Julio Hernández López
La gerencia general de Bisneylandia (el paraíso del negocio) hizo ayer un abono a la deuda que tiene con Little Fat House (Casa Gordillo), el consorcio de asesorías y ejecuciones electorales que tan buenas cuentas y cuentos entregó en el ejercicio 2006 a Big Cauldron Apartament (Departamento Calderón: en inglés, cauldron significa caldero, sin aumentativo). La entrega del cheque a la portadora, cobrable con cargo al Banco Nacional de Seguridad Pública, se realizó en una ceremonia privada en la que un gerente de sucursal de Casa Gordillo (fatty, chubby), el profesor Can Pa'cifrar, recibió el bono electoral que se suma a la polla ganada por la Reina de las Apuestas (El Best) que ahora contará con los servicios financieros del ISSSTE negocio cuya explotación le fue refrendada por la nueva administración federal y la Lotería Nacional magistral caja chica ahora regenteada por un especialista corporativo en transacciones oscuras que ha servido largamente en esos menesteres a la Abeja Reina del Panal.
La transferencia de claves bancarias aunque no todo en ese ámbito de la Seguridad Pública corresponde al mundillo de lo oficialmente contable, pues más es lo que corre subterráneamente, en una especie de magna economía informal tuvo ciertos contratiempos a causa de gavillas de renegados que en las afueras del Palacio Nacional, regiamente decorado de insistente color verde olivo, pretendían expresar algo que al parecer serían protestas por quién sabe qué alegato electoral que afortunadamente no fue escuchado en el interior del citado Palacio que por primera vez fue visitado oficialmente por Su Excelencia, Felipe Primero (es decir, o como ya se dijo, primero o primera visita). En la ceremonia se produjo una fina pieza oratoria de cinco puntos marciales que se aplicarán a la sociedad mexicana para su beneficio y solaz.
Otros agradables reportes del Bisneylandia News dan cuenta de que los honorables crupieres de la Suprema Ruleta de Justicia debieron inclusive rectificar en algunos casos sus previas opiniones adversas con tal de dar paso a la instauración plena del nuevo Reino Caliente extendido (todavía no se refiere el término Caliente a negocios sexuales, sino a la diseminación de casas de apuestas, y anexos, por el país y en distintos ámbitos empresariales, inclusive aquellos que se santiguaban al oír de estos bisnes con olor a mafias explícitas como las de Las Vegas ¡Ah, ¿los Ministros de la Justicia como Juego habrán siquiera visto a Robert de Niro, Joe Pesci y Sharon Stone en el casino dirigido por Martin Scorsese?!) Triunfo judicial de las marrullerías marca Creel con que se pagaron por adelantado favores de precampaña televisada. México convertido en una Feria de San Marcos Súper Plus: no sólo peleas de gallos, juegos de naipes y ruletas sino raspaditos, bingos, books, y cuanto artificio de saqueo popular mediante azares programados se les ocurra a los nuevos dueños de Caliente Country, el más reciente hervor del caldero.
En Houston, Texas, los jefes policiales gringos continuaban con la cascada de elogios al gobierno de Felipe Calderón por el envío de "líderes" del narcotráfico cuyo "nivel (...) es extraordinario", según evaluó la jefa de la DEA. De acuerdo con esa cata, el envío de capos mexicanos a Estados Unidos significó "barrer una región geográfica controlada por cárteles". En el país que ha enviado a sus nacionales a comparecer con grilletes ante cortes extranjeras se producen, mientras tanto, optimistas consideraciones que presuponen que la reacción de los capos extraditados no será tan fuerte ni tan incontrolable. Todo bajo control, dice el amable procurador federal, quien asegura que el Estado mexicano está preparado para resistir el embate de la versión mexicana de los colombianos extraditables.
En más información internacional, el rubro de la democracia cristiana se desvive por saber si el mexicano Vicente Fox será candidato a presidir la organización de los políticos supuestamente asistidos conceptualmente por el Nazareno. Presunta mercancía exportable, de amplia demanda en el extranjero según la versión de Manolo Espinólo , el esposo de la señora Marta pretende reaparecer en escenarios foráneos pero también en los locales, donde ha de suponer (¿quién lo diría?) que el sucesor ha resultado menos vigoroso y perito que el antecesor. Presidente legítimo de la facción panista que pretende mantener bajo control al presionado Felipe, el Grandote del Bajío El Tamarindillo y el rancho secreto, entre otros bajíos dados amaga con generarle al michoacano más problemas y desestabilización que los adversarios oficiales del fiscal Calderón (bueno, con decir que ayer, al ser presentado el trío de ex secretarios foxistas que ahora hacen gobierno paralelo en el comité nacional panista, Carlos Abascal volvió a hablar como encargado de asuntos de gobernación, al decir que los procesos de extradición de capos se habían preparado desde dos años atrás pero hasta ahora se habían dado las condiciones jurídicas para concretarlos. Es decir, el mérito sería del foxismo, aunque por cuestión de tiempos procesales le tocó a Calderón dar por inaugurado lo que su antecesor habría construido. Llevadito el monseñor Abascal. Ahora faltan algunas declaraciones de Luis Ernesto Derbez sobre el actual rumbo de la diplomacia mexicana y que Francisco Javier Salazar opine sobre las investigaciones de Pasta de Conchos.
Y, mientras los gobernadores priístas tratan de llegar a acuerdos para que la elección de nuevo dirigente nacional no se convierta en una guerra interna de la que salga triunfadora una facción que no sea reconocida en los hechos como conductora verdadera del parque jurásico tricolor (por lo pronto, los gobernadores preciosos juran que darán oportunidades iguales a los cinco aspirantes que en realidad nomás son dos), ¡hasta mañana, en esta sección que ve a la yucateca Ana Rosa Payán que al PRD se le va, se le va (asumiendo, ella, que su ideología es totalmente incompatible con lo que en la letra dicen los perredistas)!
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