Este fin de semana, y en particular el 20 de mayo tuvimos el eclipse
anular de Sol que dio el banderazo para el trabajo planetario de este
año. Desde allí y hasta el tránsito de Venus el 5 y 6 de Junio estoy
segura de que veremos grandes movimientos sociales, asociados también a
las configuraciones que hay en el cielo con Júpiter y Mercurio.
Unos días después, el 27 de junio se terminan las campañas y el 1 de julio saldremos a votar.
El 10 de junio se realizará el segundo debate, uno que será muy
interesante porque ya tendrá un verdadero movimiento ciudadano viéndolo y
juzgándolo. Y uno que se realizará pasados los 16 días entre el eclipse
y el tránsito, un período de muchas sacudidas.
El viento de Tonatiuh sopló desde inicios del año mandando partículas
cargadas de acción, su soplo anunciaba y activaba las conciencias,
inquietándolas, poniéndolas alerta, coloreándolas como auroras de
posibilidades que tendrían que esperar al momento justo para florecer.
Ese momento llega de la mano del eclipse, la unión de los
complementarios que anuncia la Co-Creación, no el dominio del Sol o de
la Luna, sino la danza creativa de ambos.
Este domingo cuando terminamos de trabajar el eclipse, ya habíamos
tenido dos marchas: una anti Peña Nieto y otra a favor de López Obrador.
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