Por Esto! jueves, 20 diciembre 2007
* El Gobierno de Tabasco carece de recursos para aportar al Fondo Nacional de Desastres (FONDEN) los 3 mil 500 millones de pesos que le corresponden por Ley con el fin de destinarlos a la reconstrucción del Estado, reconoce el Gobernador Andrés Granier
* “Que nos ayuden, nosotros no somos mala paga, somos buena paga, pero de dónde lo tomamos. Necesitamos muchos recursos para devolverle al campo y a la gente todo lo que ha perdido”, clama
* NO se levanta la alerta en Tabasco ante el riesgo de nuevos desbordamientos e inundaciones / Pide se condone el pago del servicio de energía eléctrica de los meses de noviembre, diciembre y enero
VILLAHERMOSA, Tabasco, 19 de diciembre (APRO/UNIVERSAL/NTX/LA JORNADA).- El Gobierno de Tabasco carece de recursos para aportar al Fondo Nacional de Desastres los 3 mil 500 millones de pesos que le corresponden por ley, con el fin de destinarlos a la reconstrucción del Estado, confesó hoy el Gobernador Andrés Granier.
“El Gobierno del Estado no está en la posibilidad de aportarle al FONDEN la parte que le corresponde”, dijo y añadió que por esa razón solicitará apoyo a al espurio Felipe Calderón.
“Que nos ayuden, nosotros no somos mala paga, somos buena paga, pero de dónde lo tomamos. Necesitamos muchos recursos para devolverle al campo y a la gente todo lo que ha perdido”, manifestó.
El Mandatario adelantó que mañana jueves, si no hay cambios en la agenda, Calderón visitará la zona del canal que fue abierto en el Alto Grijalva y, posteriormente, dijo, visitará el Estado para dar un mensaje a los tabasqueños, sobre lo acordado en la reunión que ambos sostuvieron el pasado viernes en Los Pinos.
Granier reveló que en la reunión con Calderón le planteó que Tabasco está imposibilitado de aportar la mitad de los siete mil millones de pesos del FONDEN; además, le solicitó autorizar la condonación del pago del servicio de energía eléctrica de los meses de noviembre, diciembre y enero.
También pidió que se ampliara a un mayor número de personas de el reparto de vales de 10 mil pesos para que cada familia afectada reponga enseres domésticos; así como la entrega de los apoyos de 10 mil pesos que muchos microempresarios no han recibido.
Continúa la alerta
Respecto a la liberación de las aguas del río Grijalva y su escurrimiento a la planicie tabasqueña a través de los ríos Mezcalpa, Samaria y Carrizal, Granier Melo dijo que las cosas van bien, pero aclaró que no bajarán la guardia porque los riesgos continúan.
“Ha pasado conforme a lo planeado pero seguimos con preocupación que pudiera suscitarse un derrumbe y poner en riesgo la estabilidad del canal, por eso no hemos levantado la alerta”, afirmó.
Sobre las familias evacuadas de las zonas de riesgo, aseguró que la mayoría atendió el llamado y sólo quedaron unos “poquitos”.
Al respecto, el comandante de la policía estatal, Jesús García, confirmó que desde las 22:00 horas del miércoles se prohibió a cualquier persona entrar o salir de las 25 comunidades evacuadas –de los municipios de Centro (Villahermosa), Nacajuca y Cárdenas—para evitar cualquier acto de rapiña.
El objetivo, aseguró el jefe policíaco, es brindar certidumbre a la población de que sus viviendas y patrimonios serán bien vigilados y no serán presa del pillaje.
Sin incidentes
Mientras, el director general de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), José Luis Luege Tamargo, dijo hoy que el trasvase de aguas del río Grijalva se está llevando a cabo sin incidentes ni inundaciones.
El titular de la CONAGUA señaló que este jueves se presentará un informe final de la operación de reapertura controlada del río. No obstante, aclaró que todavía queda por supervisar el aumento del caudal de los ríos de Tabasco y Chiapas.
En entrevista radiofónica, sostuvo que el destaponamiento del segundo río más caudaloso del país se desarrolló sin incidentes y sin deslizamientos de tierra en la zona.
Sin embargo, consideró importante seguir vigilando la evolución del canal, de 800 metros de longitud, 100 de ancho y 120 de profundidad.
Por dicho canal, dijo, circulan hoy 50 metros cúbicos de agua por segundo, indicó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en un comunicado.
Esta vía fue abierta después que “una falla geológica, sin precedente, uno de los deslizamientos de tierra más grande en la historia moderna”, ocurriera el 4 de noviembre y cegara el cauce del segundo río más caudaloso de México durante 44 días, dijo Luege.
Dos presas, Malpaso y Peñitas, han servido para regular el cauce del Grijalva, cuyas aguas progresivamente están llenando otros ríos de Tabasco, el Samaria y Carrizal.
Pero en Chiapas, la Subsecretaría de Protección Civil confirmó que por lo menos un centenar de casas, de 33 comunidades ubicadas a lo largo del río Grijalva, resultaron inundadas, luego de la apertura de las compuertas y del encendido de las turbinas de la presa Malpaso.
Sin embargo, la dependencia aclaró que no hubo víctimas porque los habitantes de esos lugares fueron reubicados anticipadamente en distintos albergues.
Según las autoridades estatales, la apertura de las compuertas tuvo por objeto provocar que el agua arrastrara el sedimento acumulado en el tapón del río Juan de Grijalva.
Después de 36 horas de la remoción del tapón, el nivel del agua entre la zona del derrumbe y los 40 kilómetros río arriba del Grijalva, hasta llegar a la presa hidroeléctrica de Malpaso, las aguas subieron su nivel.
Unas cien casas quedaron cubiertas por el desbordamiento del río Grijalva, ocasionado éste por el desfogue de las presas Malpaso y Peñitas, que reinició el martes cuando se logró retirar el tapón de tierra que se formó en San Juan de Grijalva, municipio de Ostuacán, Chiapas, y obstruía el canal.
Luis Manuel García Moreno, subsecretario de Protección Civil del Gobierno del Estado, dijo que las viviendas se ubican en las 33 comunidades ubicadas a lo largo de los 40 kilómetros de ribera que van de Malpaso a la zona del tapón, mismas que fueron evacuadas ante el riesgo de inundaciones.
En tanto río abajo, unos 12 kilómetros rumbo a Peñitas, el nivel ha subido pero de manera casi imperceptible, pues aquí también se han encendido las turbinas para generar electricidad y liberar el líquido.
Entre el canal y la presa Malpaso se ubican unas 33 comunidades, las que este día lucieron como auténticos “pueblos fantasma”, pues desde el pasado fin de semana el gobierno estatal ordenó su evacuación.
En la presa Malpaso el agua alcanzó una altura tal que los animales que pastaban en los potreros se vieron obligados a subir a lomas más pronunciadas, en tanto que en Peñitas el nivel del agua descendió tanto que las lanchas ya tocaban tierra desde hace cuatro semanas.
Aunque no son muchas las casas anegadas, de tres a cinco por comunidad, éstas ya habían sido desalojadas e incluso los dueños habían sacado sus pertenencias.
Una de las comunidades más grandes desalojadas fue la de Rómulo Calzada, donde unos 2 mil 500 habitantes abandonaron temporalmente sus hogares.
Así, expertos y autoridades de Protección Civil del Estado aseguraron que un día después de la apertura del tapón y la operación del canal de desagüe en el Alto Grijalva, el proceso de desfogue se realiza de manera normal y sin incidentes, bajo la estricta vigilancia y supervisión de expertos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Las aguas del caudaloso río empezaron a correr de nuevo el martes pasado, luego se permanecer bloqueado durante 44 días, frente a la comunidad Juan de Grijalva, del municipio de Ostuacán, tras la caída de un cerro aledaño que a su pasó dejó una estela de 19 muertos y seis personas que aún son buscadas en tierra y bajo las aguas.
El líquido se desplaza gradualmente a lo largo de un canal de 800 metros de largo por 100 de ancho, que paulatinamente se irá extendiendo y profundizando.
Como parte de los reportes del estado que guarda el manejo del canal en el río Grijalva, las comisiones Federal de Electricidad (CFE) y Nacional del Agua (CNA reportan operaciones normales y sin incidentes.
Destacan que hasta el momento el canal opera con normalidad y sin incidentes en su funcionamiento, debido a que desde su apertura, ocurrida la víspera, es monitoreado y supervisado las 24 horas del día por ingenieros especializados.
El avance erosivo registrado en los primeros 100 metros del canal que liberó la corriente del río Grijalva, a 24 horas de su culminación, dio optimismo a las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), al considerar que esa obra empieza a cumplir su propósito.
El objetivo es que los niveles de agua de ambos lados del canal de 800 metros de longitud, alcancen una altura igual y con ello evitar un paso abrupto del agua procedente de la presa Malpaso que se dirige hacia la de Peñitas.
Cuando exista una sola altura del nivel del agua, dejará de ser un riesgo para la población de Tabasco, y se estima que máximo sea en ocho días más.
Mientras, de última hora la Secretaría de Salud (SSA) decidió que este jueves no se levantará la alerta sanitaria en Tabasco como estaba previsto, hasta que las 20 mil personas que fueron ubicadas en albergues desde el pasado viernes, regresen a sus hogares.
A causa de la liberación del cauce del río Grijalva que se logró el pasado martes, las autoridades federales y estatales decidieron que los habitantes de las zonas aledañas deberían ubicarse en lugares seguros, ante el riesgo de un nuevo desbordamiento e inundaciones.
Hasta anoche la situación se mantenía bajo control.
Sin embargo, con la finalidad de garantizar la seguridad de los tabasqueños, la SSA mantendrá la alerta sanitaria.
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