Año 7, número 2417
Lunes 27, octubre del año 2008
Los antecedentes históricos, más las presentes vivencias, como le declaración de culpabilidad de los Zetas que arrojaron las granadas en la antigua Valladolid (declaraciones en las que por supuesto nadie puede creer) no se prestan para continuar aceptando como ciertas las declaraciones de las Autoridades, que probado está, nos mienten y además son incongruentes.
La forma tan palurda en que presentan sus mentiras, como cuando el mismo “Zeta” de Morelia dijo que no sabía que hacer con la granada, soslayando que los Z es el nombre con el que se conoce a los soldados de elite de nuestro Ejército, expertos en el manejo de las armas, son el suficiente respaldo para pensar que cuando detienen a alguien, culpable o no, fácil se les hace responsabilizarlo de otros delitos pendientes. Justificando de esa manera, ante la sociedad, un actuar y por supuesto, un sueldo que no merecen percibir.
Decir que Reynaldo Zambada, “El Rey” (por cierto que luego-luego les encuentran apodos) es el responsable de la bomba que estalló en el DF, da mucho en qué pensar. Pues cuando en el caso que mantuvo la atención de todos durante un buen rato, nunca se mencionó el nombre del hoy detenido, ni siquiera como posible responsable.
El que detuvieran al “El Pollo”, cuando “El Pollo” puede ser cualquiera (debe de haber miles a los que se les apoda “El Pollo”) como uno de los lugartenientes de los grandes capos; cuando tampoco nunca se había mencionado al tal “Pollo”, hace evidente que los capos deben de ser como las colas de las lagartijas, que vuelven a crecer cuando se desprenden de ellas, pues son incontables las “manos derecha” que han detenido.
Seriedad señores funcionarios. Se requiere de seriedad para gobernar a una nación.
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