MÉXICO, D.F. (apro).- En su discurso al recibir el Premio Feria Internacional del Libro de Literatura (FIL) y Lenguas Romances, el escritor colombiano radicado en México, Fernando Vallejo, describió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) como “el semillero de todos los cárteles” en el país.
También hizo alusión a la “siniestra policía” que anidaba en los gobiernos del PRI.
Asimismo, Vallejo criticó al presidente Felipe Calderón y lo calificó como “un hombre indigno del puesto que ocupa”.
Con sus declaraciones el escritor se ganó la ovación y aplausos de los presentes en la inauguración de la FIL Guadalajara 2011, a excepción del nobel Mario Vargas Llosa, quien se abstuvo de aplaudirle.
Previo a la inauguración de la FIL en su edición 25, la directora del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, entregó el reconocimiento al autor, que suscitó la controversia en su discurso de agradecimiento.
“Hoy me piden que hable, pero como México calla, yo tampoco pienso hablar”, comenzó Vallejo.
“Para mí, México es música”, dijo del lugar en que vive desde 1971, y del que anotó: “Si me hubiera educado en la escuela del PRI ya sería millonario pero en Medellín no había PRI”.
Este partido, agregó, cantó durante 70 años: “ahí te dejo estos dos pesos, pagas la renta, el teléfono y la luz”.
Entrado en el tema de la música popular, citó a Chava Flores: “Mira, Bartola, ái te dejo estos dos pesos. Pagas la renta, el teléfono y la luz. De lo que sobre, coges d’iái para tu gasto. Guárdame el resto pa comprarme mi alipús’. Ta ra ta ta ta tán. Ésa era la que le cantaba todavía a México el PRI cuando llegué de Nueva York hace 40 años. Y se la siguió cantando otros 30, hasta ajustar setenta, cuando los tumbó mi gallo”.
Además Vallejo, de 69 años, autor de La virgen de los sicarios y El desbarrancadero, habló de la muerte inescapable: “No es tan terrible como se cree. Yo no la pienso llamar pero cuando llegue y llame a mi puerta con gusto le hablo”, apuntó.
Discurso íntegro de Fernando Vallejo:
Como este acto se encamina a su final y ya queda poco tiempo, les diré brevemente que me siento muy honrado por el premio que me dan; que no pienso que lo merezca; que este diploma lo guardaré en mi casa con orgullo; y que los ciento cincuenta mil dólares que lo acompañan se los doy, por partes iguales, a dos asociaciones caritativas de México: los “Amigos de los Animales”, de la señora Martha Alarcón de la ciudad de Jalapa; y los “Animales Desamparados”, de la señora Patricia Rico de la ciudad de México. En mi encuentro del lunes con los jóvenes universitarios que tendrá lugar en esta misma sala, se los entregaré a las señoras.
Habría preferido que esos dólares se los hubiera dado la FIL directamente a ellas sin pasar por mí, porque cuando tomo dinero me tengo que lavar las manos, pero no pudo ser por razones burocráticas. Eso de la lavada de las manos es una manía que me viene de la infancia, de la educación familiar. Cada que cogíamos una moneda, mi mamá nos decía: “Vaya lávese las manos m’hijo, que tocó plata”. (Allá a los niños les hablan de “usted”.) De unos niños educados así, ¿qué se podía esperar? Puros pobres. Me hubieran educado en la escuela del PRI, y hoy estaría millonario. ¡Pero qué iba a haber allá PRI! Medellín era una ciudad encerrada entre montañas, lejos del mundo y sus adelantos. Y mi mamá viendo microbios por todas partes como si fuera bacterióloga. No. Era una señora de su casa entregada a la reproducción como quiere el papa, una santa. ¡Cómo la hicimos sufrir! Muy merecido. ¡Quién la mandó a tener hijos!Leer articulo completo AQUI.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario