Antonio Gershenson
El pasado 6 de abril, en esta sección, se publicó un artículo firmado por mí sobre la entonces reciente formación de la Unión de Técnicos y Profesionistas Petroleros. Hacíamos ver que, como ha sucedido anteriormente, esto coincidía con el inicio de un movimiento en defensa de Pemex, de su integridad e independencia, contra la privatización y contra la corrupción. Es más, en la declaración de principios de esta organización, se señalaba: “Rechazamos la privatización de Pemex, cualquiera que sean su forma y sus beneficiarios”.
Ahora, fueron expulsados de las instalaciones de Pemex, mediante la fuerza de paramilitares, los miembros del comité ejecutivo y principales organizadores de esta unión. Con esto no sólo se agreden los derechos de estos trabajadores en lo individual. Se agrede el derecho de sindicalización. Y se agrede a todos los que hemos defendido a Pemex contra intentos privatizadores en sus más diversas formas, contra el desmembramiento, contra la corrupción, contra los intentos de entregar amplias franjas del territorio nacional, como ya se hizo con los contratos de servicios múltiples, a trasnacionales para su exploración y explotación, incluso a todo lo largo de su proceso.
Transcribo fragmentos de un acta levantada durante el proceso de desalojo de uno de los ingenieros. “Hechos cometidos en contra del señor ingeniero Francisco Ríos Piñeyro, por parte del personal que trabaja en Pemex y propiamente en los departamentos de recursos humanos, cuyo titular es la Lic. Delfina de Lourdes Cupil Díaz, quien se desempeña como jefa, Centro Operativo de Recursos Humanos Reynosa, así mismo personal del departamento jurídico de la mencionada empresa paraestatal apoyado por el Lic. Guillermo González Marrufo como auxiliar de ese departamento, agentes especiales de Pemex específicamente cinco elementos vestidos en uniforme verde-menta tipo de asalto y siete u ocho individuos del departamento de vigilancia todos con uniforme en pantalón caqui y camisa blanca con logos de Pemex, quienes todos ellos en una actitud hostil y totalmente fuera de derecho, agredieron y amenazaron al suscrito ingeniero Francisco Ríos Piñeyro, todo ello con el fin de rescindir su relación laboral con Pemex (…) (Hubo) una actitud de parte de ellos más agresiva y específicamente de parte de los cinco elementos vestidos en uniforme verde-menta tipo de asalto quienes me golpearon y jalonearon, todo esto con el fin de que desalojara por la fuerza las instalaciones, aclarando que dicha agresión duró aproximadamente de dos a tres minutos, no logrando su fin pues en ese momento entraron seis compañeros de trabajo que laboran en esa empresa, esto para auxiliar al suscrito Ríos Piñeyro (…) por lo cual se tranquilizaron, momento que fue aprovechado por el ingeniero Francisco Ríos Piñeyro para comunicarse con un notario público y dar fe de las irregularidades que en su contra realizaban todos los arriba descritos siendo el Lic. Jacinto Flores Peña, además de pedir la intervención de un reportero del periódico La Prensa quienes no pudieron ingresar pues se les impidió su paso por parte del personal de vigilancia, liderados por el Ing. Guillermo Altamirano dejando al ingeniero Francisco Ríos Piñeyro en una total indefensión pues seguían los acosos verbales y físicos para el ingeniero Ríos Piñeyro, aclarando que este último insistía sobre que se le entregara algún documento o acta por escrito de su proceder a lo que no tenía respuesta alguna sin que se le dieran oportunidad de ser asistido por el abogado Lic. Ricardo Antolín Tobías Guerra, toda vez que a éste no se le permitió ingresar a las instalaciones, posteriormente con el fin de evitar unos mayores sucesos que afectara la seguridad física del Ing. Ríos Piñeyro, éste aceptó dialogar con los Lics. Delfina de Lourdes Cupil Díaz y Lic. Guillermo González Marrufo quienes se trasladaron conjuntamente con el ingeniero Francisco Ríos Piñeyro a la oficina de recursos humanos en donde se le enteró al suscrito Ríos Piñeyro que el despido era injustificado pero que eran órdenes de arriba sin dar más explicaciones y que abandonara inmediatamente el edificio o lo retirarían a la fuerza, por lo cual se levanta la presente acta, lo anterior para constancia legal y trámites legales correspondientes firmando al calce los que en ella intervinieron y quisieron hacerlo así - - - - - conste - - - - -.”
El asunto ha llegado a comisiones de las dos cámaras legislativas, obviamente a La Jornada, y a organizaciones sindicales y sociales en general. Ha habido gestiones en la Secretaría de Trabajo, donde el funcionario responsable reconoció que se habían cumplido todos los requisitos para la obtención del registro sindical por parte de la unión.
No se puede considerar este despido en masa como una separación del trabajo más. Es cierto, en estos días de crisis hay muchos despidos. Pero este de técnicos y profesionistas de Pemex no sólo atenta contra el derecho al trabajo, sino ante todo contra el derecho de organización sindical y contra Pemex mismo. Es más, se ha ofrecido a los despedidos el regreso al trabajo si firman su renuncia a la unión, con la intención de liquidarla al dejarla sin dirigentes, como ya se hizo en el pasado.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario