viernes, febrero 27, 2009
PAN y PRI: ajuste de cuentas
La inseguridad y el narcotráfico son temas de campaña electoral. El primero en abrir fuego fue el presidente del PAN, Germán Martínez Cázares. Acusó al PRI de eludir el tema de blindar la elección del dinero ilícito del crimen organizado y, posteriormente, de solicitar abandonar la actual lucha contra el narcotráfico. El PRI “respondió” con el manual de elecciones en la mano: “no te subas al cuadrilátero cuando encabeces las preferencias electorales”. Es decir, no respondió. Diestro en el manejo de la provocación política, el presidente del PAN volvió al ataque, ahora con una acusación directa y de mayor calado: “La actual violencia del narcotráfico es responsabilidad de los gobiernos priístas”. Tal navajazo no podía evitarse y el PRI encargó al senador Jesús Murillo Karam la respuesta: “es una estupidez” y regresó a su oficina.Como el pez no mordió el anzuelo, el PAN hizo crecer la caña de pescar, el cebo y el pescador. En una reunión con la cúpula priísta, incluida un grupo de gobernadores del mismo partido, hace dos semanas, Felipe Calderón abrió fuego: “Llegaron los convocados, se saludaron y luego luego fuego. Primero hablaron algunos de los mandatarios estatales del PRI. El tono fue de reclamo: se quejaron de que el PAN usa como banderas la inseguridad y la crisis económica para golpear a nivel local. Les contestó rápido el primer mandatario: reclamó en algunos casos de manera individual, con datos y cuestionamientos en la mano, la falta de compromisos de ciertos gobernadores con el combate al crimen… Y si no hacemos algo entre todos, el próximo con el que se van a sentar aquí a platicar va a ser un narco”, les habría dicho el señor Calderón a los priístas (El Universal, martes 24 de febrero, Carlos Loret de Mola, p.2).Esta última expresión, la de un posible próximo presidente narco, sería utilizada días después por el secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, en una gira por París. El tema de la inseguridad y del narcotráfico será, pues, un “issue” o tema de campaña, que el gobierno buscará etiquetárselo en esta ocasión al PRI, su principal rival electoral. No hay duda que el gobierno tiene razones e información de sobra para achacar a los priístas su falta de colaboración y hasta su complicidad abierta con el crimen organizado. Tampoco puede rechazarse el diagnóstico del presidente del PAN que identifica el origen del actual problema de la inseguridad y del narcotráfico en la complicidad de los anteriores gobiernos del PRI. Sin embargo, la gran pregunta es, ¿por qué hasta ahora, dos años después de iniciada la guerra contra el crimen, el gobierno y su partido se animaron a dar el paso de confrontar al PRI? Las respuestas son varias: porque este año hay elecciones y se requiere confeccionar el “enemigo público número uno” del país; porque el PAN está perdiendo preferencias electorales de manera acelerada frente al PRI; porque ya no le interesa seguir en sociedad política con el PRI; porque el PRI ya no le dará al gobierno las reformas que necesita para salir adelante; porque ya inició la carrera presidencial del 2012 y el PAN no quiere entregarle a otro partido el poder público.En otras palabras, estamos en presencia de un ajuste de cuentas mayor entre los dos grandes carteles (no cárteles) políticos del país, por el reparto del botín electoral.En este ajuste de cuentas no habrá ejecuciones, pero sí detenciones. No habrá muertos, pero sí caídos políticos. No habrá balaceras, pero sí balconeados. No habrá sangre, pero sí tinta. No habrá procesados, pero sí exhibidos. No habrá jueces, pero sí actores. No habrá justicia, pero sí lodo. Y al final, después de las elecciones, todo habrá cambiado para seguir igual.Así como en las elecciones del 2006, la amenaza para el país fue la izquierda y su candidato AMLO, para este año que se renueva la Cámara de Diputados, el nuevo peligro para México será el PRI y sus vínculos (presuntos o reales) con el narcotráfico. Tal es el guión electoral que la Derecha ha diseñado para el 2009, con el cual busca enviar a un segundo plano el tema de la crisis económica (que es responsabilidad de fuera, según la propaganda oficial) y tratar de evitar o amortiguar un masivo castigo electoral. Sin embargo, este es un mal guión, porque supone que los electores somos menores de edad, carecemos de memoria o, de plano, somos retrasados mentales. En efecto, sobre el tema del narcotráfico y la inseguridad habrá que recordar los siguientes aspectos: 1) las ejecuciones se han disparado en el presente gobierno, no en los anteriores; 2) las fuerzas que tienen la mayor capacidad de fuego para combatir al crimen organizado son de la federación (Ejército y PFP), no de los gobiernos locales; 3) desde hace nueva años quien ha tenido la presidencia de la República es el PAN no otro partido; 4) la más alta protección y complicidad con el crimen se da en la esfera federal, no sólo en la local, como lo han demostrado las detenciones de altos funcionarios policiales de la Federación; 5) los actuales responsables de las áreas de seguridad pública y nacional provienen del gobierno anterior, por lo que, en todo caso, han extendido la ineficacia mostrada desde el gobierno de Vicente Fox.En su estrategia electoral de tratar de responsabilizar al pasado de la tragedia del presente, el PAN se ha dado finalmente un tiro en el pie. El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, seguramente con tal de evitar que el ajuste de cuentas entre PRI y PAN termine en un auténtico Rosario de Amozoc, reconoció que el gobierno del señor Fox fue omiso en el combate al crimen. Sin embargo, esto abrió una nueva línea de fuego, la del “fuego amigo” o la del fuego de casa. En una reacción inmediata, el senador panista Santiago Creel acusó al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, de emitir declaraciones absurdas, reprobables y hasta irresponsables. "Me parece absurdo, francamente reprobable y no me voy a prestar a este juego. Es una declaración francamente irresponsable".Quien fuera Secretario de Gobernación en la Administración de Fox, condenó que se pretenda politizar el tema de la violencia y la inseguridad en el país no sólo para evadir responsabilidades sino incluso para buscar un beneficio electoral.El también ex coordinador del PAN en el Senado consideró que las expresiones de Gómez Mont también son inoportunas, ya que pretenden evadir culpas y responsabilidades cuando está en marcha el tercer año del sexenio de Calderón.Es tan mala la historia de terror que ha preparado el PAN para estas elecciones, que ni en su propia casa la creen.
ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx
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