Juan Antonio Zúñiga
El universo de personas desocupadas se incrementó 46 por ciento entre junio del año pasado y el mismo mes de 2009, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Con esto, unos 733 mil mexicanos más, mayores de 14 años, se incorporaron a las filas de desempleados que infructuosamente buscan ocupación en el país.
Los efectos de la desocupación se extienden así sobre 2 millones 350 mil habitantes, quienes en junio de este año representaban 5.17 por ciento de la población económicamente activa (PEA), definida como aquella de 14 años y más que tiene empleo o realiza acciones para encontrarlo. En junio del año pasado, la tasa de desocupación era de 3.55 por ciento.
La tasa de desocupación de junio fue menor a lo anticipado por los consultores del sector privado, pero aun así, los más precisos opinaron que no hay elementos que permitan afirmar que se ha detenido el deterioro de la ocupación en México.
En este sentido Banamex consideró que si bien la caída en el nivel de desempleo fue menor a la que tenían prevista, aún no hay evidencia de un freno a la tendencia de deterioro en el mercado laboral, y pronosticó, incluso, que la situación empeorará en la segunda mitad del año y principios de 2010.
El grupo financiero identificó en la drástica caída de la producción la causa que explica el deterioro en el mercado de trabajo, y añadió que según sus pronósticos el incremento en el desempleo en lo que resta de este año alcanzará una tasa promedio anual de 5.8 por ciento, mientras para 2010 llegará a 6 puntos porcentuales, niveles muy por arriba de los que había antes de la crisis (3.97 por ciento en 2008).
De acuerdo con los informes del Inegi, la tasa de desocupación promedio durante el primer semestre de 2009 fue de 5.13 por ciento; en tanto que la que correspondió a la primera mitad de 2008 se ubicó en 3.69 por ciento, como proporción de la PEA respectiva a cada fecha.
Además hay otras 6 millones 500 mil personas en México, que cuentan con edad y condiciones para trabajar, pero que no buscan empleo por considerar que no tienen posibilidades de encontrarlo, o bien que han desistido de buscarlo, indicó el organismo.
De tal manera que entre los desocupados que buscan y no encuentran empleo, y quienes desistieron de tocar puertas o no hacen el intento de emplearse porque consideran que no tienen posibilidades, hay una población de aproximadamente 8 millones 850 mil personas, constituida mayoritariamente por jóvenes, que representa alrededor de 19.45 por ciento de la PEA.
Por lo que respecta a las 32 principales ciudades del país, la desocupación afectó a 6.42 por ciento de su población económicamente activa una expansión anual de casi 40 por ciento, desde una tasa de 4.59 por ciento de la PEA registrada en junio de 2008.
Diversos estudios han documentado que el sector informal de la economía ha dejado de ser una opción para los buscadores de ocupación, en tanto las cifras de trabajadores del sector privado afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social muestran un notable descenso de casi 602 mil asegurados, quienes pasaron al desempleo entre junio del año pasado y el mismo mes de 2009.
El Inegi indicó que 58.3 por ciento de la población de 14 años y más en junio de 2009 se encontraba disponible para producir bienes o servicios (económicamente activa), mientras el restante 41.7 se clasificó como no económicamente activa.
El deterioro de las condiciones de vida a causa de la recesión de la economía mexicana ha orillado a las personas que tienen alguna ocupación a buscarse otro empleo o a extender el tiempo de trabajo con miras a contener el deterioro de sus ingresos.
A este respecto, el organismo informó que la población subocupada, definida como aquella que por necesidad busca una ocupación complementaria o trabajar más tiempo, pasó a representar 8.9 por ciento del total de la población ocupada, cuando en junio de 2008 esa proporción era de 6.7 por ciento. En esta condición de subocupados se encontraban alrededor de 3.8 millones de trabajadoress en junio reciente, unos 800 mil más que hace un año.
A reserva de que lo confirmen los indicadores estructurales de ocupación y empleo, que se darán a conocer el próximo 14 de agosto, se estima que la población ocupada en los sectores formal e informal de la economía en el segundo trimestre de 2009 fue menor a la de 42 millones 846 mil 141 trabajadores correspondiente al cuarto trimestre de 2006, cuando inició la actual administración gubernamental.
Por lo pronto, el Inegi precisó que a la mitad de 2009, el 94.83 por ciento de la población económicamente activa estuvo ocupada. En los servicios, puntualizó, se concentró 42.2 por ciento del total; en el comercio, 20 por ciento; en la industria manufacturera, 14.5; en las actividades agropecuarias, 13.6; 8.1 por ciento en la construcción, y 0.9 en otras actividades económicas, en las que se incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas.
Según su posición en el trabajo, formal o informal, 65.3 por ciento de la población ocupada se identificó como asalariada; 23.4 por ciento como trabajadores por cuenta propia; 6.8, trabajadores sin pago, y el 4.5 por ciento restante agrupó a los empleadores, empresarios o patrones.
(Con información de Juan Carlos Miranda)
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