Alfredo Jalife-Rahme
Bajo la Lupa
Se anunció con tres meses de retraso la contratación de “derivados financieros” por Agustín Carstens (AC), malhadado Secretario de Hacienda calderonista, por US $1,500 millones con el propósito de garantizar el ingreso petrolero de exportación a US $70 el barril.
The Financial Times (17.11.08) expuso la noticia retardada que había sido ocultada a la opinión pública y al disfuncional Congreso. El contrato fue realizado con los insolventes bancos anglosajones Goldman Sachs (GS) y Barclays Capital (BC), íntimamente vinculados con las trasnacionales petroleras de EU y Gran Bretaña (GB).
A reserva de profundizar sobre la mecánica operativa de tales “derivados financieros” —que se pasaron por el Arco del Triunfo al hilarante Pemex, a la delirante Secretaría de Energía y al inoperante Congreso (con todo y su entreguista “reforma energética”)—, llama la atención que en forma masoquista Calderón y AC se disparen en su propia ingle al haber contribuido al desplome del petróleo presionado a la baja en forma artificial por los juegos especulativos de la banca anglosajona.
Calderón y AC juegan a la inversa de los intereses mexicanos para beneficiar en forma exclusiva a la insolvente banca trasnacional: GS de EU y BC de GB.
Antecedentes: Desde el cordobista Zedillo, Hacienda se convirtió en una sucursal de GS (a través de los hermanos Werner Wainfeld). En forma invariable, los dos ineptos gobiernos panistas de Fox y Calderón, así como sus respectivos funcionarios apátridas de Hacienda, han apostado a un precio exageradamente bajo del petróleo (US $23 el barril), en conjunción con el salinista Téllez Kuenzler(director del Grupo bushiano Carlyle)quien pregonaba una cotización de US $6. Calderón, entonces breve Secretario foxiano de Energía, impactó en una reunión de la OPEP, en la que México participa como “observador”, al exigir la disminución brutal a US $23 por barril que apenas iniciaba su carrera ascendente.
Ante los descalabros especulativos de la parasitaria Cemex (de la que es publicista Enrique Krauze Kleinbort) y Comercial Mexicana, tanto los fariseos Guillermo Ortiz (GO), quien dilapida nuestras reservas de divisas en forma deliberada, como AC (anterior funcionario del FMI), fustigaron el manejo de los “derivados financieros”: no de Cemex (la consentida del “prianismo” neoliberal), sino de Comercial Mexicana porque en lugar de vender tomates se había consagrado a especular, cuando el mismo AC había apostado dos meses atrás a la caída del barril del petróleo en colusión con los insolventes bancos GS y BC.
En la fecha de contratación por AC, tanto GS como BC se encontraban en pleno naufragio debido a sus apuestas demenciales en el casino bursátil de los “derivados financieros” que los tienen al borde de la bancarrota.
La compra de “derivados financieros” por la apátrida Hacienda, más al servicio de EU que de los intereses mexicanos (lo cual ha sido avalado por los entreguistas gobiernos panistas de Fox y Calderón quienes fungen como notarios públicos de la desnacionalización de Pemex), ha sido una práctica común desde abril del 2001 y que han derrochado (o mal apostado) US $3 mil millones de los US $8 mil millones del Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros: 35% del total en el lapso de 2001 y 2007.
Han salido muy onerosas las especulaciones de AC quien lleva equivocándose siete años consecutivos sobre la cotización del petróleo y cuyo resultado fue desastroso al arrojar una pérdida de US $3,000 millones (el costo, entonces, de una refinería).
En tales contratos existe una opacidad deliberada y se desconoce el nombre de las “contrapartes”.
Hechos: Javier Blas (JB) y Adam Thomson (AT), del The Financial Times(11.11.08), expusieron la parte superficial del modus operandi de los “derivados financieros” de Hacienda: cubrir una abrupta caída por debajo de US $70 el barril en el que se han fincado los ingresos del 40% del presupuesto federal del año entrante.
JB y TC citan al indiscreto Tomás Lajous Loaeza (hijo del salinista ex-director de PEMEX, Adrián, hoy cabildero de las trasnacionales británicas, como Reyes Heroles Jr. lo es de las texanas), “estratega” (sic) del banco suizo UBS en México, quien divulgó que la contratación había sido realizada “a finales de agosto y a principios de septiembre”,extasiándose de que los US $1,500 millones de la apuesta de AC constituían una bicoca frente a los riesgos. ¿Y qué tal si se equivocan una vez más en su apuesta especulativa?
Lo grave del caso no es que los gobiernos panistas y sus apátridas funcionarios de Hacienda se hayan “equivocado” invariablemente durante 7 años consecutivos con los “derivados financieros”, sino que ahora sirvan de punta de lanza para que los dos bancos especuladores anglosajones GS y BC hayan presionado al desplome del petróleo, que, en última instancia, perjudica a México y beneficia a EU y GB.
JB y AT exponen que AC había estado jugando a los “derivados financieros” desde el verano con los mercaderes de Nueva York, lo que repercutió en el “brote significativo” de las apuestas para diciembre de 2009.
Apareció el peine: Calderón y AC, al servicio obsceno de los intereses especulativos de la banca anglosajona, contribuyeron en forma “significativa” al desplome del “oro negro”, lo cual, confiesan JB y AT, “pudo haber agregado alguna presión a la baja al precio del barril en el mercado conforme BC y GS se deshicieron de algunos de sus riesgos en la venta de futuros”.
En forma hipócrita, el aparentemente inocuo AC, quien ha resultado muy tóxico para las finanzas mexicanas pero exageradamente benéfico para las de EU y el FMI, después de haber contribuido con la bendición de su jefe nominal Calderón al desplome del barril, declaró en una entrevista al The Financial Times (17.10.08) encontrarse “sorprendido” por la caída del precio del petróleo.
AC ha sido “sorprendido” en todo: desde el tsunami financiero de EU hasta el desplome del petróleo al que contribuyó.
GS (ver Bajo la Lupa; 17.1.07) es el banco de inversiones que se benefició con el “efecto Tequila” gracias a los “pagarés” del Fobaproa/IPAB que firmó el entonces Sub-Secretario de Hacienda, Martín Werner Wainfeld (hoy funcionario de GS), y que “paga” su hermano Alejandro Mariano, Sub Secretario de AC, para cerrar el círculo pandillero.
El banco BC, después de su financiamiento directo por AC y pese a su rescate por las petromonarquías árabes, se encuentra en plena insolvencia y se cotiza a los niveles más bajos desde hace 14 años (The Times 20.11.08).
¿Qué pasará si AC pierde una vez más su apuesta, que deja hipotecado operativamente al petróleo mexicano en manos de la banca anglosajona y las trasnacionales petroleras de EU y GB?
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