La reforma laboral, que está por dictaminarse en la Cámara de Diputados, será definitoria para el presidente electo,
a decir de la analista política, Denise Dresser, pues determinará si
está dispuesto a quitarle los privilegios a las cúpulas sindicales o si
terminará doblegado por los intereses de éstas.
“Es una prueba de fuego para la presidencia de Enrique Peña Nieto y será una señal de qué tipo de liderazgo podrá ejercer”, sentenció la analista durante su participación en la Mesa Política de Noticias MVS primera emisión.
Consideró que las recientes declaraciones de Peña Nieto de que no
aprobará una reforma sin el apoyo de los sindicatos muestra que éstos lo “están doblegando” y podrían convertirlo en su “rehén sexenal”.
Dresser dijo que Felipe Calderón lanzó una “papa caliente” al
Partido Revolucionario Institucional a fin de evidenciar cómo bajo el
argumento de la autonomía sindical “defiende derechos indefendibles”.
Para Dresser, probablemente se aprobará una “reforma descafeinada”, que se centre sólo en el aspecto de la productividad y se “sacrifique” la agenda de democratización y transparencia sindical.
Sobre el tema, el analista Sergio Aguayo cuestionó las razones de
Calderón de enviar esta iniciativa de reforma al final de su sexenio.
Para el investigador del Colegio de México, elgobierno calderonista no utilizó los instrumentos con los que cuenta el Estadopara frenar o reducir abusos del sindicalismo y el ejemplo más evidente ha sido el del sindicato magisterial.
Aguayo recordó que la doctrina social emanada de la Revolución Mexicana, y plasmada en el artículo 123, se debilitó a
raíz de las reformas estructurales de los años ochenta y consideró que
si en la reforma se aprueba sólo la parte referente a la productividad
“seguirá reduciéndose el espacio legítimo para la defensa que tienen los
trabajadores, lo cual repercutiría negativamente en otros ámbitos”.
http://youtu.be/5eETJE9gsN8
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