Julio Hernández López
Los capos de la política cruzan metralla. Al Chepina lleva a los pistoleros que tenía en desarrollo social como subsecretarios a educación (aunque no sepan nada de este tema, como tampoco la propia Jose: del uso electoral de las ayudas a pobres al uso provisional de la SEP como plataforma para posteriores acomodos) mientras se genera escándalo nacional porque la Hoffa Elbiot (N)Ess ha colocado a su yerno como encargado del despacho de la educación básica. Los gatilleros magistrales saben bien cómo responder a las provocaciones de quienes pretenden sabotear la felicidad familiar de la jefa Cordillone, así es que disparan con balas de salva como preludio del uso de los auténticos cuernos de chivo en cristalería que son especialidad de la doña que es todo un Don: corrupción en la SEP, denuncian los guaruras políticos de la cacique, y embarran a Lorenzo Gómez Morín, un oceanógrafo conservador que en el sexenio anterior fue habilitado en la subsecretaría educativa de la discordia en razón de sus apellidos de prosapia panista. También alcanzan los disparos de rumores a la mencionada Al Chepina, quien ayer mismo contestó al mero estilo que se ve en las películas de sicilianos malosos, con el envío de flores declarativas ("no tiene por qué irse Fernando González Sánchez") a la tumba de un falso difunto que en una de esas se levanta de la tumba para cobrarle cuentas a su presunta jefa comprensiva.
Pero, sobre todo, los miembros de la mafia Zen Té afectan una de las glorias cantarinas del señor alto, de bigotito, que en años pasados ganó fama nacional por ser esposo de una señora llamada Marta. ¡Ah, la Enciclomedia que tan bellos y sentidos discursos inspiraba en las giras de Foxilandia! ¡Casi se le salían las lágrimas de emoción al presidente que en medio de la pobreza extrema veía relucir en las paredes descascaradas los pizarrones electrónicos y correr en las pantallas los prodigios digitales que convertirían a los escolapios tercermundistas en estudiantes de primerísimo nivel! Pues resulta que, según las cartucheras usadas en defensa del yerno maltratado, la tal Enciclomedia fue una transa al igual que otras operaciones que en los días de luna de miel de las comadres M. y E.E. ni siquiera se avizoraban, pero que ahora son difundidas a partir del distanciamiento entre la (N)Ess y F.C.
El acorazado de Bucareli sigue mientras tanto en combate. Dice que la renuncia de Ulises Ruiz nomás está en los medios, como si lo sucedido hasta ahora en Oaxaca fuera un invento hecho a teclazos y microfonazos. Y anuncia que en cuanto las fuerzas del orden terminen sus labores en Michoacán habrá de valorarse la posibilidad de que sigan en otras entidades, en una especie de caravana verde olivo por todo el país. Monseñor Abascal, en una breve intervención ante medios, dijo por su parte que no es cierto lo que han dicho los perredistas de que él habría usado el caso Oaxaca como moneda de cambio por el primero de diciembre y que tampoco le anduvo jugando las contras al mencionado Ulises.
La redonda figura del secretario calderonista de Hacienda ya anunciaba que lo escuálido y lo pobre estarían explicablemente fuera del rango de interés presupuestal. Así es que a nadie debe extrañar que el comisionado del Fondo Monetario Internacional para encargarse de la colonia llamada México haya hecho cálculos de gasto del dinero público que no tuvieran sensibilidad social (¿sensibilid... qué?). Sastre de ricos, el secretario Carstens metió tijera por todos lados menos en la seda protegida. Tijeretazos por aquí y por allá, el rey del recorte ha generado de entrada suficientes conflictos políticos que en el fondo no son sino la confirmación del perfil y el criterio con el que gobierna un grupo conservador que naturalmente es ajeno a las preocupaciones colectivas y sirve a los segmentos privilegiados de los que proviene.
En los ámbitos partidistas también el dinero marca la ruta, las complicidades, los intereses. Los consejeros del IFE defienden el monto de su elevado sueldo, como si la valoración social de su trabajo fuera alta y como si en lugar de premios económicos no debieran recibir citatorios judiciales (pero los favores con favores se pagan: la comisión de transparencia del (Fel)IFE decidió que nanay con las boletas electorales que algunos optimistas pretendían revisar). Y en la Cámara de Diputados hay forcejeo a causa de una iniciativa para reducir los presupuestos para partidos políticos.
Astillas:
Varios lectores reportan que en el sistema de Internet del Instituto Politécnico Nacional se ha obstruido el acceso a La Jornada. "No se puede encontrar la página", señala el sistema (el cibernético, no necesariamente el político, o ¿será que, luego de la ratificación de Enriq...?)... Signo de los (malos) tiempos: el rector de la UNAM sea quien sea quien actualmente ocupe ese cargo debe ir a comisiones legislativas a defender la importancia y trascendencia de la que ha sido llamada la máxima casa de estudios del país. Ese rector de la UNAM ha debido sentarse al lado del líder empresarial Raúl Alejandro Padilla, autor de las lamentables declaraciones contra la UNAM por las que debería renunciar a su cargo de presidente de la Comisión de Presupuesto y no aparecer como anfitrión quitado de la pena que hubiera sacado un cero en política y ahora quisiera aparentar que con un cinco ya pasó... El caso del primo de la señora Margarita quedó en el terreno policial, aparentemente sin relación con lo político ni con una venganza del narcotráfico sometido actualmente a un rediseño de cuotas de mercado. De cualquier manera, como sucede en un ambiente social tan escéptico de las versiones oficiales, entre mucha gente quedó clavada una espinita mensajera... Y, mientras el PAN presenta en el Senado una iniciativa para establecer la segunda vuelta en elecciones (la tesis sería: ganado Felipe, tapen el pozo), ¡feliz fin de semana en medio del triste espectáculo de la política bonsai!
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