Por Fausto Fernàndez Ponte
16 agosto 2010
ffponte@gmail.com
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“Una revolución social se inicia con una revolución de las conciencias”.
José Saramago.
I
En sus “Reflexiones” –que se publican en cientos de periódicos en todo el orbe-- Fidel Castro aludió el 11 de agosto a Andrés Manuel López Obrador y al actual modelo económico y político mexicano y ello ha encendido a La Mafia en el Poder en México.
En realidad, el texto del héroe mayor de la Revolución Cubana es una reseña del libro de don AMLO, “La mafia que se ha adueñado de México… y el 2012”, publicado en junio, pero que ha tenido un enorme éxito pese a que La Mafia bloquea su circulación.
La visceral reacción de La Mafia se emblematizó en las acciones del gobierno de México, de franca catadura plutocrática, que protestó en lo mediático y en lo diplomático, como si el ex Presidente de Cuba fuese aun funcionario gubernamental.
Señálese que el Comandante es un ciudadano alejado formal y oficialmente del quehacer gubernamental, de modo que sus opiniones son las de un ciudadano privado independientemente de que su sentir y parecer refleje o no los del gobierno cubano.
II
No en vano Porfirio Muñoz Ledo, diputado por el Partido del Trabajo, calificó de “aldeana” la reacción de La Mafia en el Poder trasmitida mediante su sicario formal, el propio gobierno de México. A la reacción se le dio cauce diplomático.
Y, en ese empeño, la secretaría del despacho de Relaciones Exteriores del Poder Ejecutivo –que trasmitió el sentir de La Mafia y su personero putativo mayor, el señor Calderón— exhibió ese aldeanismo al que se refirió el legislador Muñoz Ledo.
Más no fue éste solón el único que reaccionó ante la rusticidad virulenta de La Mafia, pues también varios senadores de la República criticaron la respuesta tan palurda difundida por la SRE, con la cual se conculcó un acuerdo bilateral con Cuba.
El asunto no merecería registro fuere no por la desmesurada reacción de La Mafia (al través, reitérese, de la SRE) cuya susceptibilidad se acentúa según don AMLO concita cada día más apoyo popular a su precandidatura a la Presidencia de México.
III
¿Qué irrita y alarma realmente a La Mafia con respecto a la declaración del viviente icono cubano? Que siendo precisamente un icono en Cuba, en Nuestra América y en el mundo, su reseña acerca del libro de don AMLO conlleva plusvalía política.
Y si la reseña ha provocado interés en México y otras latitudes, la reacción airada del gobierno calderonista –es decir, de La Mafia— ha agudizado dicho interés, en un contexto de por sì muy difundido: el de la “narcoguerra” y los 28 mil asesinados.
La guerra contra los cárteles del tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicos, la inviabilidad del modelo económico y político prevaleciente en México –expoliación y simulación— son, en realidad, indicadores de la descomposición del poder político.
Esa descomposición es imparable y, por ello, tiene un destino inexorable: su desintegración, arrastrando consigo al Estado mexicano mismo, creándose de esa guisa condiciones para la fundación de una nueva República, que sería la cuarta.
Pero la noción jurídica de la IV República Mexicana sería la del Estado. Crear un nuevo Estado, uno social y orientado, así, a servir a los pueblos de México, sobre todo a sus estratos marginados y excluidos, y recuperar nuestro país en poder hoy de La Mafia.
ffponte@gmail.com
José Saramago.
I
En sus “Reflexiones” –que se publican en cientos de periódicos en todo el orbe-- Fidel Castro aludió el 11 de agosto a Andrés Manuel López Obrador y al actual modelo económico y político mexicano y ello ha encendido a La Mafia en el Poder en México.
En realidad, el texto del héroe mayor de la Revolución Cubana es una reseña del libro de don AMLO, “La mafia que se ha adueñado de México… y el 2012”, publicado en junio, pero que ha tenido un enorme éxito pese a que La Mafia bloquea su circulación.
La visceral reacción de La Mafia se emblematizó en las acciones del gobierno de México, de franca catadura plutocrática, que protestó en lo mediático y en lo diplomático, como si el ex Presidente de Cuba fuese aun funcionario gubernamental.
Señálese que el Comandante es un ciudadano alejado formal y oficialmente del quehacer gubernamental, de modo que sus opiniones son las de un ciudadano privado independientemente de que su sentir y parecer refleje o no los del gobierno cubano.
II
No en vano Porfirio Muñoz Ledo, diputado por el Partido del Trabajo, calificó de “aldeana” la reacción de La Mafia en el Poder trasmitida mediante su sicario formal, el propio gobierno de México. A la reacción se le dio cauce diplomático.
Y, en ese empeño, la secretaría del despacho de Relaciones Exteriores del Poder Ejecutivo –que trasmitió el sentir de La Mafia y su personero putativo mayor, el señor Calderón— exhibió ese aldeanismo al que se refirió el legislador Muñoz Ledo.
Más no fue éste solón el único que reaccionó ante la rusticidad virulenta de La Mafia, pues también varios senadores de la República criticaron la respuesta tan palurda difundida por la SRE, con la cual se conculcó un acuerdo bilateral con Cuba.
El asunto no merecería registro fuere no por la desmesurada reacción de La Mafia (al través, reitérese, de la SRE) cuya susceptibilidad se acentúa según don AMLO concita cada día más apoyo popular a su precandidatura a la Presidencia de México.
III
¿Qué irrita y alarma realmente a La Mafia con respecto a la declaración del viviente icono cubano? Que siendo precisamente un icono en Cuba, en Nuestra América y en el mundo, su reseña acerca del libro de don AMLO conlleva plusvalía política.
Y si la reseña ha provocado interés en México y otras latitudes, la reacción airada del gobierno calderonista –es decir, de La Mafia— ha agudizado dicho interés, en un contexto de por sì muy difundido: el de la “narcoguerra” y los 28 mil asesinados.
La guerra contra los cárteles del tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicos, la inviabilidad del modelo económico y político prevaleciente en México –expoliación y simulación— son, en realidad, indicadores de la descomposición del poder político.
Esa descomposición es imparable y, por ello, tiene un destino inexorable: su desintegración, arrastrando consigo al Estado mexicano mismo, creándose de esa guisa condiciones para la fundación de una nueva República, que sería la cuarta.
Pero la noción jurídica de la IV República Mexicana sería la del Estado. Crear un nuevo Estado, uno social y orientado, así, a servir a los pueblos de México, sobre todo a sus estratos marginados y excluidos, y recuperar nuestro país en poder hoy de La Mafia.
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