MONTERREY, NL, 4 de agosto (apro).- Desde hace un año, un grupo de jóvenes activistas de los derechos de la comunidad lésbico gay presentan en diferentes plazas y foros públicos de esta ciudad el performance Las Rukas: la vida no es un instante, cuya trama se centra en el uso adecuado del condón.Por su singularidad y la orientación sexual que trasmiten, el espectáculo ha atrapado la atención del público regiomontano e incluso de organismos nacionales e internacionales, como el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida) y la propia Unesco.Antonio Nevárez es el creador del performance en el que participan activistas en favor de la diversidad sexual de esta ciudad que forman parte de la Comunidad Metropolitana A.C. (Comac), quienes se promocionan bajo el slogan “llegamos a viejas porque nos cuidamos”.Cargado de imágenes fuertes, el performance no tiene más pretensión que la de salvar vidas a partir de una adecuada orientación sexual, dice Nevárez.En una escena, por ejemplo, un grupo de monjas adora un santo que, al descapotarse, se revela como una botarga con la forma de un pene gigante y provoca “el despertar de las hadas”, como llaman a los 11 travestis que participan en la representación.Nevárez, autor, realizador y actor de la puesta en escena, afirma que Las Rukas pretenden reflejar no sólo al sector lésbico gay, sino a toda la comunidad sexual, por lo que desde hace un año se presentan en universidades, discotecas y foros públicos.Sin financiamiento alguno, cuenta que la compañía subsiste de la cooperación voluntaria que reciben del público en sus presentaciones. El también presidente de Comac, un organismo ciudadano que realiza diversas actividades encaminadas a la promoción de derechos humanos, principalmente de la comunidad lésbico gay, es autor de la letra de la música que presenta en su espectáculo, conocida como Can Can o “canciones jotas”.En entrevista, explica que la campaña de Las Rukas parte de la idea inicial de la “jotería”, pero que está dirigida a todo público, pues el propósito es, dice, promover la salud sexual mediante la promoción del uso del condón. Durante el show, en efecto, cerca de 40 personas y voluntarios reparten preservativos, no para promover la promiscuidad sexual, sino como un mecanismo de prevención de males mayores.Respuesta al conservadurismoEl performance está lleno de simbolismos: el conservadurismo católico, representado por las monjas y el santo venerado antes de su revelación; la estatua de la libertad; los guardias representados por mujeres, y los nombres de los personajes cargados con un doble sentido y con alusiones a las familias de abolengo en la sociedad regiomontana.--¿Cómo escogió el nombre? –se le pregunta a Nevárez, quien en la puesta en escena representa a Alma Madero Benítez.--Es una respuesta a un ala conservadora de la sociedad. Me dije: yo quiero ser Madero, y me pregunté cómo estructurar el nombre... y bueno todos hemos ido.A Alma Madero, la acompañan Penélope Luda, Esperanza de Vergara, Mamarela Vergara y Karo Coño, entre otros.“En la oficina del Comac me llega mucha gente que acaban de diagnosticar con sida, hombres y mujeres heterosexuales desesperados porque no hay quién trabaje por ellos. En respuesta a todos ellos, es que diseñé este programa”, explica.Antonio Nevárez, quien niega que alguno de los 11 actores sea travesti e inclusive menciona que hay un heterosexual en el show, explica que la exageración en maquillaje, canciones y contenido del performance, constituye también un sacrificio para el elenco, toda vez que la transformación no es sencilla y, algunos de ellos, tenían prejuicios que tuvieron que tuvieron que destruir.“Hace 23 años, cuando un amigo murió en mis brazo por VIH/sida, me prometí que haría todo lo que estuviera a mi alcance para evitar que alguien más muriera por esa enfermedad, por eso hoy hago lo que pueda para promover la salud sexual en toda la comunidad”, recuerda.El activista asegura que existen campañas que, influidas por los grupos conservadores, están motivando la expansión del sida. Pone como ejemplo, la llamada “píldora del día siguiente”, que evita el embarazo en la mujer; pero la expone al contagio en un país donde es alta la mortalidad de cáncer cérvico-uterino.El problema –dice- es que se les tiene miedo a los grupos conservadores; a los gobiernos les da miedo y hay prejuicios muy fuertes al hablar de sexualidad en general.“Esta campaña, intenta convertir en Rukas a las amas de casa, a los padres de familia, que deben entender que más vale tener un condón en mano para darle a su hijo, que la mano de su hijo en un hospital muriendo de sida.“La esencia de Las Rukas, que no se trata de comunidad trans, es por una actitud de activismo que rompa con los miedos”, aclara.Las preocupaciones de los miembros del Comac, que además mantienen un programa de radio por internet y otras actividades, consiste en que a los gobiernos les está costando mucho la pandemia del sida, mientras lo laboratorios generan mucha riqueza.“Y luego vienen los conservadores y nos dicen, `No cojas, el sexo es pecado, hay que tener una sola pareja`, más bien parecen promotores de farmacéutica”, sentencia.El performance de Las Rukas… se está adaptando por otros grupos lésbico gay en Guadalajara, Tuxtla Gutiérrez y la Ciudad de México, y existen algunos proyectos semejantes en ciudades como Ensenada y Chihuahua.La exposición fotográfica de Las Rukas: la vida no es un instante se presentará en la Ciudad de México, en el marco de la celebración de la Conferencia Internacional Sobre el Sida que se iniciará este domingo 3 de agosto.
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