• En el ife no tienen madre
• El desafío en Ciudad Juárez
Marcela Gomez Zalce
La mentira, mi estimado, es para resistir el pasado, mientras la verdad es para enfrentar el futuro. Nada como amanecer con la cínica novedad de que en tiempos de volatilidad económica y de una peligrosa crisis, cuyas secuelas aún distan de tocar fondo, los pasados de lanza de los consejeros del ife (con minúsculas) se aumenten en un 100% el sueldo (pagado con nuestros impuestos), documentando la puntualidad de la célebre frase… no tienen madre, los que se dicen árbitros del proceso electoral. Leonardo y sus lacras vividoras agravian a millones de familias con sus actos justificando, quizá, que su aumento salarial era el punto final dentro de las acciones anticrisis de este (des)gobierno.
Es imperdonable e inaceptable que esto suceda. ¿Quién les informó que los ciudadanos queremos pagarles más por su excelso trabajo en donde brilla la opacidad, las sospechosistas licitaciones, la corrupción y las conductas típicas de una bola de inútiles y personajes rastreros comprometidos con lo$ intereses de los poderes fácticos…?
El tacto para anunciar sus descaros, my friend, no puede ser más desafortunado, lamentable y grotesco. México, aunque no lo parezca, es botón internacional de contradicciones, inconsistencias e incongruencias en medio de un tsunami financiero en el que además se está ocultando la severidad de la crisis, se está jugando a la simulación avalada y peor aún, ordenada por un cada vez más enojado, irritado e irascible Felipe Calderón… quien no sólo está evadiendo la realidad sino que ha perdido totalmente el equilibrio (y la bici no tuvo la culpa) y la mesura en la toma de decisiones sobre las políticas de Estado.
¿Listo para la historia del peligroso catastrofismo? Ahí le va.
El estupendo desmadre en el interior del gabinete de seguridad desarticulado, disfuncional y atomizado frente al poder real de una bastante bien organizada delincuencia parece juego de estimulación temprana frente a la otra crisis, que fragmenta aún más al tan presumido equipo económico. La crisis de las sátrapas del Gymboree, dentro de la crisis económica… dentro de las crisis política, social y de seguridad.
Y está enclavada en el pleito por el poder (de no poder). Turns out que en una de las sugestivas reuniones para conocer el tamaño del hoyo negro de la situación económica nacional, Agustín Carstens se atrevió (holy shit!) a poner los puntos sobre las íes cuando la agenda de preocupación de estos tapados (se entiende que del cerebro) estaba concentrada en la política cambiaria, léase en cómo controlar el tipo de cambio… coqueteando con peligrosas ideas de (no se me vaya a la lámpara) fijarlo por decreto y al diablo con la autonomía del Banco Central.
Es evidente que este camino está atiborrado de monumentales obstáculos y minas jurídicas… pero la sola posibilidad de que el escenario se analice con seriedad en Los Pinos es catastrófica. Luego entonces Agustín, con cara de what?! y una taquicardia marca ACME, comenzó a delinear el contexto sobre el tamaño del déficit cuando expire la simpática cobertura del petróleo en el último trimestre de este año, la caída en las remesas y el PIB, el desempleo, la reducción en el precio del barril, de las exportaciones, de las remesas, la nula posibilidad de que la chequera alcance para estabilizar el peso frente al dólar, etcétera... o sea, my friend, el manual del catastrofismo puro cuando Felipe, con su colérico estilo le espetó… ¡¡ya cállate Agustín!!
Desde entonces el secretario de Hacienda está en la congeladora mediática, obligado a evitar informar la complejidad de la situación, los posibles planteamientos, algunas soluciones y la gravedad del contexto… que de lo contrario, lo hará cómplice de la peligrosa debacle nacional.
Eso sin agregarle al volátil calderón en materia de economía, el jaloneo por la posición de Guillermo Ortiz, la muerte en vida de Luis Téllez —cuyo nombre para sucederlo es el de Alonso García Tamés— que, coincidencias, aspiraba a la SHyCP, el (literal) affaire Carpinteyro, el master mind detrás del balconeo telefónico íntimo, porque falta el de lo$ negocio$ y el político, los desacuerdos en la política cambiaria y las diferencias entre Hacienda y BdM… que, coincidencias que no existen, salió ayer a poner algunos de esos puntos sobre las íes.
El resultado, my friend, es predecible. La catástrofe económica está anunciada y el organizado crimen envía señales en Ciudad Juárez, con todo y operativos militares de que el que se ríe se lleva, y el que se lleva… se aguanta.
¡¡Así o más claro?!
gomezalce@aol.com
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