miércoles, julio 03, 2013

México cuenta con mano super preparada

Pablo Moctezuma Barragán

México es un país que ha desarrollado gran capacidad para la producción y refinación petrolera. Las primeras refinerías datan del siglo XIX: en 1887 se refinaba petróleo en Villa Cecilia y en Pueblo Viejo, hoy Ciudad Madero, Tamaulipas.

Hemos tenido la capacidad de desarrollar nuestra industria. Los grandes descubrimientos de yacimientos petroleros en Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí fueron descubiertos por el ingeniero mexicano Ezequiel Ordoñez.
A partir de 1901 los trabajadores mexicanos comenzaron a explotar el petróleo en El Ébano, San Luis Potosí, pero esa gran riqueza sólo era aprovechada por la Mexican Petroleum Company y la Huasteca Petroleum Company. A los trabajadores sólo les tocaba la explotación y el maltrato. A Doheny le apodaban el Cruel. A los pobladores se les despojaba de sus tierras, dividían sus comunidades, asesinaban a sus familias. Novelas como La rosa blanca, de Bruno Traven, y México negro, de Francisco Martín Moreno, se refieren a esta amarga historia.
Los trabajadores mexicanos construían refinerías y oleoductos, y al final de la obra eran despedidos. En 1908 se estableció una nueva refinería en Minatitlán, Veracruz. En 1915, La Huasteca Petroleum Co construyó una nueva refinería en Mata Redonda, Veracruz, con capacidad de 75 mil barriles diarios.
Los petroleros que enfrentaban una cruel situación laboral convirtieron a las ciudades de Veracruz y Tampico en baluartes de la organización. Las refinerías se convirtieron en semilleros de lucha sindical: para sus actividades necesitaban electricistas, soldadores, mecánicos, fogoneros, técnicos y trabajadores calificados como perforadores, medidores, probadores, mayordomos. Para el funcionamiento de las refinerías se les daba planta a los trabajadores, lo que les permitió organizarse. En Tampico ya había organizaciones de ferrocarrileros, electricistas, alijadores y panaderos que influyeron en sus compañeros.
El ingeniero mexicano Ezequiel Ordoñez y su cuadrilla de perforación descubrieron en 1916 el espectacular pozo Cerro Azul Número 4, en Veracruz, uno de los mantos más productivos a nivel mundial; obtuvo una producción, al 31 de diciembre de 1921, de poco más de 57 millones de barriles. Pero toda la ganancia fue para la Huasteca Petroleum. Las utilidades, para los extranjeros; el trabajo, para los mexicanos.
Las condiciones laborales eran terribles: jornadas de 12 a 16 horas; empleo precario, sin descansos ni prestaciones. Los petroleros comenzaron a organizarse en mutualidades, uniones y fraternidades. En la segunda década comenzaron a organizar sindicatos de oficio. Los petroleros se organizaron principalmente en Veracruz y Tampico.
En 1915 había llegado la Casa del Obrero Mundial a Tampico. Influyó en los trabajadores petroleros de la Huasteca Petroleum y del Águila; entre los electricistas del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); entre alijadores y estibadores. Los trabajadores exigían jornadas de 8 horas, 1 día de descanso semanal, servicio médico, respeto al escalafón, reparto de utilidades, una tienda de abasto barata. La negativa de las empresas a garantizar los mínimos derechos de los trabajadores llevó al estallido de huelgas en 1917 y en 1919. Ese año los Trabajadores Unidos de La Pierce que habían formado un Sindicato de Empresa estallaron la huelga por 1 mes, que fue reprimida brutalmente: varios trabajadores fueron asesinados y 18 fueron enviados a las Islas Marías.
En 1919 comenzó la construcción de cuatro plantas refinadoras en las inmediaciones de Puerto Lobos, localizado en la Laguna de Tamiahua, Veracruz. Su propósito fue la exportación de productos refinados. Texas Co construyó en Agua Dulce, Veracruz, una refinería con capacidad de 9 mil 500 barriles diarios.

Para 1920 existían en México 80 compañías petroleras productoras y 17 exportadoras, cuyo capital estaba integrado en un 91.5 por ciento por empresas anglo-estadunidenses. La refinación se multiplicaba rápidamente. En mayo iniciaron las operaciones de la refinería La Atlántica, propiedad de la Compañía de Petróleo Atlántica, con una capacidad de 20 mil barriles diarios.
El 27 de agosto la empresa Continental Mexican Petroleum Co fue autorizada para construir una refinería en Pueblo Viejo, Ozuluama, Veracruz, con capacidad de 10 mil barriles diarios.
Para 1920, México ya era el segundo productor mundial de petróleo, gracias a yacimientos como el Faja de Oro, ubicado en los estados de Veracruz y Tamaulipas. Se producían casi 200 millones de barriles anuales. En 1923 se obtuvo el nivel más alto de producción de petróleo crudo en la época previa a la expropiación de 1938, equivalente a 530 mil barriles diarios. Comenzaron a operar refinerías en Tamiahua, Veracruz; Doña Cecilia (hoy Ciudad Madero), y en Tampico, Tamaulipas.
Las empresas extranjeras eran depredadoras, sobreexplotaban los mantos, no invertían en exploración ni daban mantenimiento a las instalaciones. Tras el boom de la década de 1920, la producción petrolera llegó a un mínimo histórico de 31 millones en 1933.
Mientras la situación de los trabajadores no mejoraba, la organización sindical iba en ascenso. En 1923 se fundó un sindicato de empresa en El Águila, en Ciudad Madero. El proceso de unificación fue complejo y las empresas extranjeras alimentaban divisiones entre los trabajadores. En 1932 ocurrieron enfrentamientos entre sindicatos de la empresa El Águila. La unión de los trabajadores era clave para conseguir sus intereses.
Para ese año operaban 14 refinerías en México en Mata Redonda, Madero, Tuxpan, Tampico, Agua Dulce, Minatitlán, Árbol Grande, dos en Tampico, Tamiahua, Oxuluama, dos en Puerto Lobos y en El Ébano.
Los obreros iban desarrollando sus capacidades y realizando obras cada vez más complejas. En 1927 los trabajadores mexicanos construyeron el primer gasoducto de la República, que va de Cerro Azul a Mata Redonda, donde el gas natural era utilizado como combustible para ser aprovechado por la Huasteca Petroleum.
En 1933 la Compañía Petrolera El Águila inauguró la refinería de Azcapotzalco con una capacidad de 7 mil 500 barriles diarios, abastecida a través del oleoducto de Tampico. En 1934 se organizó la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria del Petróleo y Derivados en Puerto México, Veracruz: un paso hacia la unidad de los trabajadores. Ese mismo año nació Petróleos de México, AC, como encargada de fomentar la inversión nacional en la industria petrolera. Y, por otro lado, se expidió un decreto que ampliaba la franja costera hasta 100 kilómetros, con lo que se preveía futuras exploraciones petroleras. La compañía, abreviado su nombre a Petromex, recibió una pequeña planta de refinación primaria localizada en Bellavista, en el margen derecho del río Pánuco.

Hubo un proceso unitario en apoyo a la huelga de 1934, de los petroleros que exigían mejores salarios, séptimo día, jubilación, vacaciones, vivienda. Al movimiento se integraron los petroleros de Minatitlán, Agua Dulce, las Choapas, Nanchital, Cuchiapan, Coatzacoalcos y Francisca. Ganaron el descanso en séptimo día pero fueron reprimidos por no levantar la huelga cuando lo dispuso el gobierno de Abelardo Rodríguez, y a los dirigentes los mandaron presos a las Islas Marías. En 1935 estallaron huelgas en la Huasteca Petroleum Co, en solidaridad con los del Águila. Lograron reinstalar 14 trabajadores gracias a una huelga general en Tampico.

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