sábado, octubre 25, 2008

EDITORIAL

Año 7, número 2416
Sábado 25, octubre del año 2008


Hecha la Ley, hecha la trampa..

Infortunadamente la historia pasada y presente de nuestra Patria nos lleva a desconfiar de la clase política, donde las traiciones han sido el pan nuestro de cada día.

Y no solo las traiciones entre ellos. Y ni siquiera traiciones a quienes supuestamente se deben dentro de una Democracia, es decir, a los que los eligieron, que además son quienes les pagan sus sueldos y todas sus frivolidades.

Sino finalmente se traicionan a ellos mismos (toda vez que “Nadie es malo por voluntad propia” según decía el muy ilustre Pitágoras) y por ende han traicionado a la Patria, anteponiendo sus intereses a los de la nación y la comunidad.

Pero el resquemor hacia la celebración, que se antoja prematura, queda al haber dejado en la “Reforma” un huequito por donde pueden colarse los políticos para hacer todo tipo de negocios.

Que por otro lado, es lo que siempre han hecho; pues para nadie es un secreto que, “Hecha la Ley, hecha la trampa”.

Cuestión de tiempo; pero lo único cierto de todo esto, es que se evitó lo peor; y que dentro de la llamada izquierda, todos se dieron a conocer.

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