En el año 44 antes de Cristo, 60 senadores romanos liderados por Marco Bruto y Cayo Casio Longino conspiraron para acabar con la vida del emperador Julio César.
Sucedió a mediados de marzo, de ahí el término “idus”, que significa “a la mitad”. Y a ese episodio de conspiración y traición, se le conoce desde entonces como Los Idus de Marzo.
Es cierto que apenas pasamos los idus de febrero. Pero el apagón electoral que impone el IFE desde el miércoles por la noche hasta finales de marzo, podría tener malos presagios.
Como, por ejemplo, que esa oscuridad se convierta en el ambiente propicio para que los conspiradores y los traidores operen en la antesala del arranque oficial de la sucesión presidencial 2012. Y no es para menos.
LA CONSPIRACIÓN CONTRA EL PRI. El presidente Felipe Calderón se siente intranquilo con las fórmulas presidenciales de los tres partidos.
Habría deseado que el candidato priista fuera Manlio Fabio Beltrones, pero resultó ser Enrique Peña Nieto.
La habría gustado que Marcelo Ebrard fuera el abanderado de las izquierdas, y el de la unidad fue Andrés Manuel López Obrador.
Y ya en su partido, Felipe Calderón habría preferido a su delfín Ernesto Cordero. Pero no pudo superar el arrastre y la capacidad de operación de Josefina Vázquez Mota.
Por eso el presidente está desesperado. Obsesionado con impedir que se cumpla el presagio de las encuestas, que hoy le entregan la llave de Los Pinos al PRI.
Un PRI al que detesta, porque de acuerdo a sus propias palabras, su padre le enseñó a odiarlo. Es referencia directa del nuevo libro de Julio Scherer García, “Calderón de Cuerpo Entero” (Grijalbo).
En el texto, el periodista hace referencia a una conversación que tuvo con Gustavo Carvajal Moreno, el mitológico político y ex presidente del PRI.
La anécdota que le cuenta Carvajal Moreno habla de un regalo especial que le mandó hacer a quien consideraba su amigo, Felipe Calderón, con quien coincidió en la Cámara de Diputados.
Era una caja de 20 puros fabricada por artesanos en San Andrés Tuxtla. Una caja especial con el nombre de Felipe Calderón. “Se trataba de un regalo significativo, un signo de amistad”.
“Calderón vio la caja y la observó colérico. Descompuesto el semblante, me increpó. Me dijo que rechazaba el objeto, que debía saber para siempre que nada aceptaría de los priistas”. Y remató.
“Mi padre me enseñó a odiar a los priistas”.
Y esa falta de generosidad quedó demostrada el miércoles 15 de febrero en la toma de posesión del priista Fausto Vallejo
Vicente Fox Es Asesor Oficial De Peña Nieto: Ramón Alberto Garza
http://youtu.be/chHdEAtJatU
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