tener más firmes garantías de cara a las elecciones del 2012, pues se trata del partido de izquierda de mayor arraigo y desarrollo a nivel nacional.
El movimiento que hemos formado con el compañero AMLO tiene la fuerza suficiente para echar a los chuchos y a toda la derecha del PRD, para democratizar su estructura y para establecer una dirección a la altura de las circunstancias, conformada por gente probada por el movimiento obrero y de intachable reputación.
Además de rescatar al PRD el movimiento debe impulsar un frente único de la clase trabajadora, es decir un frente entre el Movimiento en defensa de la economía popular, el petróleo y la soberanía nacional, el PRD y demás partidos de izquierda, además de los sindicatos y organizaciones campesinas. En ese sentido el movimiento debe ser lo suficientemente intransigente como para no permitir las alianzas de ningún tipo con los partidos de la derecha, dígase PRI y PAN.
Los trabajadores debemos luchar porque el movimiento que encabeza AMLO se unifique de manera firme y decidida con el movimiento que impulsan los trabajadores electricistas, los mineros, los campesinos pobres, los jóvenes y en general toda la clase trabajadora, asumiendo sus demandas y movilizándose a su lado, sólo de esa manera podremos garantizar el triunfo de las masas explotadas por sobre la burguesía parasitaria.
Una consigna que debe adoptar el movimiento es la de la expulsión de los chuchos y el ala de derechas del partido, pero además el movimiento debe exigir a las dirigencias del PT y de Convergencia que dejen de lado cualquier tipo de coqueteo con el PAN y el PRI.
Aunado a ello los comités de base deben plantearse la tarea firme de defender la candidatura de AMLO. En recientes fechas tres de las corrientes perredistas ligadas a los chuchos anunciaron que es posible descartar el proceso de elección de nueva dirigencia del partido programada para diciembre de ese año.
El argumento es el supuesto fracaso que tuvo el proceso de afiliación de miembros del partido en donde el caso de Veracruz es el más escandaloso, pues solo ocho personas asistieron a afiliarse. Esto no es ninguna sorpresa cuando el ala de los chuchos ha hecho una campaña firme de sabotaje hacia el proceso de afiliación para mantenerse de manera ilegítima en la dirección del PRD.
Es probable que, rumbo al 2012, la derecha del PRD junto con Manuel Camacho, coordinador del DIA, se valga de este y otros argumentos para evitar a toda costa que AMLO sea el candidato del partido. Los trabajadores debemos tener una firme y decidida participación para que AMLO sea elegido como el candidato del PRD en unidad al PT y convergencia, hacia 2012 y esto se debe decidir mediante la participación de todo el movimiento en las elecciones internas; no podemos confiarnos en las encuestas ni en sondeos de opinión realizadas por empresas que han demostrado estar a favor de la burguesía. Las encuestas para elegir el candidato de la izquierda rumbo a 2012 no son el método correcto, deben ser las elecciones internas las que lo decidan para asegurar la candidatura de AMLO en las elecciones de 2012.
El camino a seguir
Debemos organizar comités en todas partes e integrando a la mayor cantidad de personas posibles, exponía AMLO en la asamblea. Totalmente correcto. Pero ¿qué tipos de comités necesitamos? El movimiento legítimo debe luchar por conformar comités del movimiento o comités de base del PRD en cada colonia, en cada delegación, en cada comunidad, en cada municipio, en cada estado. Entre unos y otros, a pesar de las siglas, no debe existir ninguna diferencia en su contenido: ambos tipos de comités deben ser herramientas de lucha de los pobres contra los ricos y, llegada la coyuntura de las elecciones, transformarse en bastiones que organicen a las masas de la ciudad y del campo para asegurar un triunfo de la izquierda e impedir un nuevo fraude electoral.
Dichos comités deberán ser conformados por todos los que allí participen pero además deberán tener una estructura democrática en donde todos los que colaboren tengan voz y en donde todas las medidas que se adopten sean cumplidas por todos los participantes. Debemos desterrar la antidemocracia y la llamada horizontalidad eliminando el hecho de que aquellos que no trabajen de manera decidida por impulsar el movimiento puedan participar y votar el camino a seguir o discutir y discutir sin llegar a nada.
Los comités deben tener un trabajo regular y deben tomar la iniciativa. Además deben impulsar el debate sobre cuáles son los siguientes pasos del movimiento y cómo llegaremos hacia 2012. El movimiento debe sumergirse totalmente en la toma de decisiones y debe adoptar a este movimiento como suyo.
También debe ser tarea de los comités participar en las distintas luchas de la clase trabajadora. Debemos seguir impulsado acciones en defensa de los trabajadores del SME, en defensa de los mineros y en defensa del empleo. La unidad del movimiento obrero tendrá que ser visible, lo hemos hecho en otras ocasiones y debemos seguir haciéndolo, no hay ni debe haber lucha en la cual el movimiento legítimo no participe.
La dirección de los comités debe ser elegida de manera democrática y bajo los métodos y principios del movimiento obrero. No más autoritarismos ni corrupción. Todos los dirigentes deberán tener revocabilidad de cargos cuando el comité así lo decida y además deberán ser dirigentes honestos, insistimos, probados por el movimiento obrero.
Abajo el gobierno de Calderón
La debilidad del gobierno de Calderón se ha agudizado. La política que ha llevado adelante naturalmente no ha conectado con el pueblo trabajador y al mismo tiempo ha provocado desconsuelo ente algunos sectores de la clase a la que representa, todo ello ante su incapacidad por sacar adelante las contrarreformas. Nunca en la historia reciente un gobierno había sido tan tremendamente débil y tan vilipendiado por la burguesía como el de Calderón.
Su debilidad es tal que incluso sus compañeros de partido han hecho fuertes declaraciones en su contra en los últimos días. Basta escuchar las amenazantes declaraciones de Manuel Espino al respecto de la pretensión de Calderón para incidir en las elecciones de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), “¿Quién se cree Calderón para estarle pidiendo a los jefes o ex jefes de Estado que metan las manos en un proceso democrático en la ODCA?...“Le voy a dar muchas sorpresas al Presidente en las semanas que vienen que no le van a gustar”, advirtió.
Aunado a ello las iniciativas que ha llevado adelante han sido rechazadas tajantemente por el pueblo trabajador; la lucha de los trabajadores del SME es una de ellas. Calderón pensaba que eliminando a la compañía de Luz y Fuerza del Centro lograría terminar con uno de los sindicatos más combativos del país y, después de 10 meses, aún no lo logra.
Otro elemento es la lucha contra el narcotráfico, que tan sólo en el mandato de calderón ha arrojado un saldo de más de 25 mil muertos. La descomposición del ejército mexicano es tal que a nadie sorprende el hecho de que muchos de los sicarios que arremeten a diario contra la población hayan sido ex soldados. Además la deserción en las filas del ejército y policías estatales ha llegado a índices históricos, tan sólo en ocho años la deserción alcanzó a 150 mil soldados de los cuales mil 560 habían pertenecido a grupos de élite.
Estos elementos son suficientes para darnos cuenta de cuán débil es el gobierno calderonista. Con un pequeño empujón de la clase trabajadora el gobierno de Felipe Calderón caería sin ningún problema. Las obligadas declaraciones de Calderón acerca de que no hay nada más fuerte que el Estado mexicano se desvanecen al entrar al terreno de las cifras y los hechos y no son más que patadas de ahogado.
El SME y otras organizaciones han llamado para este 29 de septiembre a una huelga general. El marco de esta huelga se da en un contexto histórico en donde no sólo los trabajadores mexicanos saldremos a movilizarnos sino también trabajadores españoles, quienes están convocando para la misma fecha a la acción.
El movimiento legítimo debe plantearse como tarea de primer orden su participación en este acontecimiento. La huelga general debe ser impulsada por todo el movimiento, por obreros, campesinos, estudiantes, jóvenes y demás clases explotadas. Debemos paralizar todos los centros laborales del país y obligar a las dirigencias de los sindicatos charros a impulsarla fuertemente. El movimiento está encaminado hacia el 2012 pero no necesariamente tendremos que esperar hasta esa fecha, debemos continuar con la lucha desde ahora y buscar el triunfo del movimiento obrero lo antes posible.
Todo lo anterior es posible. Todas las demandas del movimiento obrero son totalmente realizables pero bajo un sistema que pueda garantizarlas. El capitalismo ha demostrado ser insuficiente para ello. Desde las páginas de Militante llamamos a todos los trabajadores a organizarse con nosotros y a impulsar un programa socialista que termine de una vez por todas no sólo con el gobierno de Calderón sino también con un sistema que lo único que ha demostrado tener es miseria, explotación y degradación. Otro mundo es posible, solo con el socialismo.
Difusión: TONATIUH MALDONADO.
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