Las tres erres

Julio Hernández López

Las opciones para los disidentes perseguibles en tiempos de mano dura, época que está de regreso, eran las de la triple erre: encierro, destierro o entierro (el mítico cacique Gonzalo N. Santos como prototipo ejecutor de esa trinidad represiva). Ahora, en busca de exorcismos documentales, prófugos de la memoria, timoratos ante papeles (físicos e históricos), los consejeros del Instituto del Fraude Electoral elegirán en una o dos semanas el método de eliminación de las boletas comiciales del año pasado: quemar, triturar o enterrar, verbos salvíficos, trinidad paliativa, placebos éticos, fuga destructiva en busca de alivios para la mala conciencia.

Las papeletas tal vez ya nada novedoso digan ni su interpretación veraz sea posible, pero a los autores del crimen electoral les urge deshacerse de todo indicio delator, de cualquier riesgo de resurrección del espíritu molesto. Por ello, ayer, aprovechando que los magistrados electorales federales rechazaron una solicitud ciudadana más en busca de transparencia documental, los consejeros miembros del FelIFE aprovecharon para determinar que las tales boletas electorales ya deben ser eliminadas (oh, al promovente de la solicitud de transparencia se le escapó poner su firma autógrafa en algún texto, ¡y eso no se puede perdonar!, así es que se denegó la petición de ese mapache de rúbricas que hasta cárcel podría recibir por tan grave delito). Quemar, triturar o enterrar, that is the question.

Mientras llega tan estelar momento, esta columna pone a disposición, en www.astillero.tv, el trabajo de un físico mexicano que es pasante del doctorado en matemáticas aplicadas del Instituto Tecnológico de Suiza y que ha entregado a esta sección, bajo el nombre de Julen Sagardoa, un estudio de la manera adulterada como fueron organizados, para su dosificada presentación pública, los datos preliminares y distritales de los comicios presidenciales de 2006.

El estudio muestra "que se observan estructuras periódicas en la recepción de datos, algo que es imposible en la realidad y que significa que hay manipulación. Se ve que el primer 10 por ciento de la elección la mandaron a las actas inconsistentes a propósito (para medir cómo venía la elección). Luego comienza una zona (desde el 10 y hasta el 65 por ciento) donde aparece la estructura periódica. Cada 0.3 por ciento de los datos hay dos zonas. Una, donde la elección parece muy normal y en donde gana claramente la coalición Por el Bien de Todos, seguida de otra zona que es un relajo. Esta zona, la segunda, lo que tiene es que no sigue las reglas del azar, y es claro que la manera de hacerlo es tan irregular porque tiene metidos datos que son muy diferentes a lo que aparecían en la primera zona. Esto, las dos zonas contiguas con comportamientos distintos, se repite cada 0.3 por ciento desde el 10 hasta el 65 por ciento de las casillas, de una forma perfectamente regular, lo que es imposible. En algún lugar entre los Centros de Acopio y Transmisión de Datos (Cedat) y el IFE hay un programa que introduce esas estructuras a través de casillas comodín, donde el programa puede asignar arbitrariamente resultados que le permitan igualar el resultado a tiempo real. Las casillas comodín o manipuladas son entre el 10 y el 20 por ciento del total. Luego que el programa calculó y metió las casillas, fue necesario que se falsificaran actas al viejo estilo, por eso aquello de que primero pensaron que el fraude había sido al viejo estilo". Mientras queman, trituran o entierran las boletas electorales, el abonado de esta columna podrá ver en la página electrónica el resumen de nueve minutos o las 72 páginas de texto que sustentan el estudio de Sagardoa.

Astillas

Ha llegado un alma nominalmente devota (es decir, inclinada a la piedad) a meter orden moral desde la dirección de Radio, Televisión y Cinematografía del gobierno federal. Irma Pía González Luna Corvera se llama quien fue vocera de Alberto Cárdenas Jiménez en distintos cargos (en el gobierno de Jalisco y en la Comisión Nacional Forestal) y ahora engruesa el cártel de la torta ahogada en Bucareli, pues estará bajo el mando de Juan Manuel Naveja, quien a su vez obedece a Francisco Ramírez Acuña...

Desde Iztapalapa, Antonio Gutiérrez Sandoval se pregunta si entre los "excelentes economistas de izquierda que se sumaron a la campaña de López Obrador" no había ninguno que pudiera haber sido contratado por Marcelo Ebrard como asesor para reformulaciones de la deuda capitalina. Quienes votamos por AMLO y por Ebrard, dice el lector, "lo hicimos esperando una opción económica y política en lo nacional y la continuidad en el Distrito Federal de una política económica". Y, añade, "ahora resulta que Ebrard (...) necesita del apoyo y consejo de los neoliberales recalcitrantes para ver qué hace con la deuda del DF; eso nos lo hubiera dicho en campaña, cuando pedía el voto"...

A propósito de agradecidas reuniones gastronómicas de alumnos encumbrados con mentores del pasado, el profesor Benjamín Cortés Valadez escribió: "Al repartir los abrazos/ a sus viejos profesores/ se confirmó que hay mentores/ que en su alumno dejan trazos/ y uno de ellos fue Luis Pazos/ el maestro que a su modo/ a Felipe en gran periodo/ le enseñó sus tonterías,/ y hoy que él usa sus teorías,/ ya nos explicamos todo"...

El ingeniero Eric González Ponce relata que hace días fue en automóvil con su novia y su cuñado a Ixtapa, cuando "en una curva entre cerros, desgajes de rocas y cruce de ganado, salen de la nada los militares y me detienen. Me dicen: '¿qué no viste el letrero caído de retén?' Le dije, pues si está caído cómo lo voy a ver, y me contesta: 'pinches chilangos pendejos', a lo que no respondí. Luego llegó un como comandante de la PGR y me dijo: 'disculpa a los guachos, no saben ni leer', y después de una revisión de todo, se empezó a reír y dijo: '¡ya, lléguenle!', y nos dejó ir. Se siente una gran indignación e impotencia, ya que si quieren te pueden matar en medio de la nada y reportar que eras narco, guerrillero o sospechoso de no sé qué. Y todavía te pasan en la tele un comercial con unos güeritos diciendo: 'disculpe las molestias, es por su seguridad, gracias por justificar los retenes'"... ¡Hasta mañana!