Rebelión
Cientos de trabajadores de Telefónica de España se manifestaron ayer a mediodía en el centro de la capital de España para expresar su protesta por los planes de la empresa para los próximos años y que pretende acordar en un nuevo Convenio colectivo firmado con los sindicatos. Al final de la manifestación la Gran Vía madrileña fue asaltada, cortando el tráfico y el grueso de la manifestación se dirigió hacia el edificio del grupo Prisa donde se encuentra los estudios de la Cadena Ser.
La manifestación comenzó en la glorieta de Bilbao durante la cuarta jornada de huelga poco después de la una de la tarde. La calle Fuencarral se fue ocupando en una lenta y calurosa marcha amenizada con gritos contra la empresa y los sindicatos mayoritarios que tienen la potestad de la firma del nuevo Convenio Colectivo. En este, la dirección de la empresa pretende, entre otras agresiones, el recorte de los sueldos fijos de los trabajadores en torno al 30% dejando este porcentaje como parte variable del salario, sujeto a la subjetividad de la dirección de Recursos Humanos y a la consecución de lo objetivos marcados.
Esta pretensión de la empresa es secundada por parte de la representación social como la UGT que entiende que es favorable para los trabajadores. CCOO, mientras tanto, se desangra en una lucha interna entre los partidarios de la firma y los contrarios a ella pero que dejan a los trabajadores y a sus afiliados en la más triste indefensión y confusión. La firma de ambos sindicatos bastaría para que entrara en vigor el nuevo Convenio.
Son otros los sindicatos que han conectado con el sentir mayoritario de los trabajadores y encabezan la lucha contra este Convenio. AST, CGT y Cobas a nivel estatal, Ciga en Galicia, LAB, ESK y ELA en el País Vasco y Navarra, En Construcció en Cataluña… están consiguiendo poner contra las cuerdas a estos sindicatos mayoritarios que, en la actualidad, se encuentran muy lejos del sentir de los trabajadores.
Contra la agresión de la empresa los trabajadores están exigiendo el mantenimiento del poder adquisitivo, los contratos de relevo o la no segregación del trabajo. Pero sus pretensiones han quedado totalmente olvidadas ante la exigencia de la empresa de aceptar el nuevo modelo de clasificación profesional antes de negociar cualquier otro aspecto del nuevo convenio. De esta manera, la primera exigencia en estos momentos de la plantilla es la retirada del borrador presentado por la dirección de la empresa.
La presión de los trabajadores ya ha hecho recular a la empresa que, desde el mes de marzo ha tenido que rectificar hasta cuatro borradores, con algunas concesiones. Pero la más importante la mantiene. De ahí la continuidad de las movilizaciones, que ya suman cuatro jornadas de huelga en el último mes, y la intensidad de las mismas ya que se acerca el verano, muy propicio entre las cúpulas sindicales para la firma sin presión de los convenios colectivos.
Esa intensidad se vivió ayer en la Gran Vía de Madrid cuando los trabajadores que se manifestaban saltaron la valla policial que impedía el acceso a esta vía céntrica de la capital de España. Los gritos contra los sindicatos y la dirección de la empresa precedieron a una marcha hasta el edificio del grupo Prisa donde se encuentran los estudios de la Cadena Ser. El silencio informativo, por los intereses comunes de Telefónica y el Grupo Prisa, también fue el blanco de las protestas de los trabajadores que ocuparon la entrada al edificio del grupo mediático hasta pasadas las tres de la tarde.
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