Rómulo Pardo Silva
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Su revolución enseña lo mucho que puede realizarse y también las tareas que son muy lentas y difíciles. Muestra que es muy diferente tomar el poder y construir el país de ciudadanos socialista.
Es indiscutible que la Revolución ha tenido éxitos notables, salud, paz, justicia, cultura, solidaridad internacional, unidad y valentía para enfrentar 50 años de ataques del imperio y sus allegados. En educación un gran triunfo, pero incompleto.
El discurso de Raúl Castro en la Asamblea Nacional del Poder Popular encierra una clase de política franca y valiente que debe reflexionarse. (1)
Cuba tiene problemas económicos graves que en parte son responsabilidad de sus trabajadores y de una limitación de la educación.
El régimen cubano, lo opuesto a la democracia de los capitalistas, garantiza alimentación, seguridad social, trabajo para todos, servicios gratuitos.
Desgraciadamente como consecuencia negativa se ha producido un déficit que amenaza ser incontrolable si no se toman medidas con decisión.
Se debió renegociar la deuda externa, la productividad y eficiencia del trabajo son bajas, las exportaciones débiles, la sustitución de importaciones insatisfactoria, la producción de alimentos obliga fuertes importaciones, los gastos sociales, propios del socialismo, son enormes y considerables los gastos improductivos.
Como causas hay políticas derivadas de situaciones de decenios anteriores y desaciertos.
En el sector estatal es excesivo el número de funcionarios, el tratamiento laboral y salarial paternalista no incentiva a trabajar, personas que no laboran tienen largos años garantizado el sueldo, en el plan del azúcar y de otras producciones agropecuarias se cometieron errores.
Se suman conductas irresponsables de ciudadanos que no pudieron ser corregidas por su excelente educación, la mejor de los países en desarrollo. En el país cundió la noción que se puede vivir sin trabajar. Falta disciplina laboral y social. Pese a la crisis mundial el gasto eléctrico residencial crece sobre lo previsto. Se pueden agregar, no lo dijo Raúl esta vez, el robo de combustible, materiales de construcción, alimentos, del estado; la existencia de un mercado negro; puestos de trabajo vacantes por falta de interesados. Y la población en estas condiciones siente que se debe aumentar los sueldos.
Una política casi mundial presiona, conspira, para que la economía se corrija hacia una política capitalista y se desmonte el socialismo.
La respuesta revolucionaria es declarar irrevocable el socialismo; perfeccionar el modelo con el pueblo, en forma responsable y al ritmo necesario. Superar los problemas unidos los revolucionarios, la mayoría del pueblo y la dirección. Encontrar las medidas adecuadas oyendo y discutiendo las discrepancias honestas colegiadamente.
Las medidas acordadas son duras.
Despedir funcionarios estatales excedentes, poner fin al paternalismo de gastos improductivos, cambiar el pago igualitario del trabajo.
Ampliar la economía privada, autorizarla a contratar fuerza de trabajo, crear para ella un régimen de impuestos a las ventas e ingresos. Ahí podrían tener una alternativa los trabajadores despedidos.
“Hay que borrar para siempre la noción de que Cuba es el único país del mundo en que se puede vivir sin trabajar”, dijo Raúl, pero habrá asistencia social para los que no estén en capacidad de trabajar y sus familias.
Se trata, dijo, de un cambio estructural y de concepto, de preservar y desarrollar el sistema social y de hacerlo sostenible en el futuro.
Ideas queridas de la Isla cambian y surgen preguntas y riesgos.
Para el éxito del plan el gobierno confía en el manejo político del Partido, en la Central de Trabajadores de Cuba, los sindicatos y la mayoría del pueblo, en particular del respaldo decisivo de la clase obrera, junto a los campesinos y el resto de los sectores de la sociedad. De aplicar con ecuanimidad y transparencia las medidas.
Se puede pensar que se afronta peligros, la imitación del modelo chino, un descontento interno, condiciones mejores para la subversión dirigida y financiada por Estados Unidos. Raúl en su discurso recordó que Bush el 2003 anunciaba el cambio de régimen en Cuba y designó un interventor para administrar el país tras ser ocupado.
Los socialistas deben ser firmes para defender el sistema y dar la cara a sus dificultades sin simulación. La Revolución se gana sin lamentaciones.
1 Ver Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz en la Asamblea Nacional del Poder Popular 1 de agosto del 2010
http://www.granma.cu/espanol/cuba/2agosto-hemos.html
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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