¿Qué sigue?
En todos los
periódicos mexicanos --otrora llamados “de circulación nacional”-- que
leí ayer, detecté síntomas de esquizofrenia. Aunque en sus páginas
interiores publicaron testimonios de ciudadanos comunes y corrientes,
que escucharon disparos y vieron a individuos anónimos pero también a
patrullas policiacas azuzando a la gente para que se metiera en sus
casas, todos culparon a los usuarios de Twitter y Facebook de la
psicosis colectiva que afectó al estado de México y a las delegaciones
de Iztapalapa y Tlahuac y de alguna manera al resto del Distrito
Federal.
La forma en que
se condujo en sus ediciones papeleras y electrónicas del viernes la
“gran prensa” es lamentable, explicable y preocupante. Lamentable porque
revela,en unos casos más claramente que otros, la sintonía de los
empresarios de las noticias con el “nuevo” PRI y Enrique Peña Nieto, que
por medio de Antorcha Campesina, crearon el pánico en una amplia
extensión geográfica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario