Editorial del Diario Libertad. “La victoria fue de quien jamás dudó”. Napoleón..

Año 7, número 2445
Miércoles 26, noviembre del año 2008



Excepto contra el narcotráfico, con el que nadie ha podido. Y aunque el Procurador General de la República, que apenas hace unos días declaró “que habían subestimado a la delincuencia organizada”, y ahora declara todo lo contrario, que ya se alcanza a ver la luz en el fondo del túnel, lo cierto es que la derrota no es inminente; el Gobierno ya está derrotado.

De hecho, lo estuvo, y en este mismo espacio lo comentamos, desde el preciso momento en que les declaró la guerra a los narcotraficantes. Como también desde ese preciso momento y más cuando decidió extraditar a los grandes Capos, selló su destino al encontrarse en la lista de pendientes de los malosos.

Es una derrota que la droga siga en las calles. Es una derrota el que se haya “descubierto” (destapado también cabría) la olla de la corrupción forzada; que aunada a la pobreza de un Pueblo explotado por los capitalistas, los políticos y los curas, se ve obligado ante la carencia de oportunidades, irse al lado de la delincuencia.

Es una derrota que nos enteremos todos (oficialmente ¡claro!) que el poder corruptor del narcotráfico, ilimitado, haya llegado a tan altas esferas.

Y cuando comience a hablar Noé Mandujano, el arraigado durante 40 días, y “voluntariamente” empiece a “soltar la sopa” (de recordar que en México han contratado ¡expertos en tortura! para que entrenen policías, “Aunque Usted, no lo crea”) las ejecuciones se van a intensificar y vamos a saber, si nos dejan, hasta dónde han llegado los malosos.

Pero la droga seguirá en las calles; y los Cárteles se reacomodarán. Y los nuevos jefes policíacos habrán de tener mayor seguridad personal y familiar (a un mucho mayor costo) pero indiscutiblemente que tendrán tras de sí el “Plata o Plomo” con el que los malosos convencen a cualquiera.

Y como así están las cosas, y juzgar a los demás es de lo más fácil (habría que ponerse en sus zapatos y saber lo que haría cualquiera al que amenazaran a su familia); el siguiente paso, antes de que decidan despenalizar el uso de las drogas, que es la única solución viable para detener el narcotráfico, va a ser el anuncio de que habrá jueces sin nombre. Y pronto.

Aunque la medida tampoco servirá de nada; baste con leer la Historia que ya estamos repitiendo, precisamente por no haberla leído.