Lavemos dinero: ¿De qué tamaño tiene que ser el pecado que cometa un banco para que se le retire la concesión que le otorga el gobierno?
POR RAMÓN ALBERTO GARZA -
El caso HSBC es una vergüenza internacional para México. Pero, sobre todo, para el gobierno mexicano.
De nuevo la urgencia de limpiar lo que está sucio. Una vez más, la justicia expedita a la mexicana para evitar la justicia justiciera.
Y 379 millones de pesos fueron suficientes para limpiar la lavandería de 7 mil millones de dólares que ese banco creó para desprestigio de México.
Una
vez más, como ya es costumbre, el caso estalló en Estados Unidos. Las
autoridades mexicanas, desde la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
hasta la PGR, fueron incapaces de olfatear la fuga millonaria de
divisas.
En un año, y a través de un solo banco, se les fugó el 5 por ciento de las reservas internacionales, ¿y nadie se dio cuenta?
A
lo mejor porque no convenía. Quizás porque en algún momento era un
familiar de la casa presidencial el responsable de vigilar esos
ilícitos. En un descuido, porque uno de los socios mayoritarios de la
lavandería opera desde adentro del gobierno.
No en balde el hijo de un ex presidente de México y el primo
del director de Pemex son altos ejecutivos del banco que lava y manda
al extranjero con tanta facilidad los dineros de los narcos. Y también
de los políticos.
ver más:
http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/lavemos-dinero
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