José Agustín Ortiz Pinchetti
Lo sabemos los aficionados al beisbol: pocas jugadas tan raras y brillantes como un triple play; es fulminante y deja “colgado” al equipo contrario. Funciona como respuesta a una amenaza. Requiere coordinación, velocidad y suerte. AMLO practica el beisbol cada semana. Juega bastante bien con un equipo de veteranos, desahoga así sus tensiones y afina su astucia. El beis y la política requieren del sentido estratégico de la oportunidad. AMLO en el gran diamante de la política ha cuajado un triple play.
1. Metió un tiro debajo de la línea de flotación del gobierno de Calderón. El negociador de la reforma energética y secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, confesó como cierta la denuncia del tabasqueño sin aportar ningún argumento de defensa; sostenerlo contra toda racionalidad hace escorar el proyecto político del PAN.
2. Su iniciativa de defensa de la soberanía económica y la industria del petróleo empieza a funcionar. El 18 de marzo miles de entusiastas acudieron a su convocatoria. Puso en jaque al golpe parlamentario de privatización con la resistencia extrema. Hizo evidente el carácter vergonzante y artero con que Calderón intenta sorprender a la opinión pública. Muchos políticos importantes de todas las vertientes se oponen a la intentona.
3. Otro triunfo: el fracaso del PRI y del gobierno para imponer directiva al PRD proclive a aliarse con ellos. El PRD, el FAP, la CND y el Movimiento del Gobierno Legitimo podrían realinearse en un solo eje opositor. Acabarían las diferencias esquizofrénicas entre el PRD opositor a AMLO (principal, casi único activo del partido) y el que lo considera su líder.
Los tres triunfos al hilo tienen el mismo fin estratégico: impedir la reforma energética y obligar a que se inicie la restructuración de Pemex. Son parte de un proyecto patriótico que navega a contracorriente de los medios electrónicos, los “lideres de opinión”, falsos liberales y plumíferos. AMLO no pierde la iniciativa, se ha reposicionado como el político más importante del país y su movimiento demuestra vigor y viabilidad.
AMLO debe continuar a la ofensiva, ir al bat y volarse la barda: 1) debe debilitar la capacidad negociadora del gobierno, demostrando la vinculación ilícita entre negociantes nativos y extranjeros y el grupo en el poder. 2) Debe obligarse al gobierno a un verdadero debate sobre el tema petrolero como lo propone el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. 3) La crisis del PRD es abismal. O se pacta una ruptura (un divorcio civilizado) o todas las corrientes tendrían que pactar la refundación del sol azteca.
domingo, marzo 23, 2008
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