jueves, diciembre 30, 2010

En medio de la crisis política estadounidense Mayoría mundial expresa en ONU desacuerdo con EEUU


Barómetro Internacional

Por Ernesto Wong Maestre

Como los medios de comunicación transnacionales al servicio del complejo militar-financiero-industrial-comunicacional (CMFIC) de EEUU tienen entre sus funciones ignorar o minimizar las noticias y comentarios que puedan dañar sus intereses de hegemonía, los resultados de las sesiones de la Asamblea General de la ONU son blanco de esa política imperial que también impulsa -aunque parezca paradójico- la imagen de la inutilidad de la ONU, sobre todo cuando a la Asamblea General se refiere, la única opción de acuerdo colectivo mundial que sin ser vinculante tiene significativa relevancia.
En seis Resoluciones aprobadas este 30 de noviembre en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre temas relacionados con el conflicto del Medio Oriente, los Estados Unidos e Israel votaron en contra de la mayoría mundial que busca salidas pacíficas y justas.
Con más de 100 votos en cada una la Asamblea General de ONU aprobó las resoluciones sobre el Comité para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino, la División de la Secretaría de los Derechos de los Palestinos y sobre el Golán sirio, informa un reporte del periodista Victor Carriba, corresponsal de Prensa Latina.
Los temas que mayor aprobación mundial tuvieron en las resoluciones aprobadas, con más de 160 votos, fueron referidos al Programa especial de información sobre la cuestión de Palestina, el Arreglo pacífico de la cuestión de Palestina y los casos de Jerusalén, y en todos ellos votaron en contra de la gran mayoría los EEUU, Israel, Islas Marshall, Micronesia, Palau y Nauru.
La mayoría mundial demostró con diferentes argumentos y desde diferentes perspectivas el interés prioritario de los gobiernos de los cinco continentes en que Israel debe retirarse de los territorios palestinos ocupados, que debe cesar la construcción de asentamientos en esas tierras y que se deben cumplir las resoluciones de la ONU sobre el Medio Oriente.
Carriba estima que esa mayoría mundial opuesta a EEUU e Israel reiteró “la defensa de los derechos inalienables del pueblo palestino, entre ellos a la libre autodeterminación, uno de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas”.
Al evaluar este impacto en la opinión pública mundial el periodista recuerda cómo en este año esa mayoría de los gobiernos del mundo se expresó con 187 votos a favor de la Resolución que condenó por genocida y cruel el bloqueo económico, financiero y comercial de EEUU contra Cuba por medio siglo, con lo cual quedó aún más aislado el gobierno estadounidense.
Pareciera que los gobernantes en el mundo están tomando conciencia de la crisis ética a que algunos líderes y estudiosos se han referido últimamente con mayor intensidad.
Las Resoluciones de la ONU no son vinculantes y tampoco ejercen mayor peso en el Consejo de Seguridad donde las decisiones están permeadas por el derecho al veto que disponen sólo cinco potencias (EEUU, Rusia, China, Francia e Inglaterra) y sus direcciones estarán determinadas por sus intereses y posiciones políticas de cada uno de esos gobiernos, unos más estables que otros y/o con más contradicciones internas que otros. Sin dudas, según las tendencias mundiales, cada día que transcurra EEUU quedará más aislado en ese Consejo de Seguridad.
Sin embargo, no considerar estos cambios sustanciales en la opinión pública mundial por parte de las potencias que pueden provocar o detener una conflagración mundial sería una actitud demencial, poco probable aunque no excluible en el mundo globalizado de hoy.
Estos últimos acontecimientos de ONU se producen en medio de una fuerte crisis económica en los EEUU con claras expresiones en la correlación de fuerzas políticas que obstaculizan de forma creciente la gestión de gobierno del presidente Barack Obama, sobre todo por el ascenso de corrientes ultraderechistas sobre las cuales el partido Republicano ha basado su accionar.
Así quedó evidenciado este martes en la reunión bipartidista con la participación de Obama en la cual congresistas republicanos expresaron su oposición a eliminar la extensión de impuestos al 2% de la población más rica del país que si se mantiene dicha negativa ello representaría un déficit fiscal de 700 mil millones de dólares, según reportó Prensa Latina.
Pero los obstáculos internos a Obama no se detuvieron y en el candente tema de la carrera armamentista los republicanos allí presentes encabezados por Mitch McConnell y el próximo presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, manifestaron su oposición a la aprobación del Acuerdo Start de desarme nuclear con Rusia, sobre el cual Obama había reiterado su compromiso de cumplirlo a su homólogo Dmitri Medvédeev en la ultima reunión de la Otan en Lisboa en que cortejó a la potencia euroasiática para tenerla de su lado en el escudo antimisiles “europeo”.
La crisis política pudiera elevar su nivel con el desarrollo de lo que ya se conoce como el “Cablegate” en referencia a los 250 mil documentos de EEUU clasificados como restringidos y secretos que el portal Wikileaks está difundiendo y que revelan varias de las características que durante los últimos treinta años ha tenido la diplomacia estadounidense trazada bajo los principios del llamado reaganismo establecidos por primera vez en los llamados Documentos de Santa Fe.
Sin embargo, dice el Secretario de Defensa Robert Gates, quien tiene sus días contados en la Casa Blanca, que las consecuencias para EEUU de las revelaciones de Wikileaks son pocas aunque no especificó la calidad de ellas, con lo cual demuestra una vez más su mediocridad estratégica heredada del falaz George W. Bush, tal y como quedó evidenciado en los comentarios de varios gobiernos aliados sobre las Memorias del expresidente estadounidense.
"¿Es embarazoso? sí, ¿es incómodo? sí. ¿Consecuencias para la política exterior estadounidense? Muy pocas", expresó Gates en una rueda de prensa reportada por varias agencias.
El descrédito, la desconfianza o la cautela internacional hacia la diplomacia estadounidense se hace evidente en los comentarios de la prensa mundial, en las controvertidas declaraciones de sus aliados que se encuentran presionados por la opinión pública de sus sociedades y en las declaraciones de los gobiernos que se han visto afectados por el espionaje de EEUU que tomarán nuevas medidas de defensa ante las evidentes intromisiones, lo cual abrirá de inmediato una fase de mayor debilidad en el uso de los instrumentos diplomáticos del denominado “smart power” y en las propias operaciones que llevan a cabo las numerosas agencias de información e inteligencia de la primera potencia militar del planeta.
¿Conducirá ello a priorizar aún más las herramientas no diplomáticas y los instrumentos de fuerza?
“Hay muchas cosas de las cuales hablar cuando Estados Unidos está envuelto en un colosal escándalo como consecuencia de los documentos publicados por Wikileaks, cuya autenticidad -independientemente de cualquier otra motivación de ese sitio web- nadie ha puesto en duda” afirmó el líder cubano Fidel Castro en su última reflexión sobre Haití y el cólera.
Y todo ello formando parte de una coyuntura mundial en la cual se destaca la crisis financiera, económica y política europea con fuertes consecuencias sociales en Grecia, España, Italia, Bélgica, Holanda, Irlanda, Francia, Reino Unido, Portugal, Alemania, entre otros países de la Eurozona, así como el cauce que vienen tomando los conflictos en el Medio Oriente y el conflicto de la Península coreana en los cuales EEUU está inmerso sin dar señales de cómo va a salir de ellos sin obtener una derrota aplastante. wongmaestre@gmail.com

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