lunes, agosto 24, 2009

Felipe apuesta al desgaste de Agustín

• El paquetón fiscal y los gobernadores
• Coordenadas…

Marcela Gómez Zalce

Inventados los pretextos, mi estimado, se acabó la incompetencia. Sugestivo se vuelve el ambiente político previo a la primera batalla de la guerra por el paquetón fiscal del 2010. Por lo pronto, y para atajar bolas rápidas legislativas, Andrés Manuel López Obrador ya convocó a una manifestación en las afueras del Congreso para el mes de la Patria.Hoy que los botones de pánico están rabiosamente encendidos, my friend, sobran los que alertan del inminente riesgo de la crisis económica (que vino de fuera) y sus volátiles consecuencias en la arena social. Y mientras algunos países del Cono Sur tienen claridad para sus salidas de la emergencia recesiva, en México se desploma el PIB con pronósticos de otro pequeño espasmo y convulsión en medio del cruento shock.Y para no perder la costumbre de lanzar atractivas inconsistencias sobre el contexto económico, Agustín Carstens ya aventó la (toalla) culpa del desplome en el crecimiento con eso de que si no hubiera habido la epidemia del A H1N1 hubiéramos crecido, mostrando la ¿desesperación? y el ánimo del titular de Hacienda.Lo que entonces conllevaría a deducir, según el mundo de Agustín, que si éste no hubiera aceptado la invitación de Felipe para sumarse al acreditado (y disfuncional) equipo económico, el país no hubiera entrado en el peor shock financiero de los últimos 30 años, yes?Y esto viene a colación porque efectivamente Carstens está arrepentido (so they say in Washington) de haberle aceptado la ¿envenenada? zanahoria a su amigo de Los Pinos, desde donde se encabeza la lista de los awful wishes contra Agustín y su más cercano equipo.Pero no sólo eso.Felipe Calderón ya decidió no darle flit a su secretario de Hacienda —en estas fechas donde se ha escrito hasta el cansancio sobre los mentados cambios que deberían haber sucedido después del tubazo electoral del cual Felipe no acusó recibo—, sino hasta que termine la última batalla del maravilloso paquetón fiscal del 2010. Lo que significa que le apuestan al desquiciado desgaste mental (y en una de ésas hasta físico) y la presión que sin duda conllevará la negociación, los jaloneos, el estire y afloje entre la nueva fauna legislativa, los partidos políticos y el gymboree (con minúsculas) de Los Pinos.Porque, para citar a un clásico, aunque no lo parezca, en ese presupuesto, my friend, va conectado el detonador de un conflicto social. Para colmo del catastrofismo colectivo, el año próximo es… un año electoral clave para pavimentar la sucesión en el 2012. ¿Por qué?Por la sencilla razón que los gobernadores hoy tienen mucho más poder y margen de maniobra desde que el PRI no es un partido monolítico y dependiente del ánimo presidencial. Hoy Enrique Peña Nieto desafía a Beatriz Paredes, sencillamente por su número de legisladores enseñando músculo para colocar a sus peones en comisiones estratégicas, donde una de las cerezas, of course, fue la de Presupuesto, donde además ya fabrica (en honor a la casa de la risa loca) al próximo delfín mexiquense.La nefasta noticia de menores ingresos para el 2010 (donde el gasto público total se tendría que recortar en 500 mmdp para evitar el déficit) pegará en la línea de flotación de los gobernadores —con sugestivas derivaciones en las 10 entidades donde habrá elecciones—, conocidos por su incuestionable talento para administrar el billete… que les fue suministrado por Felipe & his dumb squad bajo un esquema de canonjías comprando apoyo y complicidades, y actualmente etiquetados como despilfarradores “de la bonanza”.Lo incuestionable es la complejidad política del próximo Congreso, la fuerza social del movimiento de López Obrador aunado a la aptitud por (des)gobernar desde Los Pinos.Agregue al explosivo coctelito el reciente triunfo tricolor, que como se ha develado en estas últimas semanas de madrazos bajo la mesa, no es sinónimo de unidad. Y no falta mucho para atestiguar, my friend, las simulaciones, traiciones e hipocresías ahora que, literalmente, se sienten en la antesala del poder.Así que, porfa, vaya preparando las palomitas...
Por la Mirilla
Uno. ¿Quién paga los gastos de un call center desde donde varias veces al día marcan a números telefónicos en Cuajimalpa para defender el (impugnado) “triunfo” de Orvañanos…?
Y dos. Gracias al interés colectivo se revela el destino de las coordenadas 19° 27’ 26¨ que lo llevan directamente a “La Chingada”. ¿Sugerencias?
gomezalce@aol.com

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