sábado, junio 27, 2009

Mal humor en Los Pinos

México SA
*Mal humor en Los Pinos
*La caída del PIB sería de “sólo” 5.5%
*Peores resultados que con De la Madrid
De muy mal humor andan en Los Pinos, pues si se concreta la más reciente proyección de la OCDE sobre el espeluznante 2009 (desplome de 8 por ciento del producto interno bruto), el balance de la primera mitad del sexenio calderonista para la economía mexicana arrojaría una tasa negativa anual promedio de -1.2 por ciento, el peor resultado para un periodo igual en los últimos 80 años. En la residencia oficial no comparten la desalentadora estimación del organismo presidido por el amigo Gurría, y defienden la tesis de que la caída del PIB en el presente año sólo” sería de 5.5 por ciento, pero de cualquier forma, si prevalece el cálculo de la Secretaría de Hacienda, el resultado sería igualmente negativo para el citado trienio: -0.32.
Visto desde el lado positivo, hay que subrayar que por fin apareció un inquilino de Los Pinos que ofrece a los mexicanos, en la primera mitad del sexenio, peores resultados que los de Miguel de la Madrid, campeón de campeones a lo largo de cuatro administraciones al hilo, sin que ello quiera decir que sus sucesores lo hicieron mucho mejor. En el primer trienio de MMH, la tasa anual promedio de “crecimiento” económico fue de 0.7 por ciento; con Calderón sería de -1.2 a -0.32 por ciento.
Aunque parezca mentira, los resultados del primer trienio de Vicente Fox fueron mucho mejores a los del mismo lapso de Felipe Calderón: una tasa anual promedio de 0.63 por ciento, rozando a la de MMH, aunque con Ernesto Zedillo se llegó a 1.9 por ciento, con todo y “gran crisis” (la de 1995), devaluación y galopante fuga de divisas. Si hacemos un recorrido por la historia nacional encontramos que en el trienio compuesto por los dos años de gobierno de Pascual Ortiz Rubio (1931-1932) y el primero de Abelardo L. Rodríguez (1933) –con recesión económica interna y devaluación de 30 por ciento– la tasa anual promedio negativa que reportaron fue de -0.12 por ciento, algo para celebrar con fanfarrias si se compara con el primer trienio de Calderón.
Lo anterior invita a que el balance se amplíe a los nueve años de estancia panista en Los Pinos (Fox-Calderón). Así, en ese periodo, el resultado económico de los blanquiazules es verdaderamente alarmante, por no decir catastrófico: la tasa anual promedio reportada por la economía mexicana de 2001 a 2009 (considerando los cálculos oficiales y los más recientes de la OCDE) fluctuaría de 1.38 (en el mejor de los casos) a 1.14 por ciento (en el del organismo a cargo de Gurría). Con ese resultado, obvio es que nadie puede “vivir mejor”, como presumen en Los Pinos.
Otra vez de paseo por la historia mexicana, casi nueve décadas atrás encontramos el siguiente comparativo: en nueve años de gobierno –conformados por los periodos de Álvaro Obregón (1921-1924), Plutarco Elías Calles (1925-1928) y el primero de Emilio Portes Gil (1929)– la tasa anual promedio fue de 0.95 por ciento. Ese periodo no se caracterizó precisamente por la estabilidad política, económica y social, toda vez que incluyó, entre tantas otras cosas, la guerra cristera, el asesinato del propio manco de Celaya y el crack financiero internacional. A pesar de ello, por raquítico que resultara, el registro económico fue positivo. Y la fuente estadística para todos los casos citados es la misma: el INEGI.
Eso sucedió en el siglo XX, cuando México no era “moderno”, ni había “envidia” mundial por la “solidez” de sus cifras macroeconómicas; cuando muy lejos estaba de ser el “navío de gran calado” que hoy se presume, y ni de lejos estaba blindado con reservas internacionales y créditos del Fondo Monetario Internacional y la Reserva Federal. Pero resulta que en algo así como ocho décadas de historia mexicana el peor resultado lo arroja el gobierno de Felipe Calderón, en el marco de una feroz competencia por obtener el primer lugar, especialmente de Miguel de la Madrid a la fecha.
Sirva el contexto anterior para intentar encontrarle algún sentido práctico a la declaración que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, ofreció ayer en el marco de la octava Conferencia Regional Anual del Fondo Monetario Internacional sobre Centroamérica, Panamá y la República Dominicana, celebrada en la ciudad de Guatemala: “México estaría enfrentando una devastación económica peor a la observada durante la gran depresión si no hubiera instrumentado una política contracíclica… ¿Cómo han funcionado las políticas contracíclicas en el caso de México? Mi respuesta es que han funcionado bien, como lo que son: una estrategia extraordinaria, necesariamente limitada y temporal, que no puede sustituir en su totalidad el desplome de la demanda global, sino que busca mitigar sus efectos. ¿Cuál habría sido el impacto de esta recesión global, en términos de crecimiento económico y de empleo, si México hubiese tenido que resignarse a una política procíclica, en caso de que sus finanzas públicas o su balanza de pagos hubiesen estado en una posición precaria o altamente vulnerable? No me cabe duda, estaríamos padeciendo una devastación económica mucho mayor que quizás llegaría a lo observado en la gran depresión”.
Pues bien, regresando a la realidad, el INEGI informó ayer que el indicador global de la actividad económica (IGAE) se desplomó 12.2 por ciento, en términos reales, en abril de 2008, con lo que dicho indicador registra el mismo nivel observado en febrero de 2006, o lo que es lo mismo 38 meses atrás. Por grandes grupos de actividades, los resultados a tasa anual fueron los siguientes: las secundarias se derrumbaron 13.2 por ciento y las terciarias 12.9 por ciento, mientras las primarias se incrementaron 8.7 por ciento. Agárrense, pues, porque el resultado negativo del segundo trimestre del año apunta a cifras espeluznantes.
Que “lo peor de la crisis ya pasó”, insisten en Los Pinos, pero sinceramente no hay de dónde agarrase.
Las rebanadas del pastel
Ágil como siempre, el inquilino de Los Pinos brincó de “salvador de la humanidad” a “médico forense”, y aún sin conocer los resultados de la autopsia al rey del pop, adelantó que Michael Jackson “murió precisamente a causa de un uso indebido y excesivo de drogas, en lo que sería también la plenitud de la edad”… Ojalá fuera tan oportuno para divulgar el inventario de beneficiarios con la subrogación de guarderías del IMSS. Transcurridas tres semanas, no hay nombres ni detenidos, pero sí impunidad para los familiares y amigos de unos y otros involucrados en la ABC de Hermosillo, y el descarado uso electoral de la tragedia por parte del gobierno calderonista y el de Bours.
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

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