A nadie le deben (aunque sí pueden) sumar la edad de su padre y su abuelo. Es el caso del PRI, al que las opiniones cotidianas y encuestas, hasta las de Los Pinos, aseguran que para las elecciones intermedias aumentará su votación.Y las proyecciones para el 2012 le vaticinan recuperar la Presidencia de la República y que perdió, entre otras razones, por el homicidio de Colosio (el sonorense que fue adquiriendo cierto imán trágico al ser ungido como sucesor de Salinas, mientras éste y sus compinches –dicen que arrepentido CSG– conspiraban para quitarlo de en medio. Parece que Colosio sólo sirvió para deshacerse de Manuel Camacho. Y ya entrados en gastos, con José Córdoba (el francés, equivalente ahora a Antonio Solá, español al servicio de Calderón y el “accidente” de Mouriño), decidieron promover a Zedillo, con operadores como Liébano Sáenz, José Murat y la pandilla salinista.El caso es que el PRI fue sentenciado a no seguir disponiendo del dinero de siempre (Zedillo cerró las llaves de Hacienda y utilizó a Diódoro Carrasco para darles atole con el dedo a los priístas) y a no contar con el brazo electorero del Presidente en turno, para lo cual no estaba preparado y con todo y su entramado para ganar elecciones con votos y fraudes, lo sacaron de la jugada.Zedillo declaró ganador al PAN, con el loquito de Fox y la vampiresa de Mart(h)a más los pillos Bribiesca. La hizo de IFE, TRIFE y Suprema Corte (a la que había reducido de 21 a once ministros y éstos lo apoyaron en la maniobra). Y así se produjo la alternancia que de tan frágil se rompió. Luego, los intereses zedillistas y foxistas, con la complicidad del IFE, del TRIFE, de la Corte, impusieron, con victoria pírrica a Calderón, la segunda intentona de alternancia, también en sonoro fracaso.Así las cosas, todo parece indicar la vuelta del PRI a Los Pinos, debido a la incapacidad de los panistas; no han sabido, ni administrativa ni políticamente gobernar. Y no es por miedo, ya que para la corrupción salieron uñas largas. Y porque los perredistas (a pesar del heroico protagonismo de AMLO) dejaron de ser una opción.Y los priístas que nacieron como tal en 1946, con lo que tienen 63 años, del matrimonio del callismo con el cardenismo, a través del PNR (su padre) y el PRM (su abuelo), al parecer recibirán el apoyo ciudadano. Siempre y cuando tiren por la borda a los Ulises, los Marín, los Bours y no se vayan con la finta de que el “cara bonita” de Peña Nieto sea su candidato presidencial.Necesitan posicionarse con un político que aspire a Estadista, que represente la síntesis de Calles, Obregón y Cárdenas. Y lo tienen en sus filas. Es el sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera, y con él una moderna generación de políticos capaces de un viraje histórico, para explicar, históricamente, el regreso del PRI ante el fracaso del PAN y la autodestrucción del PRD. Y que, moviéndose como un partido de centro, equilibrando izquierda y derecha, se atreva a la segunda restauración democrática de la República.
cepedaneri@prodigy.net.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario