Tras el secuestro de las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), un crimen contra la clase trabajadora, el movimiento social y contra todo el pueblo de México; el Gobierno Federal ha encendido la pradera “seca” de la lucha de clases en México, ha avivado el fuego echando gasolina en lugar de agua. El 15 de octubre de 2009, millones de trabajadores y estudiantes salieron a las calles en defensa de uno de los sindicatos más combativos del proletariado mexicano, cuatro días después, estalla la huelga en el Colegio de Bachilleres, por su parte, el charrismo del STUNAM apagando fuegos, defraudando y desilusionando a sus bases no por mucho tiempo, pues más adelante veremos como estas se suman al paro nacional del 11 de noviembre de 2009. La dirección del STUNAM, encabezada por Agustín Rodríguez Fuentes capituló frente al estado patrón al aceptar un aumento salarial del 4%, cuando tan sólo en el mes de septiembre de 2009 la inflación de tres de las 6 familias que componen la Canasta Básica de Alimentos fue del 10.28%, mientras los alimentos hortofrutícolas (frutas y verduras) incrementaron 20.74% sus precios durante el mes de agosto de 2009. Esto de acuerdo con los análisis más optimistas de la Secretaría de Desarrollo Económico, pero haciendo un sondeo con amas de casa, podemos estimar lo siguiente:
Azúcar 9 a 18El huevo de 12 a 18 pesos Frijol de 15 a 25 pesos La tortilla de 7.50 a 10 pesos El pan de 1 peso a 1.50Carne de res 65 a 75 pesos por kilogramo Carne de pollo Pierna de pollo de 25 a 35 Pechuga de 35 a 50 pesos
Encima de todo nos van a subir de un peso a 1.50 el precio de la tortilla a partir del lunes 23 de noviembre, esto viene de boca de la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías.
Hay aumentos en puerta para el gas, gasolina, diesel, luz, transporte público (metro y microbuses, camiones), cuotas ilegales pero que de todos modos te las cobran en las escuelas etcétera, el costo de la vivienda aumentará cerca de 25%. De acuerdo con los dueños de tienditas de la esquina y distribuidores de refrescos, se calcula que aumentarán de un 15% a 25%.
¿En qué tanto por ciento aumentarán los cinturones de miseria a la clase obrera mexicana? ¿De cuánto nos llegará el recibo de luz a consecuencia de este robo contra el pueblo?
Es tiempo de defender el derecho al empleo, la propiedad pública, pasando a expropiar todas las industrias privadas en manos de la oligarquía que ha llevado a la ruina a nuestro pueblo, esta generación sólo conocerá el desempleo, la miseria, la falta de salud y educación por no tener dinero para pagar una escuela privada, por falta de espacios para los estudiantes, por la falta de edificios y personal para dar funcionamiento, por no tener con que pagar una operación, por no tener trabajo y mucho menos posibilidades de conseguir alguno. Es así como Calderón y la burguesía fomentan la miseria y persiguen a los comerciantes ambulantes por el simple hecho de trabajar para llevar un pedazo de pan a sus familias.
LAS TARIFAS DE LUZ Y LAS MENTIRAS DE CALDERÓN
Calderón nos dice que las altas tarifas de luz son responsabilidad de los compañeros de LyFC, ¡sin embargo miente!. Esta es una artimaña para engañarnos, nos quiere dar gato por liebre, la tarifa de luz la impone la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de hecho, el SME ha sido un sindicato que ha estado en todas las luchas del pueblo mexicano en defensa de la dignidad de los pueblos, de la tierra, los recursos energéticos y naturales estratégicos del país, del empleo y el salario digno. Esta es la razón por la cual Calderón ha decidido desaparecer LyFC para establecer un régimen político de sistema asalariado, sin derecho a sindicato, sin derecho a C.C.T. vivienda, educación, ni salud digna y gratuita para nuestro pueblo.
El presidente espurio nos miente desde el primer día que lo llevaron al poder los empresarios mexicanos y extranjeros que tienen en la mira toda la industria pública para robar lo que pertenece por derecho constitucional a los mexicanos. Tras la desaparición de todas las empresas públicas que contribuyen al fisco, el presupuesto de egresos federal se verá cada vez más reducido, esto dará más pretextos a Calderón para despedir a cientos de miles y quizá millones de trabajadores más, principalmente de nuestra mina de oro: Petróleos Mexicanos. Pero esto no es exclusivo para las empresas paraestatales, sino también para el sector fabril no estatal. Desde el año de 1982 la industria nacional se ha visto desmantelada de manera paulatina por ser considerada un peligro para los intereses mercantiles del vecino del norte, Estados Unidos. De tener México suficiencia alimentaria, productiva y tecnológica, un mercado se vería cerrado para los monopolios empresariales estadounidenses, japoneses y alemanes. Lo que está en juego no es el nacionalismo, sino el régimen de propiedad, pues bajo el esquema de propiedad pública, las industrias tienen la obligación de donar sus ganancias al pueblo para proyectos educativos, financiar al campo, dar salud gratuita y de calidad. Sin embargo el Estado voraz de la burguesía nacional y extranjera, ha venido desmantelando todos estos sectores quitándoles presupuesto para declararlos inoperantes, deficientes, para desaparecerlos y privatizarlos, pasando de la propiedad de todos, pasan a ser propiedad de unos cuantos en detrimento de la gran mayoría.
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