Nos envían de Alemania:
El 14 de diciembre se estrenó en los cines alemanes la película “Apocalypto“, en la cual su director Mel Gibson presenta una imagen distorsionada de la cultura Maya precolombina. Esta es representada como una sociedad bárbara, dirigida por principios religiosos errados, cuya brutalidad la lleva al ocaso y sólo la llegada de los conquistadores y misionarios españoles constituye su salvación. Gibson se sirve de esta representación de los mayas sutilmente como analogía para la actual sociedad occidental y su inevitable destino. De esta manera crea una imagen grotesca de esta cultura mesoamericana que no corresponde a la realidad histórica.
Gibson compensa la falta de temática con una exacerbada muestra de escenas violentas sin sentido que en la mayoria de los casos son producto sólo de su invención y no corresponden al contexto socio-político y religioso real que es posible reconstruir cientificamente. Agresiones bélicas eran, al igual que en otras culturas, para la apropiación de recursos ajenos. Sacrificios humanos eran como en toda cultura antigua parte de un sistema religioso complejo. En la pelicula se presentan matanzas que carecen de fundamentos. El director aplica la propaganda colonial de desvalorización cultural de los Aztecas sobre la ya 300 años antes extinta cultura maya de la época clásica.
Aspectos sobresalientes de esta cultura como el desarrollo de una escritura y un calendario que se constituía sobre un sistema matématico el cual conocía el número „0“ no sólo quedan totalmente desapercibidos en la película, sino que se les desconoce su conocimiento astronómico, ya que se muestra a los „agresores“ maya sorprendidos frente a un eclipse solar, el cual ellos hubiesen podido calcular perfectamente.
Esta forma de presentación contribuye a desprestigiar la imagen de los mayas frente al espectador como un pueblo inculto y primitivo. Y no sólo eso, sino que esta pelicula tiene el potencial de contribuir con el racismo ya existente en contra de la actual población maya (aprox. 8 millones de personas) en los estados de México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.
La guerra civil en Guatemala en la cual 200.000 de personas, en su mayoría mayas, perdieron la vida y más de un millón de mayas fueron desplazados, terminó hace diez años gracias a un tratado de paz. En medio de este trasfondo violento la población indígena intenta en la actualidad lentamente volver a vivir su identidad sin temores, ni prejuicios. El reconocimiento de los logros de la cultura maya precolombina ayudan a fortalecer esta identidad; un proceso que es acompañado y apoyado por parte de científicos y ONGs. Los cerros de cadáveres en la obra de Gibson, que ciertamente no son una casual reminiciencia visual a los campos de concentración de los nazis en Auschwitz y Bergen-Belsen, tergibersan la realidad y de esta manera socavan esta identidad que poco a poco se está recuperando. Víctimas se convierten en agresores en esta pelicula. Agresores que merecen su caída, la evangelización católica y los 500 años de dominio colonial, y víctimas que justifican su genocidio.
Como científicos y estudiantes de la Antropología de las Americas en la Universidad de Bonn nos distanciamos de la forma de presentación de la cultura maya en Apocalypto. Esta película provoca daños.
Los científicos y estudiantes de la Antropología de las Americas
en la Universidad de Bonn, Alemania
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