MÉXICO, DF, 1 de febrero (apro).- El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) de México, presidido por la arquitecta Olga Orive, entregó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) una denuncia oficial por “grave afectación” al Palacio de Bellas Artes.
La queja se acompañó de un dictamen técnico elaborado por diversos especialistas en arquitectura, acústica, historia y otros aspectos relacionados con la intervención al monumento.
La denuncia se entregó esta mañana en la sede en París del Centro de Patrimonio Mundial (CPM), dirigido por Francesco Bandarin, pero también se hizo llegar una copia a las oficinas de la representante de la UNESCO ante México, Katherine Grigsby.
En rueda de prensa, Orive dijo a los medios que Nuria Sanz, directora de la división para América Latina y el Caribe del CPM, ya acusó recibo del expediente que lleva copia no sólo para el presidente de ICOMOS internacional, Gustavo Araoz, sino para varios funcionarios mexicanos.
Entre quienes recibieron la queja, destacan Alfonso Lujambio, secretario de Educación Pública; Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta); Teresa Vicencio, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); la senadora María Rojo y la diputada Kenia López Rabadán, presidentas de las respectivas comisiones de Cultura en el Congreso de la Unión.
Orive aclaró que no se trata de una denuncia penal ni queja formulada ante una “Corte internacional”, sino un mecanismo acorde con el carácter consultivo del ICOMOS, así como de la propia UNESCO y la Convención del Patrimonio Mundial.
En el documento se solicita que el CPM ordene una “misión reactiva” que venga a constatar en el sitio, “de la manera más objetiva, el grave daño causado al bien patrimonial por una intervención que no respetó los criterios establecidos en las cartas internacionales del ICOMOS y en las directrices establecidas por la UNESCO”.
El expediente presenta una descripción del caso, a manera de introducción; la historia del edificio; los fundamentos tanto internacionales como nacionales en los que se fundamenta la denuncia, entre ellos los principios de restauración internacionalmente reconocidos.
Asimismo, el análisis de la obra en cuanto a conservación y restauración; situación actual del Palacio de Bellas Artes; calidad acústica; mecánica de suelos, y protección civil, así como análisis legal y conclusiones.
Se espera que la UNESCO envíe a la “brevedad posible” la misión reactiva, aunque Orive desconoce cuánto tiempo puede tardar la respuesta.
De lo que sí está convencida es que una vez que la misión haya hecho su propia evaluación, entonces dirigirá una carta al gobierno de Felipe Calderón en la llama a revertir los daños.
Recordó que en el caso del inmueble histórico demolido por el gobierno de la Ciudad de México en la calle de Regina 97 en el Centro Histórico, así sucedió: la misión reactiva acudió a constatar los hechos, formuló un dictamen y conminó al gobierno capitalino a reconstruir el inmueble y entregarlo a su propietario, aunque todo ello aún no se ha cumplido.
Sin embargo, deploró, esas acciones contribuyen a causar una mala imagen del país en el extranjero, cuando México se distinguió hasta hace unas décadas por sus políticas culturales.
El anterior presidente de ICOMOS-México, Xavier Villalobos, presente también en la rueda de prensa, comentó que desde hace más de 40 años este organismo ha recibido denuncias por destrucción del patrimonio, pero lamentó que, “en el colmo de la prepotencia”, hayan sido los propios funcionarios del INBA los causantes del daño en ese monumento.
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