jueves, octubre 23, 2008
Columna Asimetrias. Obama y México
Por Fausto Fernandez Ponte
I
La otrora improbable y hogaño probabilidad de que el senador por Illinois Barack Obama sea elegido Presidente de Estados Unidos plantearía, presumiblemente, nuevos desafíos a México en términos de dos realidades insoslayables de geoaplítica:
Una, la relativa a la relación bilateral. Ésta es asimétrica --notoriamente de dependencia económica, financiera y política--, con acusada subordinación de las decisiones estratégicas del Estado mexicano al interés del Estado estadunidense.
Y, otra, la que se refiere al contexto macrocósmico de las relaciones multilaterales del Estado estadunidense con los demás Estados, principalmente los de Nuestra América --la indo, afro e ibérica-- y el triste papel de México en dicho entorno.
La primera de las realidades --la de la relación bilateral-- tiene definiciones económicas, políticas, sociales (la emigración de mexicanos a EU y la presencia, en suso país, de unos seis millones de connacionales inmigrados) y culturales de peso.
La segunda tiene por punto axial la convicción del "Establishment" --Establecimiento del poder-- estadunidense de que México es hoy más que nunca parte del patio trasero (o "hinterland") y Estado dependiente, si no es que paniaguado.
Ésta última convicción determina, más allá de lo diplomático, los términos estadunidenses del trato bilateral y preside el régimen de decisiones de política exterior de EU. A México no se le trata como Estado independiente, sino "asociado".
II
Ello explica las ambivalencias en los cenáculos del poder económico y político en México con respecto a la que parece una inminente elección del señor Obama como inquilino de la Casa Blanca durante los cuatro años a partir del 20 de enero de 2009.
Una ambivalencia deviene de la percepción del supuesto izquierdismo del señor Obama en el espectro ideológico y político de EU y cómo ello se reflejaría en la relación con México, con un Poder Ejecutivo calderonista identificado con George W. Bush. Esa identificación no es sólo ideológica y política, sino también psico-cultural --es decir, la dependencia es así mismo psicológica--, lo que ha llevado al Presidente de Facto, Felipe Calderón, a imitar al percibido como muy "macho" señor Bush.
Pero aquél no es don George W. Éste es un demente asesino --genocida-- que justifica su quehacer criminal como el acatamiento de "órdenes" dadas por Dios en charlas muy privadas con Él. Pero don Felipe ya está en la ruta demencial del machismo a ultranza.
El "hardcore" machismo calderonista se advierte en la represión a la disidencia ideológica y discrepancia política organizada con propósitos reivindicatorios y motivada por el creciente y generalizado descontento social.
Ese machismo "duro" --epítome del "¡Duro, duro, duro!" del priísmo fascistoide, pues esa exclamación para enardecer a la masa fue usada por Mussolini y luego por Francisco Franco-- se manifiesta nìtidamente en la "narcoguerra".
III
En efecto. La guerra del Ejército y la Armada y los paramilitares policias contra los cárteles del tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicos tiene equivalente a la guerra del señor Bush en Irak. La narcoguerra es el Irak de don Felipe.
Don Felipe ha sido émulo ejemplar de don W.: gústale vestir atuendos militares --con símbolos de mando de cinco estrellas-- y a sus hijos pequeños los hizo ya oficiales del Ejército y los exhibe en público, en ceremonias oficiales (como la del "Grito").
Pero la alarma de la calderonía es infundada en extremo. Don Barack, ya en la Casa Blanca, no exhibirá un radicalismo ideológico o político de izquierda jamás tenido. Su émulo, Roosevelt, era un pragmático de lo conveniente. Para EU.
Ésto sugiere los componentes de un escenario prospectivo posible en la relación bilateral durante el cuatrienio obamista: más de lo mismo, sin duda, pero peor, como bien diría el filósofo de Pajapan, el centenario don Protasio. Parece Ley de Murphy.
"Más de lo mismo, pero peor". ¿Por qué? Por la dialéctica de imperativos internos --los de la crisis sistémica de EU-- y los del imperialismo estadunidense propiamente. Hora de recoger las canicas. Y hora de apretar tuercas. Hora desesperada.
La hora desesperada ofrece moralejas experienciales, las históricas: en su caída, los imperios arrastran consigo todo y, para atenuar el porrazo y/o salvar lo que se pueda, sacrifican a los demás. El Imperio ya está sacrificando a México. Mucho.
Más como la caída del Imperio es por fases y etapas, éste México sufriente, sacrificante satélite en la órbita imperial estadunidense y, sobre todo, muy aguantador, padecerá aun más: don Barack resultará más duro --más macho-- que don W.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Filósofo de Pajapan: Protasio Coatl, indígena mestizo de nahuatl y popoluca. Vive en Cosoleacaque, Ver. Sostiene que sus aforismos le son dictados por los chaneques, duendecillos traviesos en la mitología olmeca-popoluca.
"Hardcore": vocablo inglés que se traduciría aquí como duro, crudo, nuclear, patente, evidente, absoluto.
Ley de Murphy: conjunto de aforismos y axiomas obvios, de sentido común, emblematizados en el proverbio de que "si algo puede salir mal, saldrá mal". Atribuidos a un autor inexistente identificado como Murphy. Muchos de esos aforismos tienen su origen en la experiencia marinera inglesa histórica.
Suso: citado, mencionado, como en susodicho.
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