El triunfo de la izquierda en los comicios del domingo pasado en El Salvador, en las que salió triunfante Mauricio Funes, no solo hace ver que el rumbo que don Felipe Calderón pretende que se siga en nuestra Patria, no es el que lleva la inercia internacional que ya no quiere saber nada del capitalismo.
También hace ver que nuestro México es, por lo visto, la única Nación del mundo en la que el resultado de las votaciones no se conoce la misma noche de las elecciones, como sucedió en El Salvador donde el Presidente Saca felicitó al triunfador a pesar de ser de un Partido opositor.
O como sucedió en la hermana República de Venezuela, donde el resultado de las votaciones fue conocido la noche del mismo día, con reconocimiento por parte de quienes fueron derrotados.
En nuestro México, oprobiosamente sabido es que el resultado de las elecciones no puede ser corroborado por quienes emitieron su voto; y además, por si lo anterior no fuera ya bastante para echar por tierra la pseudo Democracia, se conocen hasta mucho tiempo después.
En ocasiones hasta ocho meses posteriores a las elecciones, el Pueblo se ha enterado quien o quienes fueron los ganadores de la contienda “democrática” interna; como sucedió con el miso PRD.
El caso es que en esta ocasión, con mutuas acusaciones de fraude y el hecho de que “curiosamente” el sistema se les “cayó”; no será hasta dentro de unos días (al parecer el próximo miércoles) cuando se sabrá cuales fueron los resultados de la votación, a la que le han puesto el último clavo de su ataúd.
Llevándose de paso entre los pies a toda la farsa con la que los Partidos Políticos y el honorable IFE (y el TEPJF) pretenden hacernos creer que en nuestro México hay Democracia.
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