Fundación
del líder de U2 distribuyó sólo el 1% de los 15 mdd que recaudó en
2008, mientras que casi el 60% se destinó a salarios de empleados y
ejecutivos
Al parecer Bono, el nefasto cantante de U2 e ícono de las “celebridades
humanitarias”, ha comprobado que la filantropía puede ser un negocio
altamente redituable. De acuerdo con datos publicados por el diario The New York Post, ONE,
la fundación que encabeza este músico, maneja extrañamente sus finanzas
–de acuerdo a los números esta organización filantrópica recibe ochenta
veces más dinero del que canaliza a las causas sociales que
supuestamente apoya.
Durante 2008, ONE obtuvo $14,993,873 de los cuales sólo $184,732 fueron
distribuidos entre los proyectos de caridad que supuestamente apoyan,
mientras que más de ocho millones de dólares se utilizaron en sueldos de
empleados y ejecutivos. Esto quiere decir que sólo el 1.23% de los
fondos que recibió la fundación se utilizaron para lo que realmente
debieran de destinarse. La matemática no miente, Bono es un farsante.
Curiosamente, mientras esto ocurre, Bono busca que toda la atención se
centre en sus vistosas exigencias para que el gobierno de Barack Obama
concrete la donación de $6 mil millones de dólares para combatir la
enfermedad en África. En 2010 fue ampliamente criticado en Nueva York,
tras regalar a una multitud de periodistas un opulento obsequio: una
caja de sofisticado diseño que contenía una botella de agua estilizada y
bolsas de café de Starbucks con un valor de $15 dólares, además de
lujosas galletitas. Pero también se incluía en la caja un documento
informando que la mayoría de los niños africanos viven con $1.25 dólares
al día. Tal vez nadie le avisó a Bono que una sola de las galletitas
que incluía su fastuoso regalo a la prensa, valía más que la despensa
diaria de un niño africano.
Una popular anécdota en torno a la poco genuina generosidad de este
ícono, refiere a un concierto de U2 durante el cual nuestro héroe
fallido alienta al público a aplaudir. Una vez que el foro completo esta
aplaudiendo al unísono, Bono grita “Cada vez que aplaudo un niño de
África muere”. De pronto, y antes de que los fanáticos pudiesen
reaccionar celebrando el discurso de su ídolo, se escucha una voz que
grita “Entonces deja de aplaudir imbécil”. Más allá del carácter cómico
de esta historia, lo cierto es que refleja en buena medida el
contradictorio alarde del irlandés en torno a su discurso y sus
acciones.
En otra extraña manifestación de su bipolaridad, resulta que Bono se ha
autovangloriado por el rol político que ha desempeñado en su natal
Irlanda, donde supuestamente ha contribuido ha promover alianzas
políticas y mitigar la histórica violencia interreligiosa. Además, ha
incentivado a que el gobierno de este país realice cuantiosas donaciones
a otra iniciativa de la cual es portavoz, Millenium Development. Pero
simultáneamente mueve la operación financiera de su banda a Holanda,
para así evitar el estricto régimen fiscal irlandés –un gesto de
diplomática evasión y desinterés por contribuir con la economía local, y
así acumular mayores ganancias no obstante que su banda es uno de los
proyectos musicales más rentables de las últimas décadas.
Pero esta no es la primera vez que Bono recurre a prácticas
cuestionables, un desfasado complemento a su mesiánico discurso de
celebridad salvadora. Con anterioridad hemos reportado en este medio algunos de estos casos. Por ejemplo, el haberse pronunciado públicamente en contra de la descarga libre de música en internet a petición de las grandes disqueras, o el hecho de que su marca de ropa para incentivar la producción en África sea manufacturada en China. También denunciamos que a pesar de su ya famoso discurso ecologista Bono, al igual que otras celebridades humanitarias, generan mayor contaminación con sus lujosos estilos de vida que miles de miembros de la sociedad civil juntos. Por cierto, recientemente se denunció que Bono se asocia con Monsanto y el G8, para impulsar cultivos de alimentos genéticamente modificados en África.
¿Pero cuáles podrían ser las causas que motivan este comportamiento de
Bono?. ¿Es realmente este tipo un Lord malvado que encarna sombrías
causas emitidas desde los más altos niveles de poder? ¿Habra
inocentemente confundido el papel del mítico heroe Robin Hood quien
tomaba de los ricos para dar a los pobres, y ahora se dedica a tomar de
los ricos para el hacerse aún más rico? ¿O más bien se trata,
simplemente de un sociópata afectado por un ego todavía mayor a la
huella de carbono que deja su pretencioso lifestyle?
Ni hablar, lo único que me queda claro es que cuando Bono aplaude… un niño en África muere.
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