El imperio del narco Colombiano en México
MÉXICO, DF, 22 de octubre (apro).- Capos colombianos abandonaron su país y se afincaron en México, donde extienden amplias redes operativas al servicio de al menos tres cárteles mexicanos, sus principales clientes.
Sin acomodo en Colombia, México les pareció el territorio ideal para operar y robustecer sus negocios de tráfico de drogas.
Los cárteles del Golfo, Tijuana y Sinaloa no sólo ampliaron sus vínculos con capos colombianos y abastecedores de droga, sino que convirtieron a México en un territorio con amplios dominios de personajes sudamericanos -entre otros, colombianos, peruanos, bolivianos, argentinos y venezolanos-- vinculados al tráfico de drogas, tal y como lo evidencian diversas detenciones, entre encarcelamientos y arraigos, realizadas por la Procuraduría General de la República (PGR) desde el 2005 a la fecha.
Después de la caída de Medellín y Cali -dos cárteles con viejo antagonismo en Colombia-, las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas parecían haberse extinguido. Pero no fue así: surgieron varias ramificaciones, entre otras, el cártel del Norte del Valle, que extendió sus tentáculos hacia México, a través de varios personajes, entre otros Gino Brunetti (abastecía al cártel del Milenio) y Juan Diego Espinoza Ramírez, El Tigre, excompañero sentimental de Sandra Ávila Beltrán, la Reina del Pacífico.
El Tigre, según datos de la PGR, estuvo vinculado a Ismael El Mayo Zambada, jefe del cártel de Sinaloa y, al mismo tiempo, mantenía estrechos vínculos con el cártel del Norte del Valle, cuyo jefe era Diego León Montoya Sánchez, Don Diego.
Sin embargo esa organización, en una nueva etapa de reestructuración, cambió de jefes: los hermanos Fernando, Arcángel, Lorena y, en especial, el temible Orlando Enao, jefe máximo del cártel, quien contaba con otros respaldos, entre otros los de Andrés López, Luis Alfonso Ocampo Fómeque Tocayo, Víctor Patiño La Fiera y Juan Carlos Ramírez Abadía, Florecita, todos ellos -según la PGR- con amplias conexiones en México.
La sombra de las FARC
Aunque el asentamiento de narcos colombianos en México data de 2005, en los últimos meses la PGR se ha dado a la tarea de aprehender a personajes de ese país sudamericano relacionados con negocios dudosos que bien pueden estar conectados con el lavado de dinero.
En marzo de este año, por ejemplo, la PGR detuvo a nueve colombianos vinculados a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que, al mismo tiempo, servían al cártel del Norte del Valle. Al parecer los sudamericanos se establecieron en el Distrito Federal para consolidar sus contactos.
La PGR dio a conocer a uno de los detenidos: Tito Miler Parra Izasa, Miguel Angel, quien fue denunciado como elemento de una célula de las FARC e intermediario entre la guerrilla y las organizaciones criminales de México.
Las primeras indagatorias, efectuadas por la Subprocuraduría de Investigaciones Especializada en contra de la Delincuencia Organizada (SIEDO), revelan que el grupo de colombianos llegó a México con el propósito de lavar dinero proveniente del narcotráfico.
Sus cómplices se dedicaban a lo mismo, según la SIEDO, y fueron identificados como Ricardo Martínez Rodríguez, Joaquín Alejandro Senderos Higuera, El Licenciado; Horley Rengifo Pareja, El Flaco; Samuel Jiménez Roldán; Luis Román Mercado Hernández; Roberto Angulo Isaza, El Costeño; Carlos Daniel Montoya Cárdenas, y Jenny Hurtado Beltrán.
Tan socorrido es el territorio mexicano por los traficantes colombianos que hace un mes elementos de la Secretaría de Marina detuvieron a un 'semisumergible' frente a las costas de Oaxaca. La nave provenía del puerto de Barranquilla, Colombia, cargada con cocaína cuyo destino era Estados Unidos.
Los colombianos que tripulaban el navío fueron identificados como José Félix Cuero Enríquez, Rodrigo Ayala Cuero, Rafael Jiménez y Fabio Pineda Payán.
En semanas recientes, la SIEDO -o presuntamente un grupo de sicarios conocido como La Policía del Calendario, al servicio del Mayo Zambada- detuvo a un colombiano de altos vuelos en el negocio del tráfico de drogas: Éver Villafañe Martínez, cuando éste circulaba a bordo de una camioneta en compañía de Altagracia Espinoza Aguilar, su novia.
En contra de Villafañe se integró la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/256/2008, pues se le relaciona con Arturo Beltrán Leyva, y esa habría sido la razón por la que fue interceptado a principios de agosto de este año.
Entre la detención y entrega a las autoridades de este personaje existen dudas: una versión sostiene que, una vez detenido, trasladaron al capo a una casa de seguridad, donde fue golpeado e interrogado sobre sus vínculos con los hermanos Beltrán Leyva, en particular con Arturo.
Debe destacarse que muchos de los colombianos detenidos en México han sido ubicados en zonas del Estado de México, como Huixquilucan, Metepec, o en otras de la capital, como Santa Fe.
Precisamente fue en esta última zona residencial donde, en 2007, la PGR detuvo a cuatro integrantes de una organización colombiana que desde México operaba el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Los colombianos capturados fueron Jairo Alberto Espinal Gallego, Luz Ferry Pérez Ortiz, José de Jesús Gutiérrez Huerta, El Chico, y Jhonatan Fernández de Lara Márquez, El Niño. A todos ellos se les relacionó con un 'narcolaboratorio' descubierto en Ciudad Sahagún, Hidalgo.
El 29 de abril último, la policía del Distrito Federal detuvo a otro colombiano sospechoso. La policía no se equivocó: portaba droga, 5 mil euros y diez mil pesos mexicanos, además de un pasaporte falso.
Narcomansión
El golpe más reciente asestado a una banda de colombianos ocurrió el 19 de octubre, cuando la Policía Federal detuvo a una célula de narcotraficantes, presuntamente al servicio de Arturo Beltrán Leyva, quienes tenían a su disposición una residencia con zoológico incluido.
Se trataba de una fastuosa casa está ubicada en el Desierto de los Leones.
Además del lujo que presenta -paredes de madera tallada con motivos hindúes y árabes-, la residencia localizada en Camino Real Temaxcatitla cuenta en su jardín con varias, jaulas, y en ellas se encuentran una pareja de leones africanos, dos panteras negras y dos tigres, uno blanco y otro albino.
De acuerdo con la PGR, en la casa vivía cómodamente el colombiano Mauricio Harold Poveda, El Conejo, considerado uno de los abastecedores de droga de Arturo Beltrán Leyva.
Este personaje tiene historia: desde 2003, la PGR lo comenzó a relacionar con Arturo Beltrán, el que a finales de 2007 rompió la sociedad que lo unía con el cártel de Sinaloa y con Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
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