Por Alejandro López Munguía
Es absurdo que al PAN le quite el sueño el título de presidente legítimo que posee Andrés Manuel López Obrador –mismo que fue otorgado en asamblea cívica– mientras que de manera perversa pretende privatizar el petróleo. Me llama la atención que hoy la militancia panista ya expresa su desacuerdo con la doble moral de sus dirigentes nacionales y estatales. Los panistas de la calle, de los comités y subcomités, ya no se quedan callados para expresar su enorme molestia por la incongruencia de sus dirigentes.
Es increíble la forma burda en la que, por ejemplo, iconos panistas de la corrupción como José Castañeda Pérez, Sergio Chan Lugo, Benito Rosel Isaac, Beatriz Zavala, Luis Montoya, Rosa Ceballos Madera, defienden lo indefendible y presionan a los militantes panistas a mantener la venda sobre sus ojos. Sin embargo, los panistas libres empiezan a criticar su forma de actuar, el contenido de sus discursos y la esencia de su incongruencia. Un panista de la Col. Miraflores escribió a mi página www.mipuntodevista.com preguntando sobre las razones por las que el presidente de la república pretende privatizar PEMEX, a lo que en respuesta le expuse que el señor presidente tiene antecedentes de ser un hombre “del sistema”, le recordé que el 12 de diciembre de 1998 (siendo presidente del PAN Felipe Calderón) la bancada panista en el Congreso de la Unión, junto con la bancada del partido del entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León votaron a favor de la propuesta del Ejecutivo de convertir en deuda pública los pasivos del Fobaproa que ascendían a más de 600 mil millones de pesos, creando el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) el cual sería sustituto del Fobaproa, con esto, los banqueros no perderían sus fortunas, por el contrario, serían los contribuyentes, es decir usted y yo, y millones de mexicanos los que salvaríamos a los banqueros. El PAN pasó de ser un Partido de Acción Nacional al de ¡traición nacional!
Luego entonces, el señor presidente Felipe Calderón ya tiene antecedentes de ser un hombre que “toma decisiones definitivas a favor de la nación”. Queda claro que ahora el PAN hará todo lo necesario para sacar adelante la propuesta del “Estado” para privatizar el petróleo. Le pregunté al amigo panista ¿como militante te han contado de los grandes esfuerzos –como éste— realizados por tus dirigentes en “bien de la nación”?, en respuesta tuve un seco “no”; intentando ampliar la conversación le pregunté ¿y qué opinas al respecto?, su respuesta fue brutal “por eso perdimos el Estado y perderemos la Presidencia de la República”.
Pero existe un dato que revela el porqué de la denostación a Andrés Manuel López Obrador: luego de la votación a favor del IPAB, el entonces presidente del PRD le envió una carta al presidente del PAN (Calderón Hinojosa) en la que lo acusaba de haberse aliado al presidente Zedillo, traicionando la confianza del pueblo. A Calderón no le gustó, y así como ya ajustó cuentas con su enemigo Santiago Creel Miranda, esta tejiendo fino para “darle su merecido” al famoso Peje.
El PAN no está de lado del pueblo, sino de los poderosos intereses que mueven el dinero de la nación. Sin embargo, no todo en la vida pública es así de fácil, pues existe un pequeño detalle de estrategia, que es el sufragio en la jornada electoral. Y los votos, ya no son sólo votos, pues ahora antes de serlo, son voces críticas, denunciantes, actuantes y poco manipulables. El PAN es un socio muy activo y efectivo de los poderes económicos del país y día con día se aleja de los ciudadanos.
En Yucatán, Patricio Patrón Laviada otorgó todas las facilidades a Felipe Calderón en su precampaña, en torno suyo, los arriba mencionados, además de Fernando Vega, Xavier Abreu, Manuel Fuentes, Claudio Coello, todos apoyando al hombre de las “soluciones definitivas”, el mismo que dijo que este sería el sexenio del empleo y hasta ahora nada de nada, el mismo que dijo que se acabaría la inseguridad y nada de nada, el mismo que prometió que el pago de tenencia se eliminaría y pues, nada de nada. Eso sí, adelante con la privatización de PEMEX y el ahorcamiento económico y cerco político al gobierno de Ivonne Ortega.
Al final de la charla, el amigo panista me expuso: “sin calenturas, reconozco que mi partido la está regando, pero éste no es el PAN que yo quiero, cuando me afilié todos éramos diferentes, pero cambió, hay mucha corrupción, queríamos ser diferentes al PRI de la corrupción, y terminamos peor, pero no hay que dejarlos que sigan secuestrando al partido y daremos la lucha”, admito que es conmovedora dicha exposición, pero las batallas se ganan con hechos y muchos panistas están agazapados, tienen miedo de expresar sus ideas y sentimientos, y así no se ganan ni boletos para ir al cine gratis. Así gobierna el PAN, no hay que olvidarlo nunca, pero nunca ¡jamás!
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