viernes, septiembre 04, 2009
IDEOLOGÍA Y RAZONES SAGRADAS
Todos los enfrentamientos que hoy vemos en la calle, en la prensa, las televisoras, etc, son en última instancia enfrentamientos de ideologías, toda batalla es reflejo de la gran contienda ideológica. Es allí en las ideologías que se decide la contienda.
La ideología, la conciencia deben ser los fundamentales armamentos de las filas revolucionarias. Sin la ideología acertada no hay victoria posible. Veamos.
El núcleo de la ideología revolucionaria es la Conciencia del Deber Social, la relación amorosa, el amor. Y este núcleo no se materializa sino es entrelazado a la Propiedad Social de los medios de producción. Del binomio conciencia y propiedad se desprende todo el entramado ideológico.
No es casual entonces que la lucha revolucionaria se escenifique en este terreno, en la propiedad y la conciencia. Sin percatarnos de esto, sin entender que es allí la batalla principal, estamos caminando inexorablemente hacia la derrota.
La Revolución debe fortalecer su núcleo ideológico, definir claramente su posición, su idea frente a la propiedad generadora de conciencia. Según como sea ese núcleo, así será la construcción de la respuesta a la ofensiva oligarca.
Si ese núcleo de ideas es confuso, con señales contradictorias, ambiguo, entonces la única respuesta que sobre él se puede construir será también confusa, contradictoria, ambigua, será débil y derrotable por la oligarquía.
Ellos acumulan sobre esa debilidad.
Al contrario, si el núcleo de ideas es claro, si ese núcleo propone la Propiedad Social de los medios generadores de conciencia, con fuerza, claridad, sin ambages, entonces se estará dando un paso importante para construir el gran cambio cultural que una Revolución supone.
El papel de la ideología es vital, ya nos decía Martí que “una idea justa desde el fondo de una cueva es capaz de derrotar a un ejército”.
La historia nos ilustra esta realidad. La Unión Soviética, perece por haber usado las armas melladas del capitalismo para construir el Socialismo, y esta confusión ya denunciada por el Che, produjo la debacle de ese Socialismo.
Cuba implantó el Sistema Presupuestario de Financiamiento, un sistema económico que tenía como centro la formación de la Conciencia del Deber Social, y sobre él pudo formar un pueblo con un alto nivel de Conciencia Revolucionaria, capaz de superar la caída del campo socialista y el asedio del imperio.
La lección es clara para nosotros, debemos afinar y reafirmar la ideología, el núcleo de ideas revolucionarias: prestigiar la Propiedad Social de los medios de producción y la Conciencia del Deber Social, sólo de allí emergerán las medidas correctas para enfrentar la ofensiva oligarca.
Esta ideología debe ser el objetivo de la formación dentro del PSUV, y debe difundirse con claridad a todo el pueblo, sólo así podremos explicarle las bases de la sociedad que queremos construir. Las nuevas relaciones amorosas, la sociedad del amor que proponemos tendrán fundamento real, dejarán de ser una ilusión, una utopía. Así, dotaremos a la masa de razones sagradas por las cuales luchar.
¡Chávez es Socialismo!
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