Nieto de la profesora dice para que todos oigan: “puedo hacer lo que se me hinchen los huevos”
"Achichincles de mi abuela”, quienes manejan el país, afirma René Fujiwara Montelongo, nieto de Elba Esther Gordillo, presidenta del SNTE. Imagen de archivo Foto Francisco Olvera
Arturo Cano
Arturo Cano
Voz en cuello, el joven Iker Reyes subraya su sorpresa: “después de hojear el periódico me dije: ‘no mames, güey, ¡este país lo maneja una sola persona!’”
Iker Reyes estaba leyendo un periódico y vio una nota sobre Miguel Ángel Yunes; dio la vuelta a la página y se encontró una sobre Roberto Campa; fue a la siguiente y halló información sobre el Partido Nueva Alianza (Panal). Por eso dijo: “no mames, güey”.
Otro joven lo escucha de frente y se entusiasma con la zalamería de su amigo. “Son los achichincles de mi abuelita”, dice, orgulloso.
El joven que escucha a Iker, en un restaurante de comida japonesa de la colonia Condesa, se llama René Fujiwara Montelongo. Tiene 24 años y es presidente de Alianza Joven, organización filial del Panal. También es, por supuesto, nieto de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Todos los comensales escuchan porque el joven nieto, “también conocido como Fuji”, casi grita. Así, entre bocados de sushi, el público se entera de que hay nueva línea en el Panal. El joven acaba de ser convencido por los asesores de su abuela: es un contrasentido que el partido, que se presenta como de jóvenes, tenga una organización juvenil.
De modo que mientras los maestros morelenses son pasados a cuchillo porque supuestamente luchan sólo por heredar sus plazas, el joven Fujiwara, hijo de Maricruz Montelongo, a su vez hija mayor de Gordillo, hereda una fundación que, sin estar formalmente amarrada al Panal, recibirá todos los beneficios del poder de su abuela.
A sus amigos, René Fujiwara les explica que será una organización para hacer labor social entre los jóvenes, con la ventaja de que puede solicitar fondos de organismos internacionales e incluso del gobierno de México. Asimismo, contará con la ayuda de los asesores y políticos vinculados a su abuela, pero sin depender de las estructuras formales del partido.
Claro, el joven Fujiwara lo explica de otra manera, para que todos escuchen mientras batallan con los palillos: “Lo que pesa es que soy presidente de una organización grandísima, vinculada al partido, con dinero del SNTE y que puedo hacer lo que se me hinchen los huevos; cualquier cosa que se me ocurra y pidiéndole dinero a quien sea”.
¿Cuál es el imán para atraer a los jóvenes? Por un lado, el Becatón, que promueven el Panal y su presidente, Jorge Kahwagi, junto con el Instituto Nacional de Becas. Instituciones de enseñanza superior, que van de unas muy serias a otras patito, han participado en la feria de becas educativas promovida por el Panal; en agosto se realizó en el Distrito Federal y luego en el estado de México y Puebla, entre otros. Miles de jóvenes han acudido a recibir un “certificado” para una beca parcial.
René Fujiwara tiene un anzuelo mayor, claro: “no nos hagamos, de la fundación saldrán muchos de los candidatos del Panal”, les dice a sus amigos.
Más “achichincles” de su abuelita, es de suponerse.
La herencia
El líder juvenil del Panal es hijo de René Fujiwara Apodaca, subdirector del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y de Maricruz Montelongo, actualmente casada con Fernando González Sánchez, subsecretario de Educación Básica de la SEP.
En mayo de 2000, con apenas 16 años de edad, fue secuestrado, en un hecho mantenido en reserva por su familia. Después de ese suceso fue enviado a Suiza. Más tarde, un colaborador de su abuela le ayudó a inscribirse en una universidad afiliada a la de Sussex, en Inglaterra, donde estudió filosofía.
A su regreso, anduvo un tiempo sin ocupación, hasta que manifestó a los colaboradores de su abuela su deseo de dedicarse “a algo social”. Los empleados de la profesora le consiguieron un puesto en la Secretaría de Desarrollo Social.
La experiencia apenas duró, quizá porque a la abuela le pareció poca cosa. Ella misma le dijo que dejara ese empleo y se dedicara al Panal.
Nuevamente, los asesores se hicieron cargo: lo pusieron en manos de un experto en media training y hacia fines del año pasado el joven Fujiwara comenzó a aparecer en público como líder juvenil del partido.
A pesar de lo que hace unas semanas René Fujiwara dijo a sus amigos –y a todos los comedores de sushi–, sigue apareciendo como líder juvenil del Panal.
“Decidimos empezar Alianza Joven”, afirma en su página de Internet, “porque creemos que el mundo está cambiando a un ritmo que sólo nuestra generación puede entender; y porque la política actual queda corta ante los grandes retos que enfrentamos como país y como sociedad”.
En el mensaje, fechado el 28 de septiembre, el heredero de Gordillo explica por qué decidió incursionar en la política: “no puedo quedarme quieto mientras muchos de nuestros políticos se dedican a crear divisiones y a polarizar a la sociedad”.
Bajo el manto de manta
La madre de René Fujiwara Montelongo administra varios de los negocios familiares, entre ellos el ex convento de Santo Domingo, dado en comodato por el Gobierno del Distrito Federal para ser biblioteca del magisterio y convertido por ella en salón de fiestas.
De manera más modesta, el joven Fujiwara sólo tiene –en su sitio web– un negocio de venta de playeras, bolsas, pines, vasos y otros objetos, todos dedicados a su protector: San Honesto.
El nieto de Elba Esther Gordillo ofrece, por ejemplo, “playeras honestas para gente honesta”.
Todos los artículos tienen la muy premoderna imagen del santo: un indio con sombrero, sarape y calzón de manta, para colmo, parado sobre un maguey. Con la misma imagen, el nieto de Gordillo vende escapularios que, se asegura, son una “protección garantizada contra la corrupción”.
Las bolsas, como las antiguas del mandado, incluyen la oración a San Honesto: “Amado San Honesto: llena mi alma con claridad y transparencia. Que se aleje la corrupción de mi vida, en mí, con mis hermanos y con todos. Protector contra mentiras y mordidas. Defensor de la verdad”.
En su facebook, el joven Gordillo nos anticipa una imagen que pronto puede ser realidad: aparece en la tribuna de la Cámara de Diputados, adonde su abuela ha llevado a su madre y a su tía.
Por si algo hiciera falta, artesanos de Metepec hicieron el “árbol honesto”, a la manera del árbol de la vida. El árbol es promovido así: “Sé honesto en lo que sientes (corazón), en lo que haces (manos), en lo que dices (boca) y en lo que piensas (cerebro)”.
Realmente sólo hace falta una Hummer honesta en miniatura.
Queda, sin embargo, la duda: ¿por qué los jóvenes del partido de la profesora Gordillo, encabezados por su nieto, no eligieron mejor a Santa Honesta?
Iker Reyes estaba leyendo un periódico y vio una nota sobre Miguel Ángel Yunes; dio la vuelta a la página y se encontró una sobre Roberto Campa; fue a la siguiente y halló información sobre el Partido Nueva Alianza (Panal). Por eso dijo: “no mames, güey”.
Otro joven lo escucha de frente y se entusiasma con la zalamería de su amigo. “Son los achichincles de mi abuelita”, dice, orgulloso.
El joven que escucha a Iker, en un restaurante de comida japonesa de la colonia Condesa, se llama René Fujiwara Montelongo. Tiene 24 años y es presidente de Alianza Joven, organización filial del Panal. También es, por supuesto, nieto de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Todos los comensales escuchan porque el joven nieto, “también conocido como Fuji”, casi grita. Así, entre bocados de sushi, el público se entera de que hay nueva línea en el Panal. El joven acaba de ser convencido por los asesores de su abuela: es un contrasentido que el partido, que se presenta como de jóvenes, tenga una organización juvenil.
De modo que mientras los maestros morelenses son pasados a cuchillo porque supuestamente luchan sólo por heredar sus plazas, el joven Fujiwara, hijo de Maricruz Montelongo, a su vez hija mayor de Gordillo, hereda una fundación que, sin estar formalmente amarrada al Panal, recibirá todos los beneficios del poder de su abuela.
A sus amigos, René Fujiwara les explica que será una organización para hacer labor social entre los jóvenes, con la ventaja de que puede solicitar fondos de organismos internacionales e incluso del gobierno de México. Asimismo, contará con la ayuda de los asesores y políticos vinculados a su abuela, pero sin depender de las estructuras formales del partido.
Claro, el joven Fujiwara lo explica de otra manera, para que todos escuchen mientras batallan con los palillos: “Lo que pesa es que soy presidente de una organización grandísima, vinculada al partido, con dinero del SNTE y que puedo hacer lo que se me hinchen los huevos; cualquier cosa que se me ocurra y pidiéndole dinero a quien sea”.
¿Cuál es el imán para atraer a los jóvenes? Por un lado, el Becatón, que promueven el Panal y su presidente, Jorge Kahwagi, junto con el Instituto Nacional de Becas. Instituciones de enseñanza superior, que van de unas muy serias a otras patito, han participado en la feria de becas educativas promovida por el Panal; en agosto se realizó en el Distrito Federal y luego en el estado de México y Puebla, entre otros. Miles de jóvenes han acudido a recibir un “certificado” para una beca parcial.
René Fujiwara tiene un anzuelo mayor, claro: “no nos hagamos, de la fundación saldrán muchos de los candidatos del Panal”, les dice a sus amigos.
Más “achichincles” de su abuelita, es de suponerse.
La herencia
El líder juvenil del Panal es hijo de René Fujiwara Apodaca, subdirector del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y de Maricruz Montelongo, actualmente casada con Fernando González Sánchez, subsecretario de Educación Básica de la SEP.
En mayo de 2000, con apenas 16 años de edad, fue secuestrado, en un hecho mantenido en reserva por su familia. Después de ese suceso fue enviado a Suiza. Más tarde, un colaborador de su abuela le ayudó a inscribirse en una universidad afiliada a la de Sussex, en Inglaterra, donde estudió filosofía.
A su regreso, anduvo un tiempo sin ocupación, hasta que manifestó a los colaboradores de su abuela su deseo de dedicarse “a algo social”. Los empleados de la profesora le consiguieron un puesto en la Secretaría de Desarrollo Social.
La experiencia apenas duró, quizá porque a la abuela le pareció poca cosa. Ella misma le dijo que dejara ese empleo y se dedicara al Panal.
Nuevamente, los asesores se hicieron cargo: lo pusieron en manos de un experto en media training y hacia fines del año pasado el joven Fujiwara comenzó a aparecer en público como líder juvenil del partido.
A pesar de lo que hace unas semanas René Fujiwara dijo a sus amigos –y a todos los comedores de sushi–, sigue apareciendo como líder juvenil del Panal.
“Decidimos empezar Alianza Joven”, afirma en su página de Internet, “porque creemos que el mundo está cambiando a un ritmo que sólo nuestra generación puede entender; y porque la política actual queda corta ante los grandes retos que enfrentamos como país y como sociedad”.
En el mensaje, fechado el 28 de septiembre, el heredero de Gordillo explica por qué decidió incursionar en la política: “no puedo quedarme quieto mientras muchos de nuestros políticos se dedican a crear divisiones y a polarizar a la sociedad”.
Bajo el manto de manta
La madre de René Fujiwara Montelongo administra varios de los negocios familiares, entre ellos el ex convento de Santo Domingo, dado en comodato por el Gobierno del Distrito Federal para ser biblioteca del magisterio y convertido por ella en salón de fiestas.
De manera más modesta, el joven Fujiwara sólo tiene –en su sitio web– un negocio de venta de playeras, bolsas, pines, vasos y otros objetos, todos dedicados a su protector: San Honesto.
El nieto de Elba Esther Gordillo ofrece, por ejemplo, “playeras honestas para gente honesta”.
Todos los artículos tienen la muy premoderna imagen del santo: un indio con sombrero, sarape y calzón de manta, para colmo, parado sobre un maguey. Con la misma imagen, el nieto de Gordillo vende escapularios que, se asegura, son una “protección garantizada contra la corrupción”.
Las bolsas, como las antiguas del mandado, incluyen la oración a San Honesto: “Amado San Honesto: llena mi alma con claridad y transparencia. Que se aleje la corrupción de mi vida, en mí, con mis hermanos y con todos. Protector contra mentiras y mordidas. Defensor de la verdad”.
En su facebook, el joven Gordillo nos anticipa una imagen que pronto puede ser realidad: aparece en la tribuna de la Cámara de Diputados, adonde su abuela ha llevado a su madre y a su tía.
Por si algo hiciera falta, artesanos de Metepec hicieron el “árbol honesto”, a la manera del árbol de la vida. El árbol es promovido así: “Sé honesto en lo que sientes (corazón), en lo que haces (manos), en lo que dices (boca) y en lo que piensas (cerebro)”.
Realmente sólo hace falta una Hummer honesta en miniatura.
Queda, sin embargo, la duda: ¿por qué los jóvenes del partido de la profesora Gordillo, encabezados por su nieto, no eligieron mejor a Santa Honesta?
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