Estados Unidos instaló su estructura
de espionaje en México a través de las propias instituciones mexicanas
de seguridad nacional e inteligencia. Se valió de la política de puertas abiertas
que le ofrecieron las administraciones federales panistas entre 2000 y
2012. La supuesta guerra contra el narcotráfico con la que Felipe
Calderón militarizó el territorio nacional a partir de 2006 sirvió para
introducir poderosos aparatos de espionaje que operarían los mexicanos
pero a los que también tendrían acceso los estadunidenses.
El Centro de Investigación y Seguridad
Nacional (Cisen), órgano desconcentrado de la Secretaría de
Gobernación, a cargo de los servicios de inteligencia civil del Estado
mexicano; la Secretaría de la Defensa Nacional; la Secretaría de Marina;
la Procuraduría General de la República; la Policía Federal; el
Servicio de Administración Tributaria, todas instituciones federales de
seguridad nacional, adjudicaron de manera directa decenas de contratos
por miles de millones de pesos a empresas como Verint Systems Inc,
Security Tracking Devices y Broadlink, entre otras.
Con ellas erigieron estructuras
capaces de intervenir masivamente todo tipo de comunicaciones
electrónicas: desde llamadas telefónicas hasta computadoras, teléfonos
inteligentes y sistemas encriptados. Con estas empresas, el gobierno
federal del sexenio pasado construyó el Sistema de Intervención de
Comunicaciones del Cisen, la Plataforma México (en la Policía Federal) e
instaló el sistema más importante de espionaje masivo jamás instalado
en el país: la Plataforma Pegasus (en la Sedena).
En este último caso, Hillary Clinton
–entonces secretaria de Estado de Estados Unidos– autorizó personalmente
la salida del equipo de ese país para instalarse en la Sedena.
De todo ello Contralínea dio
cuenta a lo largo de los dos sexenios anteriores. Este semanario
documentó en 2008 la firma de 14 contratos entre el Cisen y Verint
Systems Inc, a través de su filial Sogams, SA de CV. En el reportaje se
señalaba que con la adquisición de los equipos, México se obligaba a
“compartir” la información con las agencias de inteligencia
estadunidenses. Para el 1 de julio de 2012, la columna Oficio de papel
reveló la existencia de 12 contratos firmados entre la Sedena y
Security Tracking Devices y otras empresas. Reportajes posteriores de Contralínea darían cuenta de un total de 18 contratos. Construían la Plataforma Pegasus.
A continuación, algunas ligas a las
publicaciones originales del espionaje estadunidense en México y las
erogaciones mexicanas en equipos de intervención de comunicaciones.
- La mano dura de un presidente débil
- Se dispara gasto en el cisen
- Paga Cisen sistema de espionaje
- http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2009/01/01/cuentas-del-cisen-al-descubierto/
- Cuentas del Cisen, al descubierto
- Gasto por 255 mil MDP en “seguridad nacional”
- Oficio de papel: SFP y ASF auditan 12 contratos en Sedena / Nueve son compras del área de inteligencia / El gasto asciende a 600 millones de dólares
- Sedena, bajo escrutinio por ocho contratos de 5.6 mil MDP
- Entregan con fallas equipo de adiestramiento para Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano
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