Desde el sur sale el mensaje para “salvar al planeta”, dice en la ONU
David Brooks (Corresponsal)
Evo Morales, presidente de Bolivia, al pronunciar su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas ayer en Nueva York, donde sostuvo que “sólo habrá paz en el mundo cuando haya justicia e igualdad social”. Foto: Ap
Nueva York, 23 de septiembre. El segundo país más pobre de América Latina ofreció a los líderes del mundo reunidos en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas un plan para salvar al planeta, al igual que uno de los mensajes más filosos en contra de Washington hasta el momento.
Evo Morales, presidente de Bolivia, dijo desde el podio de la gran sala de la Asamblea General que desde el sur sale el mensaje para “salvar al planeta, la humanidad y la vida”. Mostrando una propuesta con diez mandamientos para consideración de Naciones Unidas, Morales Ayma detalló cada uno, y el primero, “poner fin al capitalismo”, ya que, dijo, ese sistema es “el peor enemigo de la humanidad”. Entre los otros están renunciar a la guerra, y explicó que en la nueva Constitución de su país eso queda consagrado “porque los pueblos no quieren guerras e intervenciones”, por lo que Bolivia no permitirá la instalación de bases militares de cualquier país dentro de su territorio.
Planteó: un mundo sin intervenciones o imperialismo, emplear la experiencia de los indígenas de vivir en armonía con la naturaleza, los recursos vitales deberán ser públicos, la soberanía alimentaria, la diversidad de culturas y el bienestar basado en la solidaridad. “Solo habrá paz cuando haya justicia e igualdad”, afirmó.
Pero a la vez, utilizó su discurso para resumir y detallar la crisis política en su país, colocándola en el contexto de la lucha por la justicia social y la igualdad. Dijo que esto era parte de una lucha antigua, “de los pobres contra los ricos, del socialismo contra el capitalismo”, y “no es nada nuevo”. En ese contexto explicó lo que llamó el intento de un “golpe civil” contra su gobierno, el cual se está derrotando por “la conciencia del pueblo” y el apoyo de los países sudamericanos.
Dijo que había escuchado el discurso de Bush denunciando el “terrorismo” esta mañana en esa misma sala y preguntó: “¿por qué no condenan los actos terroristas en mi país? No lo hacen porque son sus aliados”. Detalló las maniobras intervencionistas de Washington desde hace décadas en su país, y en particular contra los movimientos sociales y contra él en los años previos a ser electo, y las razones por las cuales expulsó al embajador estadunidense: por continuar con esas prácticas de intervención y apoyo de los enemigos del proceso de igualdad y justicia social, pero particularmente porque la recuperación de los recursos naturales fueron clave en empezar a cambiar estas condiciones sociales para las mayorías.
Indicó que recientemente había recibido un mensaje del presidente George W. Bush que decía que “si no soy amigo soy enemigo. Soy amigo del pueblo de Estados Unidos, no me importa ser amigo del presidente”, dijo, y contó cómo se había visto con algunos sectores sociales en este país, y cómo compartían algunas posiciones para promover un mundo más justo.
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