Alberto Híjar
Las justas celebraciones festivas del aniversario del EZLN, adquieren en AMV un sentido ejemplar. Dan a conocer por estos días finales de noviembre, el resultado de más de tres años de investigación de campo en las Juntas de Buen Gobierno y Los Caracoles de Chiapas. Para llegar a buen fin, articulan la excelencia técnica, la administración eficiente de los recursos disponibles y una línea de crítica histórica necesaria para ordenar testimonios y documentos, objetos significantes, vivencias entrañables, aprendizajes de los sabios, los que escriben y los que no.
El mes de noviembre inició la celebración con la Casa Verde que se volvió roja porque dejó de ser el lugar de instalaciones más y menos ecológicas para albergar una bella y compleja muestra de maneras diversas de significar la rebeldía popular, desde las obras de artistas mayores y los que empiezan hasta los alebrijes de gran formato embanderados, los tejidos y bordados, y los machetes con leyendas libertarias. La gran inspiración es la autonomía zapatista y el subtítulo de otro mundo es posible tiene como referentes las luchas de Atenco, Oaxaca y Chiapas. Aquella pregunta clave descubierta en los foros de Sao Paulo y Porto Alegre de sí, ¿pero cuál es ese mundo? para de ahí plantear el cómo y con quién, ha exigido a AMV ocuparse de las Juntas de Buen Gobierno hasta probar que son un proyecto productivo en marcha.
Rastros coloridos de rebeldía producido por el CENIDIAP-INBA en su colección Abrevian-videos anticipó lo que culmina en una gran película y un gran libro. El cortometraje de 24 minutos firmado por Cristina Híjar, continúa la línea de investigación que ha dado lugar a Calcomanías Zapatistas (2004). Se trata de probar la riqueza libertaria construida fuera de las instituciones del mainstream para producir la dimensión estética donde estorba la firma personal, el precio, la ganancia, el reconocimiento de Estado. La sorpresa de que el CENIDIAP-INBA patrocine es parte del vanguardismo al que hay que agradecer su apertura a los lugares fuera del Estado y sus repetidoras oportunistas. Rastros coloridos de rebeldía registra los murales desparramados en las Juntas de Buen Gobierno, firmados por conductores e integrantes de colectivos ocasionales como evidencia de significación de espacios con los rostros encapuchados característicos de dirigentes y bases, héroes y mártires, figuras fundamentales como el Che, Lucio, Genaro, Flores Magón y por supuesto Zapata. La exigencia significante no se detiene en formalidades académicas coloniales, sino recurre a la pintura en el plano colorido, al uso de la escala para destacar lo importante en fin, a la frase, el icono y el símbolo para que no haya lugar a dudas. Otra calidad, otra estética, se impone a los criterios académicos sectarios crecidos en museos, galerías y aulas bien lejanas de las cañadas, las sierras y las selvas pobladas por los constructores de la dignidad libertaria y sus enemigos históricos. Ya se enterarán de todo esto los congresistas estéticos en Lima, Perú en la primera semana de diciembre.
Autonomía Zapatista: otro mundo es posible es un largometraje y un libro profusamente ilustrado a color. La presentación de la tapa del DVD cita al imprescindible Marcos: “por eso les digo que vengan, que caminen los pueblos y que ahora sí le pongan audio e imagen a este video” (agosto de 2004). Se trata de registrar los trabajos de las comisiones, la vida cotidiana sin vicios y con relaciones de producción distintas a la explotación, la convivencia de fiestas y duelos irreductibles a las costumbres de los explotadores. La mayoría de los testimoniantes son jóvenes con asombrosa claridad histórica y social que poco necesita de las interpretaciones de los estudiosos académicos ausentes de la película, aunque filmados para dar a conocer sus observaciones en el sitio www.autonomiazapatista.com . Diez horas de entrevistas pueden servir a los interesados en ir más allá del espléndido registro de una humanidad liberada y libertaria. La edición de Adriana Casasola y el buen sonido para las conmovedoras imágenes de paisajes, recintos y pueblo en construcción, concretan la película que hace pensar en el Che: “calidad es respeto al pueblo. Niños y niñas prueban la vitalidad en marcha pese a las amenazas constantes del gobierno local y federal.
El libro de 189 páginas de fino papel está diseñado de modo de alternar fotos a color, tipografías diversas y páginas con frases fundamentales, para dar a entender la articulación entre documentos como la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y las dificultades y recursos para su realización. La referencia a los primeros tiempos llega hasta las Fuerzas de Liberación Nacional. De 1994 a 1996 corren los tiempos de los Acuerdos de San Andrés y de la “contrarreforma en materia de derechos indígenas” para que siguiera lo bueno: los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ). Texto y fotos explican y amplían con la mención final a “otros actores, mismo escenario” la Iglesia Diocesana, las instituciones compañeras, los solidarios de tiempo completo. El texto de Cristina Híjar y las fotos de Juan E. García, productor en jefe del proyecto, se articulan para dar a entender el proceso productivo integral que prueba que, en efecto, “otro mundo es posible”.
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