Editorial del Diario Libertad. De la hipocresía delincuencial..

Año 7, número 2471
Lunes 22, diciembre del año 2008

Siguiendo el plan perfectamente establecido por el Estado Vaticano, en su homilía de fin de año, ante un selecto grupo asistente al Club de Banqueros donde se llevó a cabo un significativo acto, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de la Ciudad de México, se pronunció abierta y claramente en contra de pactar con la delincuencia.

Quizás pensando que los mexicanos ignoramos que desde los tiempos del procurador Jorge Carpizo, el Estado Vaticano que él representa, a través de sus embajadas, a las que mañosamente llaman nunciaturas, siempre ha tenido estrechas relaciones con los narcotraficantes, en especial; pero en general con todo tipo de delincuentes.

De recordar que el propio Jorge Carpizo, a la sazón Procurador General de la República, supo de la visita de los hermanos Arellano Félix al entonces Nuncio Papal Girolamo Prigione, para que éste sirviera de intermediario ante Juan Pablo II y le enterara a $u $antidad que no habían sido ellos quienes ultimaron a balazos al Cardenal Posadas Ocampo, sino el “Chapo”.

“Yo en ningún momento admitiría que se pueda pactar con el crimen. Yo creo que no se puede pactar con el mal. No se puede pactar con aquellos que quieren utilizar la violencia".

Haciendo de nueva cuenta recordar las palabras del Señor de La Roché quien an alguna ocasión comentó que “Los hombres no viviríamos mucho tiempo en sociedad si no nos mintiéramos los unos a los otros”.