Sique
Lo ocurrido en Honduras es una dramática caricatura de lo que sucede en el mundo. Deja al descubierto muchos aspectos del cómo se comportan los gobiernos y también de cómo se comportan los pueblos:
1) Estados Unidos, con base militar en Honduras (Palmerola o Soto Cano) y militares hondureños formados por ellos y bajo su mando, propinan el Golpe de Estado para desestabilizar un gobierno de izquierda, para debilitar el ALBA, una organización que pretende, ¡oh blasfemia!, utilizar los recursos de sus países para su propia gente y, particularmente, en beneficio de los más pobres.
2) Disfrazados de demócratas los Estados Unidos presentan por un lado la demócrata cara sonriente de Obama y por otro, el Pentágono hace de las suyas para oprimir a un pueblo y mantener el control de ese territorio, geopolíticamente importante, bajo su dominio ideológico.
3) La oligarquía hondureña, copia calca de todas las oligarquías de América Latina, exhibe descarnadamente el desprecio por su pueblo y la intención de seguirlo oprimiendo para enriquecerse desmedidamente a costa de su sangre y sufrimiento sin permitirle que levante la voz o participe en la forma de su gobierno.
4) Europa rastrera, como siempre, con Estados Unidos, muestra una actitud hipócrita aparentando ser democrática cuando en el fondo sus deseos son que Honduras siga siendo un país colonizado y de rodillas ante los países fuertes, por lo cual se muestra tibia y no toma la palestra abiertamente para defender a Honduras.
5) Las oligarquías y el poder mediático, que son lo mismo, utilizan un discurso planeado con el que poco a poco van lavando el cerebro a las poblaciones del mundo para que acepten como cosa natural que unos gorilas dominen y masacren a su pueblo. Finalmente llevan muchos años invirtiendo millones de dólares para poder imponer las políticas que les permitan seguir manejando al mundo a su antojo. (Curiosamente en Wikipedia, Roberto Micheletti aparece como presidente de Honduras, ¿pues que no ningún país lo reconoce como tal?)
6) Las ONUS y OEAS se muestran tibias y poco contundentes para parar la represión con el objeto de dar tiempo a que todo se vaya acomodando de acuerdo con las políticas que apoyan, gracias a lo buenos salarios y privilegios que los miembros de estas organizaciones reciben del poder imperial.
7) Los mandatarios que sí están comprometidos por sus pueblos levantan la voz en contra de esta flagrante arbitrariedad y entonces, como en el caso de Venezuela, los acusan de intervención y expansionismo. Es indignante el cinismo que muestran los medios de comunicación de Estados Unidos, España y de las oligarquías locales cuando señalan "intervención" y "expansionismo". Uno no se explica si es por enfermedad mental o por una perversión sin límites.
8) El pueblo hondureño luchando en las calles es invisibilizado por los medios masivos, sin embargo éstos muestran insistentemente a los acarreados y amenazados que la oligarquía lleva a sus manifestaciones en apoyo al golpe.
9) Los oligárquicos atacan al presidente legítimo que dentro de una embajada amiga corre el riesgo de que lo maten. La Embajada de Brasil se está convirtiendo en un ghetto. Los que están dentro viven en condiciones infrahumanas. Ya cerraron los dos últimos medios que disienten del golpe e informaban sobre la situación del pueblo hondureño en aras, dicen, ¡de la libertad de prensa! Los golpistas están violando los Tratados Internacionales de la Convención de Viena. ¡Cómo es posible que esto suceda y la comunidad internacional no actúe de forma más enérgica!
10) La mayoría de las poblaciones, mediatizadas y enajenadas, apenas se enteran de lo que sucede en Honduras y siguen su camino indiferentes, como si eso no les incumbiera.
Esto es lo que ha venido sucediendo por siglos. Sólo que ahora ya a muchos nos parece caricatura, nos parece increíble que esto esté sucediendo. Pero ¿por qué ahora nos parece una caricatura? ¿No fue caricaturescamente cruel que Estados Unidos bombardeara el palacio de la Moneda en Chile apoyando el Golpe de Estado contra el presidente legítimo Allende, y que Pinochet torturara, desapareciera y asesinara a miles de chilenos para enriquecerse e instalarse como mandatario del país durante 25 años bajo la indiferencia mundial, los plácemes de la oligarquía y la aceptación del pueblo que se quedó? No, parece que en aquel entonces no nos parecía una caricatura sino más bien un evento de los tantos que había habido en la historia de América Latina.
Ahora sí nos parece una caricatura, dramática, pero caricatura al fin. Nos asombra que los golpistas hayan sacado a Zelaya de su casa en pijama, que se lo hayan llevado a Palmerola y luego a Costa Rica, que los Estados Unidos estén queriendo engañar al mundo con un escenario tan burdo con su títere Oscar Arias, y el que ahora el presidente legítimo tenga que estar protegido por la Embajada de Brasil para que no lo apresen o lo maten con inventos de supuestas violaciones a la Constitución. Nos parece increíble que los golpistas estén convirtiendo a la Embajada de Brasil en un ghetto insalubre, rodeado por militares, al que no entran medicamentos, ni tienen dónde dormir...
No dudaría que los Estados Unidos en su necesidad de desestabilizar, ahora no un país sino la región entera, estén creando el escenario para una guerra en Sudamérica. A ellos les conviene dividir, no quieren que América Latina se una pues ellos quedarían fuera de la jugada de siempre: explotarnos. El plan de orquestar una guerra en América Latina parece demasiado maquiavélico, pero imaginemos... Honduras ataca la Embajada de Brasil, este país responde militarmente, Venezuela, Ecuador y Bolivia se unirían a Brasil, mientras que Panamá y Perú al gobierno de facto de Honduras, como habría un desbalance pudiera entrar la OTAN, ya que ellos no tienen muchas tropas porque las tienen ocupadas en Irak y Afganistán. Bueno para ellos ahorrarse el trabajo de matarnos provocando que nos matemos entre nosotros mismos, venderían un chingo de armas a los dos bandos, un buen negocio para su aparato militar industrial. Quizás estoy exagerando, lo que pasa es que me acuerdo del "Che": "a la derecha no hay que confiarle ni tantito así..." ¡Y esta es la ultraderecha gringa! Lo peor de lo peor. Además siempre nos sorprende con su maldad, sólo hay que pensar en lo de las Torres Gemelas, si realmente fueron capaces de eso, quiénsabe... Pero volvamos a la cordura y la sensatez.
Y es que las cosas han cambiado, como dice Hugo Chávez: en América Latina hay una revolución. Una revolución pacífica. Ahora hay más gobiernos que luchan por el bienestar de sus pueblos; ahora un país se atreve a prestarle auxilio al presidente legítimo en contra del imperio; ahora el pueblo hondureño, uno de los más pobres e indefensos, se enfrenta al poder oligárquico y exige la constitucionalidad. Ahora somos más inteligentes, los gringos nos subestiman, el gobierno de Brasil no caería en la trampa de una guerra, ni Venezuela, ni Bolivia, Ecuador, menos. Así que si fuera realidad mi enferma fantasía se van quedar con palmo de narices.
Parece que ahora estamos más conscientes de lo que sucede a pesar de que los medios insistan en engañarnos y enajenarnos, pero hace falta que más gente se de cuenta. Uno de los países más atrasados en eso es México. ¡Ya basta! ¡Ya no más injusticia! ¡El imperio tiene que dejar de serlo! ¡Dejemos ya de ser esclavos! Luchar por Honduras es luchar por nosotros mismos. Los pueblos tenemos que organizarnos para impedir lo que está sucediendo. No podemos dejarle a nuestros hijos países indignos, inmorales, rastreros, bananeros, ni en guerras.
Así que a la tarea. Vamos juntos, dejémos los egoísmos que nos inculca el sistema, no nos involucremos en grillas y pendejadas que no son más que el producto del miedo, del odio y de la envidia que cultiva este maldito capitalismo. Rescatemos la dignidad, heredémosles a las siguientes generaciones un mundo mejor, al menos para que nos recuerden con amor y no con desprecio.
¡Patria o muerte, venceremos!
1) Estados Unidos, con base militar en Honduras (Palmerola o Soto Cano) y militares hondureños formados por ellos y bajo su mando, propinan el Golpe de Estado para desestabilizar un gobierno de izquierda, para debilitar el ALBA, una organización que pretende, ¡oh blasfemia!, utilizar los recursos de sus países para su propia gente y, particularmente, en beneficio de los más pobres.
2) Disfrazados de demócratas los Estados Unidos presentan por un lado la demócrata cara sonriente de Obama y por otro, el Pentágono hace de las suyas para oprimir a un pueblo y mantener el control de ese territorio, geopolíticamente importante, bajo su dominio ideológico.
3) La oligarquía hondureña, copia calca de todas las oligarquías de América Latina, exhibe descarnadamente el desprecio por su pueblo y la intención de seguirlo oprimiendo para enriquecerse desmedidamente a costa de su sangre y sufrimiento sin permitirle que levante la voz o participe en la forma de su gobierno.
4) Europa rastrera, como siempre, con Estados Unidos, muestra una actitud hipócrita aparentando ser democrática cuando en el fondo sus deseos son que Honduras siga siendo un país colonizado y de rodillas ante los países fuertes, por lo cual se muestra tibia y no toma la palestra abiertamente para defender a Honduras.
5) Las oligarquías y el poder mediático, que son lo mismo, utilizan un discurso planeado con el que poco a poco van lavando el cerebro a las poblaciones del mundo para que acepten como cosa natural que unos gorilas dominen y masacren a su pueblo. Finalmente llevan muchos años invirtiendo millones de dólares para poder imponer las políticas que les permitan seguir manejando al mundo a su antojo. (Curiosamente en Wikipedia, Roberto Micheletti aparece como presidente de Honduras, ¿pues que no ningún país lo reconoce como tal?)
6) Las ONUS y OEAS se muestran tibias y poco contundentes para parar la represión con el objeto de dar tiempo a que todo se vaya acomodando de acuerdo con las políticas que apoyan, gracias a lo buenos salarios y privilegios que los miembros de estas organizaciones reciben del poder imperial.
7) Los mandatarios que sí están comprometidos por sus pueblos levantan la voz en contra de esta flagrante arbitrariedad y entonces, como en el caso de Venezuela, los acusan de intervención y expansionismo. Es indignante el cinismo que muestran los medios de comunicación de Estados Unidos, España y de las oligarquías locales cuando señalan "intervención" y "expansionismo". Uno no se explica si es por enfermedad mental o por una perversión sin límites.
8) El pueblo hondureño luchando en las calles es invisibilizado por los medios masivos, sin embargo éstos muestran insistentemente a los acarreados y amenazados que la oligarquía lleva a sus manifestaciones en apoyo al golpe.
9) Los oligárquicos atacan al presidente legítimo que dentro de una embajada amiga corre el riesgo de que lo maten. La Embajada de Brasil se está convirtiendo en un ghetto. Los que están dentro viven en condiciones infrahumanas. Ya cerraron los dos últimos medios que disienten del golpe e informaban sobre la situación del pueblo hondureño en aras, dicen, ¡de la libertad de prensa! Los golpistas están violando los Tratados Internacionales de la Convención de Viena. ¡Cómo es posible que esto suceda y la comunidad internacional no actúe de forma más enérgica!
10) La mayoría de las poblaciones, mediatizadas y enajenadas, apenas se enteran de lo que sucede en Honduras y siguen su camino indiferentes, como si eso no les incumbiera.
Esto es lo que ha venido sucediendo por siglos. Sólo que ahora ya a muchos nos parece caricatura, nos parece increíble que esto esté sucediendo. Pero ¿por qué ahora nos parece una caricatura? ¿No fue caricaturescamente cruel que Estados Unidos bombardeara el palacio de la Moneda en Chile apoyando el Golpe de Estado contra el presidente legítimo Allende, y que Pinochet torturara, desapareciera y asesinara a miles de chilenos para enriquecerse e instalarse como mandatario del país durante 25 años bajo la indiferencia mundial, los plácemes de la oligarquía y la aceptación del pueblo que se quedó? No, parece que en aquel entonces no nos parecía una caricatura sino más bien un evento de los tantos que había habido en la historia de América Latina.
Ahora sí nos parece una caricatura, dramática, pero caricatura al fin. Nos asombra que los golpistas hayan sacado a Zelaya de su casa en pijama, que se lo hayan llevado a Palmerola y luego a Costa Rica, que los Estados Unidos estén queriendo engañar al mundo con un escenario tan burdo con su títere Oscar Arias, y el que ahora el presidente legítimo tenga que estar protegido por la Embajada de Brasil para que no lo apresen o lo maten con inventos de supuestas violaciones a la Constitución. Nos parece increíble que los golpistas estén convirtiendo a la Embajada de Brasil en un ghetto insalubre, rodeado por militares, al que no entran medicamentos, ni tienen dónde dormir...
No dudaría que los Estados Unidos en su necesidad de desestabilizar, ahora no un país sino la región entera, estén creando el escenario para una guerra en Sudamérica. A ellos les conviene dividir, no quieren que América Latina se una pues ellos quedarían fuera de la jugada de siempre: explotarnos. El plan de orquestar una guerra en América Latina parece demasiado maquiavélico, pero imaginemos... Honduras ataca la Embajada de Brasil, este país responde militarmente, Venezuela, Ecuador y Bolivia se unirían a Brasil, mientras que Panamá y Perú al gobierno de facto de Honduras, como habría un desbalance pudiera entrar la OTAN, ya que ellos no tienen muchas tropas porque las tienen ocupadas en Irak y Afganistán. Bueno para ellos ahorrarse el trabajo de matarnos provocando que nos matemos entre nosotros mismos, venderían un chingo de armas a los dos bandos, un buen negocio para su aparato militar industrial. Quizás estoy exagerando, lo que pasa es que me acuerdo del "Che": "a la derecha no hay que confiarle ni tantito así..." ¡Y esta es la ultraderecha gringa! Lo peor de lo peor. Además siempre nos sorprende con su maldad, sólo hay que pensar en lo de las Torres Gemelas, si realmente fueron capaces de eso, quiénsabe... Pero volvamos a la cordura y la sensatez.
Y es que las cosas han cambiado, como dice Hugo Chávez: en América Latina hay una revolución. Una revolución pacífica. Ahora hay más gobiernos que luchan por el bienestar de sus pueblos; ahora un país se atreve a prestarle auxilio al presidente legítimo en contra del imperio; ahora el pueblo hondureño, uno de los más pobres e indefensos, se enfrenta al poder oligárquico y exige la constitucionalidad. Ahora somos más inteligentes, los gringos nos subestiman, el gobierno de Brasil no caería en la trampa de una guerra, ni Venezuela, ni Bolivia, Ecuador, menos. Así que si fuera realidad mi enferma fantasía se van quedar con palmo de narices.
Parece que ahora estamos más conscientes de lo que sucede a pesar de que los medios insistan en engañarnos y enajenarnos, pero hace falta que más gente se de cuenta. Uno de los países más atrasados en eso es México. ¡Ya basta! ¡Ya no más injusticia! ¡El imperio tiene que dejar de serlo! ¡Dejemos ya de ser esclavos! Luchar por Honduras es luchar por nosotros mismos. Los pueblos tenemos que organizarnos para impedir lo que está sucediendo. No podemos dejarle a nuestros hijos países indignos, inmorales, rastreros, bananeros, ni en guerras.
Así que a la tarea. Vamos juntos, dejémos los egoísmos que nos inculca el sistema, no nos involucremos en grillas y pendejadas que no son más que el producto del miedo, del odio y de la envidia que cultiva este maldito capitalismo. Rescatemos la dignidad, heredémosles a las siguientes generaciones un mundo mejor, al menos para que nos recuerden con amor y no con desprecio.
¡Patria o muerte, venceremos!
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