LONDRES, 27 de mayo (apro).- Estados Unidos y Gran Bretaña, aliados históricos y socios en la llamada “guerra contra el terrorismo”, crearán una agencia de seguridad trasatlántica encargada de analizar los desafíos para ambos países frente a la amenaza terrorista y de seguridad global, en una medida que busca afianzar los lazos bilaterales.
El organismo, anunciado el pasado 25 de mayo tras la visita de Estado a Gran Bretaña del presidente estadunidense Barack Obama, estará formado por un panel de militares, espías, funcionarios y diplomáticos de ambos países, quienes evaluarán en detalle las amenazas de seguridad de las dos naciones, incluidas medidas que eviten atentados como el del 11 de septiembre de 2001.
La agencia de seguridad llevará por nombre Consejo Conjunto Estratégico de Seguridad Nacional o Joint Strategy Board.
El organismo reemplazará las reuniones de emergencia COBRA en Downing Street, en Londres, y las llamadas de "situaciones críticas" en la Casa Blanca, en Washington, ambas utilizadas por los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña en caso de alerta nacional.
El panel, que contará con funcionarios del Foreign Office (la cancillería británica), como también del Departamento de Estado norteamericano, se reunirá cuatro veces al año en Londres y Washington, para evaluar las amenazas terroristas, tanto en suelo británico como en el estadunidense, y analizar evidencia provista por la CIA y el MI5.
Además, intercambiará información de Inteligencia, datos sobre posibles planes de ataque o atentados en preparación, como también la identificación de potenciales atacantes en otros países del mundo.
Su presupuesto inicial se estima en los 500 millones de dólares, aunque esa cifra podría aumentar con el correr de los meses a medida que se incrementen las actividades y tareas destinadas.
“El Consejo Conjunto de Estrategia de Seguridad Nacional examinará respuestas para tomar acciones a desafíos a largo plazo en materia de medio ambiente de seguridad y economía global”, informó durante la visita de Obama a Londres un portavoz oficial de Downing Street, sede del gobierno británico.
Las conclusiones de cada reunión del panel serán presentadas ante los respectivos consejeros de seguridad nacional, británico y estadunidense, los cuales deberán determinar si las medidas sugeridas deben ser empleadas o no.
En el caso del Reino Unido, las medidas deben ser aprobadas primero por el Parlamento británico, que tendrá un veto a la hora de tomar decisiones.
La creación de la nueva agencia selló una visita del presidente estadunidense a Londres, del 24 al 25 de mayo, que tuvo como referente reforzar y profundizar las “relaciones especiales” entre Estados Unidos y Gran Bretaña, como dejaron en claro tanto Obama como Cameron en un artículo del periódico The Times, publicado el pasado lunes 23.
En ese artículo ambos mandatarios definieron las relaciones entre sus dos países como "esencialmente (importantes) para nosotros y para el mundo".
Obama y Cameron escribieron que "Estados Unidos y Gran Bretaña deben ser más seguros y más prósperos, junto a nuestros pueblos y los pueblos del mundo".
"Al Qaeda y sus seguidores continuarán con la intención de atacar a nuestros países y nosotros debemos trabajar juntos para proteger a nuestros pueblos de su venenosa ideología", agregaron los dos mandatarios en el artículo.
"Esto significa compartir las informaciones. No habrá alguna impunidad o refugio para aquellos que quieren hacernos mal. Y si esto significa continuar nuestra misión en Afganistán, adiestrar al ejército y a la policía afgana de modo que puedan garantizar la seguridad en su país y nuestras tropas puedan volver a casa", agregaron, citando el caso afgano, pero incluyendo también operaciones militares en otros países, como Pakistán y Libia.
El tono del artículo tuvo su eco en la ponencia que Obama dio el 25 de mayo en el Westminster Hall del Parlamento británico, el primero pronunciado por un presidente estadounidense en ese recinto medieval.
Durante ese discurso ante invitados especiales, entre los que se encontraban los exprimeros ministros británicos Tony Blair, Gordon Brown y John Major, Obama sostuvo que a pesar de la emergencia de nuevos superpoderes mundiales como Brasil, India y China, el tiempo de liderazgo para Estados Unidos y Gran Bretaña es "ahora", y confirmó que la relación entre Londres y Washington "es esencial e indispensable" para crear un mundo "pacífico y próspero".
Al iniciar la ponencia, el mandatario admitió que la relación anlgo-estadunidense "ha sido siempre sobre analizada", aunque agregó que pocas naciones "se acompañan tan firmemente, hablan tan fuerte y luchan tan duro para defender valores democráticos en todo el mundo", como ambos países.
También destacó que tras el fin de las operaciones en Irak, un progreso militar en Afganistán y el asesinato de Osama Bin Laden "marcan un nuevo capítulo en la historia compartida", como también nuevos desafíos.
Sin embargo, rechazó el argumento que el crecimiento de superpoderes como China, India y Brasil implica una reducción en la influencia de Estados Unidos y Europa en el mundo.
“Tal vez estas naciones representen el futuro, y el tiempo de nuestro liderazgo haya pasado. Este argumento es erróneo. El tiempo para nuestro liderazgo es ahora", subrayó.
"Fue Estados Unidos, el Reino Unido y nuestros aliados democráticos que delinearon el mundo en el que estas nuevas naciones pueden emerger e individuos prosperar", continuó el presidente.
Poco antes y en una ponencia en el Lancaster House de Londres, Obama dijo que "la relación entre ambos países es más fuerte que nunca".
"Me aseguraré que así continúe", sentenció.
La creación de la agencia de seguridad trasatlántica y la visita de Estado no hicieron más que reforzar una polémica alianza que sigue vigente a pesar de los traspiés que sufrió en la invasión a Irak (2003) y en el conflicto de Afganistán.
En la conferencia de prensa que Cameron y Obama dieron en el Lancaster House de Londres, previo a la ponencia del presidente estadounidense en el Westminster Hall, un reportero preguntó a ambos si creían que su relación era similar a la de los ex mandatarios George W. Bush y Tony Blair.
“La relación personal es obviamente distinta, pero el vínculo entre nuestros países ese el mismo”, dijo el primer ministro británico, sonriendo ante la audiencia.
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