viernes, mayo 01, 2009

Terrorismo made in USA, a riesgo compartido con transnacionales y burguesía regional.

José Justiniano Lijeron
Rebelión

Décadas atrás se le criticaba a la izquierda por querer culpar de todos los males al imperialismo, incluyendo que si llovía o habían sequías en nuestros pueblos, pero hoy en día es pertinente culpar al sistema de explotación, despilfarro y depredación más eficiente del planeta, de tsunamis, terremotos, lluvias desmedidas, sequías, etc. Aparte de las demás desgracias que suceden en nuestros países sin temor a equivocarse.

Los últimos acontecimientos sucedidos en la ciudad de Santa Cruz, con la denuncia y desactivación de una célula terrorista, donde perdieron la vida 3 de ellos y dos se encuentran detenidos por las fuerza del orden y en poder de investigaciones judiciales, están ocasionando toda una cadena de especulaciones de todo tipo y para todos los gustos.

Las evidencias sostienen que son terroristas, no son deportistas, vinieron a cumplir una tarea, los contrataron, los financiaron, los colaboraron aquí, les dieron toda la información requerida y hasta les prestaron la logística para esconder sus armas en un lugar seguro, como fue un deposito de la empresa privada local en la figura de la cooperativa de servios telefónicos, COTAS, ubicado dentro de los predios de la Feria de Exposición Comercial (EXPOCRUZ) de propiedad y gerencia a cargo de la Cámara Industrial y de Comercio de Santa Cruz, (CAINCO), organización del sector empresarial mas reaccionario de Santa Cruz.

Hay bastante información recorriendo, no solo los comentarios, sino en la prensa internacional e Internet, sobre la estirpe violenta y el prontuariado fascista de varios de los integrantes de dicha célula, así como su calidad de ser mercenarios al servicio de quienes son los directos responsables de desestabilizar países hasta desintegrarlos, en su consabida política de atomizar las naciones y pueblos bajo el lema de que es mejor dividir para reinar.

Dentro de los sistemas arcaicos de las policías, de las investigaciones y del poder judicial prevalece la herencia del método del famoso “debido proceso”, que es el caballito de batalla para preservar los intereses de clase dominantes, siempre les ha permitido burlar la justicia. Aquí hay una tarea pendiente para aquellos gobiernos que pretenden hacer revolución. Las investigaciones para conocer la verdad, los detalles, los cómplices y los armamentos, que según las primeras averiguaciones aun existe en otros lugares del país, así como conocer los nombres de los autores intelectuales, de seguro demorará, pues hay demasiados intereses de por medio de quienes tienen temor y en consecuencia trataran de sesgar las averiguaciones utilizando todo su poder y postergar las mismas con una serie de remilgos legales, amparándose en el “debido proceso”.

Lo que esta en juego no solo es la propiedad de la tierra por parte de grupos familiares poderosos, mal habida y sobre todo ociosa, utilizada solo como mercadería para acumulación de riquezas, sino también el poder de dos logias que controlan el ámbito económico en el departamento de Santa Cruz. Estas logias, manejan ingentes cantidades de dinero al administrar por décadas las tres cooperativas mas importantes: de luz (CRE), agua (SAGUAPAC) y teléfonos (COTAS, donde se encontraron días atrás el arsenal de los terroristas), cuyos manejos han sido siempre cuestionados y denunciados por el pueblo debido a su falta de transparencia e información y siempre al servicio de los grupos de poder del oriente boliviano, es decir de las logias, Toboróchis y Caballeros del Oriente, cuya existencia es un secreto a voces.

De que dichas cooperativas son instituciones eficientes para generar altos márgenes de lucro, si lo son, de eso no hay dudas. El poder económico regional, se escuda en esto para alertar al pueblo, de que quien toque los intereses de los grupos de poder, está poniendo en riesgo las cooperativas, de esa forma encubren sus manejos a discreción (fijación de tarifas de servicios unilaterales y otros abusos que atacan directamente la economía familiar), sus burocracias y negociados. Aquí el gobierno tiene otra tarea pendiente, utilizando la nueva Constitución y sus leyes –en proceso de creación-, revisarlas para transparentar y reorientar dichas instituciones al servicio efectivo del pueblo de Santa Cruz.

Las transnacionales ven con preocupación que de seguir avanzando este proceso liberador, el pueblo seguirá requiriendo la parte que realmente le corresponde como propietario de los recursos naturales, así que son y seguirán siendo parte de toda esta conspiración.
Todo esto se concatena con lo sucedido el año pasado, especialmente en el oriente boliviano, adonde la oposición desató actos violentos en varios departamentos donde tiene sentados sus reales de poder en alianza con comités cívicos, al servicio de sus intereses de clase. No quedan dudas de las denuncias que en su oportunidad había hecho el gobierno nacional sobre la ingerencia de la política norteamericana en todos estos acontecimientos que culminaron con la expulsión del embajador.

Es un libreto conocido en el mundo por parte de los gringos, para desestabilizar, sembrar el desconcierto, la incertidumbre, el terror y la desconfianza y para ello utilizan hasta el asesinato, para así en confabulación con sus testaferros criollos, pescar en río revuelto.

Son otros tiempos, aquí hay un pueblo cada día más consciente, que sabe el papel que esta jugando en esta nueva historia, en que la solución de nuestros pueblos, será obra de nosotros mismos.

Los bolivianos y cruceños en particular, no permitiremos ninguna división del país ni nada que se parezca a disgregar la nación, ésas son pretensiones trasnochadas que utilizan estos grupos de poder, para atizar sentimientos separatistas, que la mayoría del pueblo cruceño no los tenemos.

El terrorismo y el fascismo, no lo inventaron nuestros pueblos, los trajeron de afuera, junto con la “civilización” y ahora con el imperio y la globalización, nosotros creemos en la voluntad de los pueblos y cuando es necesario, en la insurgencia de las masas para conquistar objetivos supremos e históricos.

La política del gobierno en beneficio de las mayorías, la unidad de todos los sectores revolucionarios, en defensa y profundización de este proceso y el salto al vacío en que sigue incurriendo la derecha de nuestro país, con apoyo internacional, son la mejor perspectiva para asegurar un triunfo contundente en las próximas elecciones de diciembre, para así comenzar otra historia, donde no solo se conquiste otra vez el gobierno, sino el poder.

José Justiniano Lijerón es ex dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)

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