Se manifiestan por la promoción masiva de amparos contra la legislación
Pese a que se rasuró el padrón y se logró imponer secretario general en la 11, la mayoría impulsa la huelga nacional
Exigen realizar auditoría integral de las pasadas cinco administraciones
Gordillistas dan espaldarazo a propuestas del gobierno de Calderón
Karina Avilés y Laura Poy
Con todo y un padrón que rasuró a los “incómodos” y multiplicó a los “incondicionales”, la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, sufrió un revés en la realización de los congresos 10 y 11, porque hasta sus seguidores se manifestaron por la abrogación inmediata a la Ley del ISSSTE, de la que fue copartícipe.
Una vez más, el mayoriteo de los “institucionales” logró imponerse y fue electo como nuevo secretario de la sección 11 Juan Espinosa Anguiano, mientras que en la sección 10, hasta el cierre de esta edición, aún no se realizaban las votaciones para nombrar al líder de este comité que agrupa a unos 80 mil maestros en la capital del país.
Después de 10 horas de receso –que comenzó a las 3:30 de la mañana y culminó a las 13:30 horas de ayer– se reiniciaron los trabajos del congreso de la sección 10 del SNTE, en la Unidad de Congresos del Centro Médico Siglo XXI.
La demora, de acuerdo con los opositores a Gordillo, fue interpretada como la expresión más clara de la división entre los “incondicionales” para lograr los amarres a fin de imponer a su secretario general.
Por la noche, de acuerdo con versiones de los asistentes, la línea del sindicato era participar con una sola planilla en la que la nueva dirigencia estaría entre Agustín Avilés, secretario de asuntos jurídicos del actual comité, o Francisco Luna, secretario de Finanzas saliente. Esto, luego de imponerse la “disciplina” entre los propios “charros”, dijeron profesores “democráticos”.
Por parte de las fuerzas opositoras salió la planilla del Consejo Central de Lucha (CCL), afiliado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en la que se propuso al profesor Mario Leyva Galicia para secretario general y a Jaime Flores Durán para suplente.
Los voceros del CCL, César Toro y Antonio Mendoza, destacaron: “no venimos amarrados con nadie y tampoco vamos a negociar nada. No hay negociación alguna con los charros”, insistieron.
Veintisiete horas después de iniciado el congreso, los participantes recibieron al fin el gafete de “delegado efectivo”. Entre tanto, pudieron “votar” los hombres vestidos de negro –guaruras– ; los de chamarra guinda –identificados como “porros” del Poli– así como los llamados charros. No obstante que la mayoría de los delegados al congreso eran “a modo”.
No sólo se rasuró el padrón, sino que también podría decirse que se podó y crecieron aún más los delegados institucionales. César Toro y Antonio Mendoza explicaron que, aunque debía haber menos delegados por la sencilla razón de que en las secundarias diurnas se redujeron las delegaciones –“curiosamente” en donde el movimiento democrático tiene mayor fuerza– pasado el mediodía, los mil 40 delegados “seguían en aumento”.
Y es que la sección 10 representa todo un “botín”. Explicaron que en el comité saliente hay 112 carteras que se traducen en un promedio de 365 comisionados, a los que se suman muchos otros con “cargo” a este comité. Así, se han llegado a contabilizar más de mil comisionados que se distribuyen por todas partes y que son, por ejemplo, “los operadores del fraude electoral”, denunciaron.
La mesa 5, referente a la seguridad social, fue uno de los principales centros de atención. Ahí, institucionales como opositores se pronunciaron por la abrogación total de la Ley del ISSSTE, la promoción masiva de la segunda etapa de amparos, el impulso la huelga nacional hasta lograr ese objetivo, además de exigir una auditoría integral de las pasadas cinco administraciones del ISSSTE y que estos resolutivos sean un mandato del comité ejecutivo de dicha sección.
A su vez, los gordillistas dieron el espaldarazo a propuestas que ahora el impulsa el gobierno de Felipe Calderón, como la Reforma de Educación Secundaria. Mucho antes, durante la presentación del informe general del secretario general saliente de la sección 10, Carlos Antonio Pérez, de nueva cuenta lo acusaron de corrupción: venta de plazas, de hojas rojas, de préstamos para el ISSSTE y para viviendas, fueron los reclamos que le lanzó hasta su gente cercana.
En contraste, el congreso de la sección 11, efectuado en la sede del SNTE en Santa Fe, se realizó sin mayores problemas, por lo que en fast track sacaron los acuerdos que convienen a los intereses de los gordillistas.
Espinosa ocupó el cargo de secretario de finanzas en el comité saliente, encabezado por Felipe González Villegas.
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